Después de habernos dejado algunas de las obras de comedia más emblemáticas del cine, y una interpretación de Willy Wonka inolvidable, Gene Wilder ha fallecido hoy a los 83 años. Así lo acaba de confirmar el medio Variety. Su sobrino, Jordan Walker-Pearlman, fue quien dio la noticia a los medios, declarando que la causa de la muerte fueron complicaciones derivadas de la enfermedad de Alzheimer.
Según informa el portavoz de la familia, no habían querido sacar a la luz la enfermedad que estaba sufriendo el actor para no causar preocupación entre "todos aquellos niños que al verle sonreirían y dirían: ¡Es Willy Wonka!". Gene Wilder "no podría soportar que hubiera una sonrisa menos en el mundo", decía su sobrino.
Su verdadero nombre era Jerome Silberman. Hijo de inmigrantes rusos y de religión judía, nació en Milwaukee en 1933. A lo largo de su carrera, donde trabajó como actor, director y guionista, destacó en los años setenta y ochenta en la comedia, sobre todo en obras del emblemático Mel Brooks. Sus mayores papeles fueron en 'Un mundo de fantasía' (1971), la adaptación del cuento de 'Charlie y la fábrica de chocolate', donde interpretó al mismísimo Willy Wonka y cuyo rostro se ha convertido en los últimos años en uno de los memes más utilizados de internet. Otra de las películas que nunca olvidaremos de Wilder es 'El jovencito Frankenstein' (1974), la parodia del clásico de terror que le llevó a ser nominado al Oscar a mejor guión adaptado junto a Mel Brooks. Años antes, en 1968, había sido también nominado a la estatuilla como mejor actor de reparto por 'Los productores', la película más taquillera de aquel año. Se trataba del segundo proyecto cinematográfico de Wilder, después de 'Bonnie y Clyde', y ya fue reconocido mundialmente.
El último adiós
Como decíamos, Gene Wilder también se puso detrás de la cámara a dirigir, y lo hizo en un total de cinco películas, que también protagonizó. La más famosa de ellas, y una de las que más recordamos, es 'La mujer de rojo', de 1981.
La filmografía del actor es muy extensa y podríamos estar horas comentando sus mejores momentos. Pero Gene Wilder no sólo hacía cosas grandes dentro de la pantalla. Tras la muerte de su tercera esposa, Gilda Radner, en 1989 por un cáncer de ovarios, fundó una asociación con su nombre y se dedicó a apoyar la lucha contra esta enfermedad. En esa tarea también colaboró la que fue su mujer hasta el final, Karen Boyer. Finalmente, en 1999 dejó el cine para dedicarse exclusivamente a realizar acciones humanitarias. Ahora entendemos un poco mejor las palabra de su sobrino. Ahora le recordaremos con sus películas, que perdurarán aunque el actor ya no esté con nosotros, y nos seguirá haciendo reír, como a él le gustaría. DEP.