Shirley Jane Temple nació el 23 de abril de 1928 en Santa Mónica, en el seno de una familia de clase media y mostró desde muy pequeña grandes habilidades para el mundo del espectáculo. Risueña, desenvuelta y con cara angelical, consiguió rápidamente introducirse en Hollywood y lograr su primer gran éxito, 'Bright Eyes', con tan solo seis años.
Durante la década de los años treinta se convirtió en toda una estrella de la mano de 20th Century Fox, interviniendo en películas como 'La simpática huerfanita', 'Dejada en prenda', 'Ahora y siempre', 'La pobre niña rica', 'La pequeña princesa' o una adaptación de 'Heidi'. Shirley se ganó durante estos años el cariño del público y la industria, convirtiéndose en una de las estrellas más taquilleras en Estados Unidos. Tal fue la repercusión mediática, que fue una de las primeras actrices en contar con merchandising centrado en su figura.
Su gran habilidad para el claqué obligó a introducir un número musical en casi todas sus películas infantiles. Entre las grandes anécdotas que han acompañado la vida de la actriz, está la de haber sido la primera actriz en recibir en 1935 un Premio Oscar en miniatura a la Intérprete Juvenil del año.
Carrera diplomática
Durante los años cuarenta y cincuenta y tras dejar la Fox, comenzó a realizar películas con otros estudios pero de menor repercusión. El fin de su infancia llevó consigo el ocaso de su carrera, aunque aún intervendría en títulos de gran interés como 'El solterón y la menor', 'Te volveré a ver' y Fort Apache', una de sus última producciones.
Tras dejar el mundo de la actuación, Shirley Temple adoptó el apellido de su segundo marido y pasó a llamarse Shirley Temple Black. A partir de este momento, llevó a cabo una activa y fructífera carrera en el campo de la diplomacia dentro del partido republicano. En sus últimos años de actividad, trabajó como asesora en algunas empresas cinematográficas y en distintas causas y asociaciones benéficas.