La ceremonia de la 30ª edición de los Premios Goya estuvo cargada de emoción, música, cine y algún que otro bostezo. Aunque, sin duda, la gran sorpresa de la noche fue el triunfo de Natalia de Molina con el Goya a Mejor Actriz Protagonista por su trabajo en 'Techo y comida', el film de Juan Miguel del Castillo. Su papel de Rocío, una madre soltera desempleada que está a punto de ser desahuciada, le ha permitido conseguir su segundo Goya tras 'Vivir es fácil con los ojos cerrados'.
La actriz Inma Cuesta era la gran favorita por su papel en 'La novia', pero la jienense se alzó con este destacado galardón. Ni siquiera ella misma esperaba ser la elegida, arrebatando el premio a Cuesta, Penélope Cruz y Juliette Binoche. Su rostro fue todo un reflejo del gran momento que vivió De Molina cuando fue sorprendida por la noticia. La actriz, entusiasmada y con lágrimas en su cara, consiguió emocionar al público con uno de los agradecimientos más emotivos y espontáneos de la noche. Lamentablemente, no pudo terminar su discurso al ser interrumpido por la realización de la gala, evitando que escucháramos sus últimas palabras.
Después de la gala, la actriz ha querido gritar alto y claro aquello que le faltó escuchar a los espectadores. "No me dejaron acabar y decir lo que quería decir, así que lo grito por aquí: ¡Techo, comida y dignidad para todos", escribió la actriz en su cuenta de Twitter.
No me dejaron acabar y decir lo que quería decir, así que lo grito por aquí: ¡TECHO, COMIDA Y DIGNIDAD PARA TODOS! pic.twitter.com/6K1Dz4MbzC
? Natalia de Molina (@NataliadeMolina) febrero 7, 2016
"Este premio es por Rocío, por todas las Rocíos"
Tras ser galardonada, eCartelera.com tuvo la ocasión de hablar con ella para conocer sus primeras impresiones. Derrochando humildad, De Molina quiso dedicar el premio a todas las mujeres que atraviesan una situación similar a la de su personaje: "Este premio es por Rocío, por todas las Rocíos". La intérprete, notablemente emocionada, confesaba que "no hay una palabra que pueda definir" lo que siente, pero asegura que "tiene que ver con la felicidad" y con "la palabra gracias". A pesar de los nervios y la emoción del momento, la actriz realizó una reivindicación feminista en su discurso: "porque somos muchas mujeres, somos la mitad. Hace falta que se cuente la mirada nuestra".
