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LA CREADORA HABLA

'Nadie quiere esto' es un éxito en Netflix, pero no se libra de las críticas por sus estereotipos

Ante las críticas a los estereotipos, especialmente en los personajes femeninos, su creadora, Erin Foster, afirma que el objetivo de la serie de Netflix es "arrojar luz sobre la comunidad judía".

Por Pedro J. García Más 6 de Octubre 2024 | 16:10
Redactor y crítico pop. Me apasiona la animación y veo series por encima de mis posibilidades.

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Adam Brody y Kristen Bell en 'Nadie quiere esto'
Adam Brody y Kristen Bell en 'Nadie quiere esto' (Netflix)

La comedia romántica vive un momento dulce. El estreno el 26 de septiembre de 'Nadie quiere esto' se ha saldado con éxito para la serie de Netflix protagonizada por Kristen Bell y Adam Brody, que trata sobre el romance "imposible" entre una podcaster de sexo y un rabino poco convencional.

La gente se ha enganchado a esta divertida historia de amor, que a lo largo de su primera semana se ha colocado en los primeros puestos de las series más vistas de la plataforma de streaming. Joanne y Noah han enamorado a la audiencia y la cosa pinta bien de cara a una posible renovación para una segunda temporada, pero no todo son elogios para la serie.

Las mujeres judías de 'Nadie quiere esto' no salen bien paradas
Las mujeres judías de 'Nadie quiere esto' no salen bien paradas (Netflix)

'Nadie quiere esto' trata en gran medida sobre el choque cultural y religioso que se produce cuando la protagonista, una joven atea sin pelos en la lengua, se introduce en el seno de la comunidad judía tras enamorarse de un rabino en pleno proceso de separación de su novia. La serie aborda la situación con mucho humor, pero el tratamiento de algunos personajes y el uso de estereotipos sobre las personas judías no ha sentado bien a un sector de la audiencia.

En un ensayo para Glamour, publicado poco después del estreno de la serie, la autora judía Jessica Radloff se queja de cómo están representados los personajes femeninos judíos en la serie, donde son retratados como "mujeres controladoras y obsesionadas con el matrimonio que organizan cenas y rechazan a cualquier persona que no comparta sus sueños". Radloff también se queja del uso del término despectivo "shiksa" (que, por cierto, era el título original de la serie), utilizado de forma negativa para referirse a las mujeres no judías. Esto, según la autora, "es lo opuesto a lo que nos enseñan" y resulta más bien inoportuno en momentos como este, en los que "el antisemitismo está registrando sus niveles más altos desde el Holocausto".

Esas mismas críticas se han reproducido en redes sociales y en otros artículos, como el de TIME Magazine, donde Esther Zuckerman opina que la serie retrata a las mujeres judías como "mezquinas" y "las villanas definitivas de la historia". En ella, el frente femenino de la familia de Noah opone resistencia a Joanne por no pertenecer a su fe y, además, la juzga fuertemente por ser una mujer "libertina" que trabaja hablando de sexo. La madre de Noah (Bina), su cuñada (Esther, que la llama directamente "p*ta") y su exnovia (Rebecca) aparecen como las principales enemigas de la protagonista, a las que se debe enfrentar mientras trata de encontrar la manera de hacer que su relación con el rabino funcione.

Erin Foster con Adam Brody y Kristen Bell en el rodaje de 'Nadie quiere esto'
Erin Foster con Adam Brody y Kristen Bell en el rodaje de 'Nadie quiere esto' (Netflix)

Ante todas estas críticas, la creadora de la serie, Erin Foster, ha respondido en una entrevista con Los Angeles Times, donde asegura que el objetivo de la serie es "arrojar luz positiva sobre la cultura judía". "Creo que necesitamos historias judías positivas ahora mismo", dice Foster, que en la vida real se convirtió al judaísmo para casarse con su marido, inspirando así la creación de la serie con tintes autobiográficos.

"Me parece interesante que la gente se centre en los estereotipos del pueblo judío cuando tienen a un rabino como protagonista", continúa. "Un rabino joven, cool y atractivo que fuma maría. Eso es la antítesis de lo que la gente piensa que es un rabino judío, ¿no?". Y añade: "Si hubiera convertido a los padres judíos en dos hippies en una granja, entonces alguien escribiría 'Nunca he conocido a una persona judía que sea así. Claramente no sabes escribir personas judías, no sabes lo que estás haciendo y eso tampoco nos representa'". Para terminar, Foster aclara que quería explorar el judaísmo desde su propia perspectiva y "mi experiencia positiva siendo aceptada en la cultura judía, espolvoreando un poco de diversión y momentos educativos".

Entre lo más visto de Netflix

La polémica no ha impedido que Joanne y Noah conquisten al público, que no ha hecho más que elogiar la química que hay entre Bell y Brody. En su primera semana en Netflix, 'Nadie quiere esto' se ha metido en el top 10 de las series más vistas de la plataforma en 78 países, acumulando 10,3 millones de visualizaciones en todo el mundo, según datos oficiales.

Con esa cifra es la segunda serie más vista de la semana en Netflix a nivel global, solo superada por 'Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez'. Habrá que ver cómo le va en las siguientes semanas, pero es una buena señal con vistas a una posible segunda temporada.