No siempre los nombres de los compositores más míticos de bandas sonoras son conocidos para el gran público. Excepciones son Ennio Morricone, John Williams, Danny Elfman o Hans Zimmer, pero desgraciadamente no Shunsuke Kikuchi, un músico japonés al que le debemos los temas principales de 'Bola de Dragón' y 'Doraemon' y varias canciones de la banda sonora de 'Kill Bill'. Hoy el mundo del anime llora su muerte: Kikuchi ha fallecido en su país natal a los 89 años debido a una neumonía por aspiración.
Nacido en 1931 en Hirosaki, Kikuchi comenzó a componer para series de televisión a los 30 años y puso música también a 'Mazinger Z', 'UFO Robo Grendizer' o 'La vuelta al mundo de Willy Fog', aunque sean especialmente populares sus temas para la saga 'Dragon Ball' y 'Dragon Ball Z'. En más de 50 años de carrera, Kikuchi no se centró en un solo género y además de sus trabajos para un público infantil, escribía para doramas, tokusatsus o jidaigekis. Su primer trabajo fue en la película 'Hachi-nin me no teki' y a lo largo de los años forjó estrechos vínculos profesionales con las productoras Toei y Shochiku. Sus composiciones tienen de forma característica los 16 ritmos del blues y una base pentatónica, y también en muchas de sus piezas destaca un tempo alto.
Reconocimiento
Otros títulos de su filmografía incluyen 'Seishun no mon', 'Yûkai hôdô', 'El Hombre Tigre', 'Kamen Raidâ', 'Samurai jaiantsu', 'Superboy Galáctico', 'Los viajes de Simbad' y toda la saga 'Doraemon'. El curriculum de Kikuchi es espectacular, pero no solo se dedicó a poner música a nuestras series de animación favoritas, también componía canciones, como 'Urami Bushi' cantada por Meiko Kaji y que suena en 'Kill Bill: Vol. 2' o 'Champions of Death' de 'Kill Bill: Vol. 1'. Kikuchi se convirtió en toda una leyenda reconocida en la industria y fue premiado en 2015 con el galardón de honor a su trayectoria en los Japan Record Awards. Se retiró en 2017 para lidiar con una enfermedad crónica.