Antonio Bolívar murió el pasado 1 de mayo tras ser ingresado en un hospital con síntomas de coronavirus. No se puede decir que tuviera una larga carrera como actor, pero la suya fue una de las caras más visibles de 'El abrazo de la serpiente', la película de Ciro Guerra nominada en los Oscar de 2016 a la Mejor película de habla no inglesa.
El único otro trabajo de Bolívar como intérprete fue en la miniserie de Netflix 'Frontera verde', de la que Guerra dirigió un episodio. Tenía 72 años y deja atrás a su mujer Celina y su hijo Pedro. La muerte de Bolívar, que también era traductor de lenguas amazonas, es indicio del peligro que atañe el COVID-19 para los indígenas del Amazonas.
Ciro Guerra llora su muerte
El director de 'Pájaros de verano' y 'Waiting for the Barbarians' ha comunicado a Screen Daily su tristeza por la pérdida de Bolívar: "Antonio no solo era un amigo querido y nuestro abuelo de honor, sino que también era un maestro para todos nosotros, uno de los últimos hombres que conocía a las gentes de Ocaina y Huitoto, y que se había convertido en un símbolo de la sabiduría tradicional del Amazonas. Con él muere parte del legado, la historia y la ciencia de estas tribus, que han conseguido vivir en harmonía con la naturaleza durante generaciones, transmitiendo su conocimiento por tradición oral".
En un comunicado lanzado por Guerra y la productora Cristina Gallego, los cineastas han querido concienciar sobre lo desprotegidas que están las comunidades indígenas frente a la pandemia mundial: "Ha muerto como están muriendo estas comunidades, abandonadas y sin atención por parte del gobierno que debería cuidarlas. La llegada del COVID-19 al Amazonas es un grave peligro para sus gentes y especialmente para sus mayores, que no tienen recursos médicos ni UCIs que los ayuden a sobrevivir".
