El incansable actor Mickey Rooney ha muerto en su casa de Los Angeles a los 93 años por causas naturales, después de meses en un estado de salud muy delicado. De este modo, se apaga la luz de una de las estrellas más famosas del Hollywood clásico que, con más de 340 créditos en su haber, trabajó en todas las décadas desde los años veinte.
Rooney, nació en 1920 con el nombre de Joe Yule, Jr. en Brooklyn, en el seno de una familia de artistas. Desde muy pequeño dejó constancia de sus grandes habilidades para el baile y el canto. Comenzó a dar sus primeros pasos en los espectáculos de sus padres, hasta que le llegó la oportunidad de debutar en el mundo del cine a finales de la década. En muy poco tiempo consiguió convertirse en una taquillera estrella infantil, compartiendo créditos con muchas de las grandes estrellas de la época, incluida su pareja artística más famosa: Judy Garland. Interpretó en 16 películas para la MGM el personaje de Andy Hardy, el típico chico de al lado que conquistó al público estadounidense.
Pese a su corta estatura (1,57 cm), hizo todo lo que pudo para seguir trabajando una vez acabada la adolescencia. Entre sus títulos más recordados encontramos 'Capitanes intrépidos', 'El mundo está loco, loco, loco', 'Forja de hombres', 'Las aventuras de Huckleberry Finn', 'El joven Edison', 'Fuego de juventud' o 'Desayuno con diamantes'. Fue nominado en cuatro ocasiones al Oscar ('Los hijos de la farándula', 'La comedia humana', 'Amanecer sangriento', 'El corcel negro') y ganó dos de carácter honorífico.
Rescatado gracias a Shawn Levy
Famoso por su vida de excesos y sus ocho matrimonio, uno de ellos con la guapísima Ava Gardner, Rooney comenzó a aceptar cualquier papel que le dieran una vez pasada su época dorada, ya fuera en cine o televisión. En los últimos años, recobró parte de su popularidad gracias a su papel de Gus en 'Noche en el museo', Shawn Levy.
