Las artes españolas están de luto. El veterano y multidisciplinar actor Arturo Fernández ha fallecido la pasada madrugada en el hospital de Madrid donde llevaba varios días ingresado. El protagonista de la mítica película 'Truhanes' ha disfrutado de su profesión hasta el pasado mes de abril, cuando tuvo que retirarse de la obra teatral que tenía en curso debido a unos problemas en el estómago. Tal y como ha confirmado el diario La Nueva España de su Asturias natal, Fernández no ha podido reponerse a estas dolencias y nos ha dejado a los 90 años de edad.
Arturo Fernández Rodríguez dejó Gijón para mudarse a la capital y, aunque la interpretación no fuera su primera opción, acabó realizando más de 70 películas tras debutar muy joven. En esta larga filmografía casi entera durante el siglo XX, puede presumir de haber trabajado en muchas comedias a las órdenes de grandes directores de nuestro cine como Rafael Gil ('El Último Verano', 'Escala en Hi-Fi') y Pedro Lazaga ('No desearás la mujer de tu prójimo'), e incluso en el género negro con Julio Coll ('Distrito quinto') y José Luis Garci ('El Crack II). Aunque se desencantó con el séptimo arte tras estas décadas de los 50 y 60, más tarde protagonizó una de las películas españolas más reconocidas de este siglo: 'Desde que amanece apetece'.
Si hubo un film que marcó su carrera, ese fue 'Truhanes' (1983). La exitosa adaptación televisiva de este film de Miguel Hermoso llevaría diez años después a Fernández junto con Francisco Rabal a los hogares de millones de españoles, hasta que Telecinco la retirara en 1994. Además de otros proyectos para la pequeña pantalla como 'La casa de los líos' y sus opiniones políticas conservadoras, el público recordará a este gran intérprete gracias a su destacada carrera en el teatro. Sobre los escenarios llegó a acomodarse en el papel del galán elegante y vividor hasta su última gira con la obra 'Alta seducción', detenida hace tres meses por los dolores estomacales de los que no se pudo reponer.
Lo último en lo que hemos podido verle... o escucharle
Un último reto para la versatilidad de este actor fue su estreno en el mundo del doblaje con la saga 'Hotel Transilvania'. En las dos últimas entregas de la franquicia, Fernández puso voz a Vlad, el padre vampiro del mismísimo Drácula. Por miedo a que la gente no le reconociera, llegó incluso a incorporar al personaje su mítica y conocida expresión acuñada en 'La casa de los líos': "chatín", o "chatina". Este logro de conseguir insertar una parte de él en la cultura popular se suma a todos los reconocimientos que recibió a lo largo de su carrera, como la Medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos por 'Truhanes' o la de del Ministerio de Cultura al Mérito de Bellas Artes en 2004, además de dos TP de Oro y un Premio Iris. Esto es solo la confirmación de un legado actoral tan variado como eterno en la cultura de nuestro país.
