Menuda montaña rusa la última reunión de resultados trimestrales de Netflix. La plataforma de streaming desveló el jueves 19 de enero que han superado todas las previsiones de suscriptores que se tenían para los últimos meses del año, sumando 7,66 millones de suscriptores. Esperaban 4,5 millones de nuevos usuarios. En total suman ya 230,75 millones de suscriptores, también por encima de los 227,59 millones que pretendían tener al finalizar el año. Europa es el territorio que más crece (3,2 millones de cuentas nuevas).
Con estos fantásticos datos y habiendo dominado bastante la conversación gracias a los últimos coletazos de 'DAHMER - Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer' y los estrenos de títulos tan potentes como 'Miércoles' o 'Puñales por la espalda: El misterio de Glass Onion', Netflix cierra en alto el "annus horribilis" que apuntaba a ser 2022, el primer año en el que tuvieron que anunciar una pérdida de suscriptores. "2022 ha sido un año duro, con un inicio tortuoso pero con un final más esperanzador. Creemos que tenemos un camino claro para reacelerar el crecimiento de ingresos: continuaremos mejorando todos los aspectos de Netflix, lanzando el pago por compartir y construyendo nuestra oferta con anuncios. Como siempre, nuestra estrella polar seguirá siendo contentar a nuestros miembros y construir un beneficio incluso mayor con el tiempo" declaró la empresa, incidiendo en sus dos mayores apuestas para 2023: monetizar las cuentas compartidas y la publicidad.
Lo que más preocupará a los usuarios será ese fin del compartir contraseñas entre familiares o amigos que no conviven en la misma casa, detalle que Netflix incide que se encuentra en los términos y condiciones de la plataforma. Aseguran que más de 100 millones de hogares comparten su cuenta con personas que no viven en el mismo sitio, casi la mitad del total de usuarios de la plataforma. Aunque no especificaron detalles sobre cuándo empezarán a tomar medidas para restringir las cuentas compartidas, avisan que "los miembros de muchos países tendrán también la opción de pagar extra si quieren compartir Netflix con la gente con la que no viven".
Netflix no ha querido desvelar su objetivo de suscriptores para el primer trimestre de 2023, pero anuncian sobre el futuro que se acabó el gastar dinero a manos llenas para construir un catálogo: "Ahora que llevamos una década desarrollando nuestra iniciativa de programación original y la hemos ajustado con éxito, ya hemos superado la fase de mayor gasto intensivo. Como resultado, creemos que ahora empezaremos a generar flujo de efectivo anual sostenible y positivo a partir de ahora". Su previsión, aunque tienen en cuenta la incertidumbre actual en muchos territorios, es de lograr como mínimo 3 mil millones de dólares de flujo de efectivo este año.
Reed Hastings dimite como co-CEO
A pesar de los buenos resultados, el reporte a inversores vino con un auténtico bombazo: Reed Hastings abandona su puesto de CEO de la compañía. Hastings lleva en Netflix desde 1997, cuando cofundó la compañía como un servicio de alquiler de películas por correo. Él fue quien impulsó el salto a Internet y al streaming. El propio Hastings explicó que llevaba años preparando la transición, y ha elegido a Greg Peters, que era el jefe de operaciones de la empresa, como su sustituto. Peters ejercerá de co-CEO ya que Ted Sarandos continuará en su puesto. Bela Bajaria, jefa de televisión global, ha sido ascendida a jefa de contenidos, y Scott Stuber, jefe de películas globales, se convierte en el nuevo presidente de Netflix Film.
Hastings no será jefe de Netflix, pero no abandona la compañía porque seguirá al frente de la junta como jefe ejecutivo. Este cambio supone un importante recorte en su sueldo. Pasará de percibir unos 3 millones de dólares de salario anual y 17,3 millones de dólares en acciones a un salario base de 500.000 dólares y unos 2,5 millones de dólares en acciones. El tiempo que le deja este cambio de puesto pretende invertirlo en labores filantrópicas y "en que las acciones de Netflix vayan bien".