Los nombres de las estrellas del cine español de mediados del siglo XX que se fueron disipando tras una gran fama se podrían contar a pares, pero hay otros intérpretes que consiguieron consolidarse en varios campos tras recurrir al trampolín del séptimo arte. Y cuando estos actores fallecen varias artes lamentan su pérdida.
Katia Loritz nació en Ravensburg, Alemania, el 4 de noviembre de 1932, allí estudiaría durante los primeros años de su educación, y más adelante se mudó a Munich para comenzar a aprender el arte de la interpretación. En 1955 llegó a España y comenzó su exitosa carrera cinematográfica con 'Manos sucias' ese mismo año.
A lo largo de esa misma década continúo haciéndose con papeles que le servirían para quedar en el recuerdo de la audiencia. Su trabajo más llamativo fue el de 'Las chicas de la Cruz Roja', en 1958, que logró un gran rendimiento en taquilla y disparó su carrera. En los 60 participó en películas como 'Atraco a las tres', hasta que en 1965 decidió paralizar su carrera como actriz para dedicarse a la escena musical.
Final triunfal
Desde que trabajara en 1967 en 'El rostro del asesino' no volvió a formar parte de un largometraje hasta 1984, cuando Pedro Almodóvar la convenció para regresar al oficio para '¿Qué he hecho yo para merecer esto!'. Ese título marcaría el final de su carrera como actriz, pero se mantuvo activa en el mundo de la pintura. Finalmente, tras sufrir un cáncer de pulmón, Loritz ha muerto en Madrid a los 83 años.