El 2001Rob Cohen comenzaba una saga con 'The Fast and the Furious (A todo gas). Trece años después, la séptima entrega tiene previsto su estreno para el 10 de abril de 2015, no sin algún desgraciado imprevisto. James Wan dirige 'Fast & Furious 7', con Vin Diesel, Dwayne Johnson y un fallecido Paul Walker por el que está haciendo virguerías para poder reemplazar.
La muerte de Paul Walker nos pilló de sorpresa, pero uno de los afectados más directamente fue sin duda el director de esta nueva entrega de la serie. El terrible suceso supuso un parón en el rodaje de 4 meses, y según ha comentado la aseguradora cada día perdido de rodaje cuesta unos 250.000 dólares, que multiplicado por todo ese tiempo hace ascender la cifra hasta los 50 millones de más que se prevé costará a esta cinta cuyo presupuesto inicial era, ni más ni menos que de 200 millones de dólares. Esos 50 millones suponen un récord en lo que a indemnizaciones del seguro para una película se refiere, y parece que eso está creando una tensión bastante palpable entre Universal y Fireman's Fund, su aseguradora.
El tiempo es oro en el cine, a la vista está. Y es que reemplazar al actor está saliendo bastante caro, un trabajo en el que colaboran sus hermanos Cody y Caleb que cubren el hueco físico que dejó el intérprete, de lo demás se encargan las máquinas, un ordenador hará lo posible por recrear la cara de Walker en las escenas en las que sea necesario. De todos modos, Wan ha tirado de restos y para terminar el largometraje recurrirá a escenas eliminadas de entregas anteriores.
No es la primera
A pesar de las rumoreadas polémicas entre la productora y la aseguradora, según lo que leemos en THR la compañía de seguros no está siendo más que un apoyo para este rodaje que planea terminar el próximo mes de julio y al que aún le queda un gran trabajo de postproducción por delante. No es esta la primera vez que pasa algo parecido en la industria del cine. El actor John Candy falleció en pleno rodaje de 'Wagons East!' costándole a la productora 20 millones de dólares allá por 1994, y aunque más leve, la rotura de tobillo de Robert Downey Jr. mientras filmaba Iron Man 3 supuso el desembolso de unos 10 millones de dólares.
