Triste noticia para los fans de los Monty Python y los amantes de la comedia universal. Terry Jones, uno de los artífices del grupo humorístico británico y director de 'La vida de Brian' y 'El sentido de la vida', ha muerto a los 77 años, según ha informado su agente a Sky News. Jones llevaba unos años sufriendo de afasia progresiva primaria, una enfermedad neurodegenerativa que afecta al habla y le fue diagnosticada en 2015.
El galés murió este martes por la tarde, acompañado de su esposa Anna Soderstrom y su familia y amigos. Había batallado contra esta forma de demencia durante cuatro años, "una lucha larga y extremadamente valiente pero siempre con buen humor", según el comunicado de su familia. "Durante los últimos días, su mujer, hijos y su familia extendida y muchos amigos cercanos han acompañado en todo momento a Terry mientras se iba poco a poco en su casa al norte de Londres. Hemos perdido a un hombre bueno, gracioso, cálido, creativo y lleno de amor cuya individualidad intransigente, intelecto incansable y humor extraordinario han dado placer a incontables millones de personas durante seis décadas".
Jones nació al norte de Gales, en Colwyn Bay, y fue uno de los integrantes de Monty Python junto a Terry Gilliam, John Cleese, Eric Idle, Michael Palin y el ya fallecido Graham Chapman.
Recientemente dirigió 'Absolutamente todo', estrenada en España en 2015. Ha dirigido teatro, presentado documentales, compuesto óperas y escrito relatos cortos y poesía, entre otras cosas. Una de las figuras más importantes de la comedia británica, también co-dirigió 'Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores' junto a Gilliam. Entre sus trabajos como guionista consta la mítica 'Dentro del laberinto'.
Una amistad hasta el último momento
Aunque ha fallecido rodeado de seres queridos, ha sido un amigo el que lo ha acompañado en todo momento durante su enfermedad. Michael Palin, uno de los componentes de Monty Phyton y actor al que hemos podido ver recientemente en 'La muerte de Stalin', le visitó continuadamente durante estos años.
Palin ha contado que la capacidad mental de Jones se deterioró rápidamente, hasta el punto de no reconocerlo cuando recibía sus visitas y perder casi al completo la capacidad del habla. También ha insistido en que en ningún momento perdió su sentido del humor: Michael le leía un libro que habían escrito juntos en los años 80 y Terry sonreía y reía con algunos fragmentos. "La parte clave es que solo se reía con los fragmentos que había escrito él", bromeó Palin según recoge Metro.