'Chicas malas' se convirtió al principio de los 2000 en un referente visual y de guión en las producciones de los años venideros. 'Nación salvaje' nace como una cinta más en el marco de esta influencia, donde un grupo de cuatro chicas jóvenes disfrutan de su vida escolar. En el transcurso de su historia, el viaje narrativo de las protagonistas se vuelve totalmente distinto y la corrupción es palpable, al más puro estilo de otras cintas como 'Spring Breakers' o 'Tragedy Girls'. Películas con las que comparte tanto la espectacularidad del montaje, como la importancia de la iluminación, los colores y la música, y por supuesto, la violencia.
Lily (Odessa Young) es una lolita de dieciocho años semejante a la de Nabokov, que mantiene una relación de sexting con un vecino que tiene familia. Mientras tanto vive una vida apacible de fiestas, chicos e instituto, junto a sus tres amigas. De repente, una serie de filtraciones realizadas por un hacker empiezan a azotar a las figuras públicas del pueblo y posteriormente a casi todos los ciudadanos, lo que perjudica a la protagonista como posible autora del hackeo. El bullying a través de la red y su transposición a la vida real hacen acto de prensa. Cabe destacar en este momento que el nombre del lugar donde sucede no puede ser más acertado: Salem. Una caza de brujas que podría perfectamente ser traída hasta nuestros días.
Con la persecución y el señalamiento, la cinta de Sam Levinson ('Otro día feliz') cambia de género radicalmente hacia el thriller y el terror. Aparecen aquí escenas muy cuidadas, angustiosas y delirantes pero muy gustosas. En este punto es inevitable recordar cintas donde la tecnología y el miedo van de la mano, como 'Searching' o 'Eliminado', y otras tragicomedias similares a la cinta como 'Scream Queens', aunque mucho más madura. Las referencias e influencias de multitud de películas son manifiestas a lo largo de toda la cinta.
Empoderamiento femenino y LGBTIQ
Lily es una chica parecida al personaje de Emma Stone en 'Rumores y mentiras', que se enfrenta constantemente a que la sociedad la señale como una "puta". Tanto es así, que la propia protagonista acaba presumiendo de ello. Sus tres amigas, Em (Abra), Sarah (Suki Waterhouse) y Bex (Hari Nef) sufren lo mismo en conjunto: las miradas de la gente, el paternalismo y el heteropatriarcado exacerbado, la objetivación de la mujer... La película es sutil pero muestra multitud de críticas con escenas que a priori pueden parecer muy simples, como el masaje a los pies de una mujer hacia un hombre. En muchas ocasiones ellas mismas son partícipes inherentes de este sistema sin darse cuenta. No obstante, las cuatro se levantarán contra la sociedad opresiva con el apoyo de las demás féminas. No es casual que entre ellas existan distintas identidades de género o razas para demostrar el crisol de culturas.
'Nación salvaje' hace guiños constantes hacia el movimiento LGBTIQ. Primero la cinta denuncia la masculinidad tóxica y la homofobia de una sociedad que no deja ser libre al de al lado. Por otro lado, Bex es una chica transgénero que disfruta de la vida junto a sus amigas como puede hacer cualquier persona, aunque tenga que lidiar contra mucha gente que no la comprende. Se trata de la única realmente enamorada, un hecho que se agradece ya que esta clase de personajes suele relegarse siempre a un segundo plano y las películas suelen obviar sus vidas y sus emociones, más allá de su lucha interior.
Crítica a la sociedad estadounidense
Cuando las caretas y las turbas surgen en el momento menos esperado, 'Nación salvaje' podría convertirse perfectamente en un capítulo más de la saga 'La Purga'. En este caso su similitud es tanta que es imposible no sentir que es una parte más. No obstante, la fortaleza de la mujer y de los personajes femeninos y LGBTIQ hacen que el largometraje sea muy apetecible e incluso es presentado de una manera más atractiva que muchos de sus posible referentes iniciales.
La película continúa la valoración contra la sociedad actual, especialmente la estadounidense, a través de diversas metáforas y visualizaciones. Parece que la superioridad norteamericana que durante décadas asoló Hollywood da paso a una corriente crítica y necesaria. El uso de las armas y la violencia gratuita, los nacionalismos y la moralidad exacerbada, y su doble rasero, subyacen a lo largo de la cinta. No está exento el juicio hacia los políticos y las autoridades que apoyan e incluso alientan a la multitud enfurecida o giran la cabeza hacia lo que sucede. También encontramos una fuerte apreciación hacia las nuevas tecnologías y cómo utilizadas de forma incorrecta pueden ser muy perjudiciales. Nadie puede librarse de ellas y todos estamos controlados por los distintos aparatos. Debemos de ser conscientes del uso que nosotros mismos les damos.
Las advertencias del montaje del principio son totalmente ciertas acerca de las cosas malas que podemos encontrarnos en la cinta. Una declaración de intereses respecto a todo lo que 'Nación salvaje' intenta debatir. Una discusión totalmente comprensible y sana en una cinta atrayente y con personajes fuertes y fascinantes, que consiguen que sea un buen largometraje y no pase desapercibido.
Nota: 8
Lo mejor: La fuerte crítica hacia la sociedad actual contada a través de un grupo de jóvenes, al más puro estilo 'Chicas malas' o 'Spring Breakers'.
Lo peor: Que puede llegar a recordarnos a muchas otras cintas recientes.
