Hollywood llora hoy la pérdida de Louis Jourdan, el actor francés que nos hizo reír y bailar a partes iguales en 'Gigi'. Era su representante y biógrafo Olivier Minnie el que daba la triste noticia, Louis Jourdan fallecía a los 93 años de edad en su residencia de Beverly Hills. Este galán francés que le robó el corazón a miles de jovencitas en la década de los 60 se despedía para siempre el pasado 14 de febrero.
A Jourdan no le faltó género por probar, ni medio en el que salir. Nacido un 19 de julio de 1921 en Marsella, rápido se dio cuenta de su vocación y comenzó a estudiar en la Escuela de Arte Dramático de su ciudad natal, hasta que en 1939 llegase su primer papel en 'Le Corsaire', una película que nunca se llegó a terminar por culpa de la Segunda Guerra Mundial, un acontecimiento que marcaría la vida de este actor que decidió unirse a la resistencia francesa. No obstante la interpretación siempre jugaría un papel fundamental en su vida, especialmente a partir de finales de los 40 y principios de los 50, los mejores años para su carrera.
Dos fueron los papeles que le dieron la fama a este actor, uno de ellos en la aclamada adaptación musical de 'Gigi', la premiada cinta en la que compartía cartel con Leslie Caron y que logró hacerse con la friolera de nueve estatuillas en unos años en los que no era lo habitual. Y el segundo gran personaje de su carrera se lo dio 'Octopussy', la décimo tercera película del agente 007 en unos años en los que el encargado de meterse en la piel de James Bond era Roger Moore. Jourdan y su talante de perfecto caballero francés dieron guerra en el cine hasta 1992, fecha en la que apareció por última vez en 'El año de la cometa'.
Un adiós muy especial
Casado desde 1946 con Berthe Frédérique, el actor perdía a su esposa el 14 de febrero de 2014, y con tan solo un año de diferencia, Jourdan decía adiós para reunirse con la que sin duda, fue la mujer de su vida, y la madre de su hijo Louis Henry Jourdan, que murió de sobredosis en 1981, un duro golpe para este matrimonio ejemplar en el terremoto que supone Hollywood a veces en lo que a estabilidad matrimonial respecta.
