Una de las grandes estrellas del cine musical de la MGM nos ha dejado. La actriz y nadadora Esther Williams, fallecía el jueves 6 de junio en su casa de Beverly Hills (California) a los 91 años de edad.
Nació el 8 de agosto de 1921 en Los Angeles y desde muy temprana edad manifestó un gran talento para la natación. Estuvo a punto de participar en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1940, pero su sueño se vio truncado por el estallido de la II Guerra Mundial. A partir de ese momento, intentó triunfar en el mundo del espectáculo realizando una serie de trabajos como modelo y participando en diferentes espectáculos. En uno de ellos, Billy Rose Aquacade, trabajó junto al también nadador y actor Johnny Weissmüller.
La Metro-Goldwyn-Mayer se fijó en ella y le dio su primera oportunidad en 1942 en una película a mayor gloria de Mickey Rooney. Dos años más tarde llegaría su primer éxito, 'Escuela de sirenas', una película de George Sidney con música del español Xavier Cugat que introdujo en el mundo del cine el concepto de musical acuático.
Una estrella acuática
Después llegaría otras producciones como 'Juego de pasiones', 'La primera sirena', 'Fiesta brava', 'La hija de Neptuno' o 'En una isla contigo' que le granjearían el apelativo de "la sirena de América". En ellas, los números musicales se llevaban a cabo en impresionantes piscinas, cambiando a los bailarines por nadadores realizando espectaculares saltos y acrobacias. Durante estos años trabajó junto a grandes artistas como Van Johnson, Fred Astaire, Judy Garland, Ricardo Montalbán, Victor Mature, Cyd Charisse o Frank Sinatra.
A mediados de los años cincuenta su fama comenzó a decaer y rompió su contrato con la MGM. Como actriz independiente intervino en muy pocos títulos, destacando 'Sombras en la noche' y 'El gran espectáculo', para acabar retirándose del mundo del cine en 1963.
