La actriz y expolítica laborista británica Glenda Jackson ha fallecido a los 87 años debido a una "breve enfermedad" en su casa en el sur de Londres.
Ganadora de dos Oscar por 'Un Toque de Distinción' en 1973 y 'Mujeres Enamoradas' en 1970, el camino de Glenda estuvo marcado por grandes esfuerzos, dejando la escuela a los 15 años y trabajando en una tienda antes de ingresar en la Royal Academy of Dramatic Art de Londres.
Pese a que consiguiera llamativos papeles tras salir de la prestigiosa academia, la actriz tuvo que volver a realizar trabajos cotidianos, siendo camarera o atendiendo llamadas para una agencia de teatro. Posteriormente, se adentró en el mundo del teatro, protagonizando uno de los papeles más especiales de su vida, el de la Reina Isabel I. A través de esta actuación, los elogios le llovieron por parte de los historiadores, quienes consideraban que había hecho la recreación más exacta que se había hecho de la Reina en la historia.
Desde aquel entonces, a Glenda no le faltaron papeles ni personajes para interpretar, entrando en la etapa dorada de su vida como actriz. Ganadora de grandes galardones como los Oscar, Globos de Oro, Emmy o Premios Tony (entre otros), lo más destacable de la inglesa fue su humildad y capacidad de no olvidar nunca sus raíces, ayudando siempre a su pueblo a prosperar y crecer.
Mucho más que una actriz
Después de dejar su legado en teatros y cines, la actriz quiso luchar por su pueblo desde un prisma más profesional e implicado dedicándose a la política. Con un estilo recto y falto de titubeo, peleó especialmente por el feminismo y la clase trabajadora.
A los 55 años, Jackson obtuvo un escaño por el Partido Laborista de centro-izquierda en el Parlamento británico. Sacando a relucir su carácter más activista, Glenda se sentía en la total necesidad de "pelear por los pobres, los sintecho, los débiles y los enfermos", como confesó a sus partidarios en un sonado discurso. El mundo pierde a una gran referente en el mundo del cine y la lucha por la igualdad.