Stella Stevens, actriz, productora, directora y modelo, protagonista de 'El profesor chiflado' y 'Di uno por mí', ha muerto a los 84 años por complicaciones de la Enfermedad de Alzheimer. Según ha informado a The Hollywood Reporter su hijo, el productor Andrew Stevens, la actriz falleció en Los Ángeles este viernes 17 de febrero y estaba ya en la fase 7 de la enfermedad, la más grave de todas.
El verdadero nombre de Stella Stevens era Estelle Caro Eggleston y nació en Misisipi el 1 de octubre de 1938 se casó a los 15 años, tuvo a su hijo a los 16 y antes de cumplir los 18 ya se había divorciado. Debutó en el cine en 1958 como corista en 'Di uno por mí', película por la que ganó un Globo de Oro, y en 1960 apareció por primera vez en la revista Playboy. Durante esa década fue considerada todo un icono sexual y fue una de las mujeres más fotografiadas del mundo junto a JMarilyn Monroe, Brigitte Bardot y Raquel Welch. En 1963 llegaría su papel más reconocido, el de Stella Purdy en 'El profesor chiflado' de Jerry Lewis, aunque antes ya había actuado junto a Elvis Presley en 'Chicas, chicas, chicas' (película que al parecer ella misma odiaba).
Aunque se la recuerda más por sus papeles de comedia, Stevens también destacó en el drama, con títulos como 'Too Late Blues' de John Cassavetes, y le gustaba la acción, como demostró en el piloto de 'La mujer maravilla' luchando contra Lynda Carter o sin recurrir a dobles en 'La aventura del Poseidón'. Sin miedo a rodar escenas de sexo, interpretó a prostitutas en 'El mal' de Gilberto Gazcón y en 'La balada de Cable Hogue' de Sam Peckinpah y protagonizó una escena muy explícita para la época junto a Jim Brown en 'Operación Masacre'. Otras películas a destacar en su carrera son 'La última fuga', 'El noviazgo del padre de Eddie', 'Donde van los ángeles siempre hay problemas', 'Los silenciadores' y 'Cómo salvar un matrimonio'. Se la vio por última vez ante las cámaras en 2006 en un episodio de 'Twenty Good Years' y en las películas 'Hell to Pay' y 'Pop Star: Revuelo en las aulas' de 2005, donde también parecía Aaron Carter.
También directora
Una de sus máximas aspiraciones siempre fue convertirse en directora, aunque le costaba quitarse la etiqueta de sex symbol y la reputación de chica explosiva para que la tomasen en serio. Finalmente consiguió ponerse tras las cámaras en dos ocasiones: con 'The Ranch' en 1989 y con 'The American Heroine' en 1979. En lo personal, no volvió a casarse, pero fue pareja del guitarrista Bob Kulick desde 1983 hasta la muerte de este en 2020. Tiene tres nietos, Amelia, Aubrey y Samuel, de su único hijo, el actor, productor y director de cine Andrew Stevens.