Amparo Soler Leal nació en 1933 en Madrid en el seno de una familia de artistas, siendo sus padres los actores Salvador Soler Marí y Milagros Leal. Debutó sobre los escenarios en 1948 con la obra de Alfonso Paso 'No me mientas tanto', trabajando en distintas obras teatrales de éxito de forma constante, como 'Prisión de soledad', hasta que en 1975 se apartó de los escenarios durante casi veinte años para centrarse en su carrera cinematográfica.
Su primera incursión en el mundo del cine fue en 1952, con la película de Antonio del Amo 'Puebla de las mujeres'. Pero la película que verdaderamente la lanzó a la fama fue 'Usted puede ser un asesino', aclamada comedia negra de José María Forqué donde compartía protagonismo con Alberto Closas, José Luis López Vázquez y Julia Gutiérrez Caba. Después trabajaría con grandes directores de nuestra cinematografía como Pedro Olea ('El bosque del lobo'), Jaime de Armiñán ('El amor del capitán Brando' 'Jo, papá'), Fernando Fernán Gómez ('Mi hija Hildegart'), Pilar Miró ('Hablamos esta noche', 'Gary Cooper, que estás en los cielos...', 'El crimen de Cuenca') y Pedro Almodóvar ('¿Qué he hecho yo para merecer esto!').
Con Luis García Berlanga trabajó en cinco ocasiones, más en concreto en las películas 'Plácido', 'La escopeta nacional', 'Todos a la cárcel', 'Tamaño natural' y 'París-Tombuctú'.
Tampoco se le resistió la televisión
La televisión fue un medio en el que no se prodigó mucho aunque intervino en algunas series como 'Tres eran tres', 'Querido maestro' o 'Condenadas a entenderse'. Su último trabajo como actriz lo realizó en la tv movie de 2009 'Wendy placa 20957'.
Estuvo casada con el conocido actor Adolfo Marsillach y con el productor Alfredo Matas, del que quedaría viuda en 1996.
