Nick Jonas abandona en 2013 el grupo 'Jonas Brothers', trío musical que formó con sus hermanos bajo el amparo de Disney con un éxito imparable. Tras la ruptura parece dispuesto a demostrar que su necesidad de expresarse individualmente estaba justificada, y que la ficción era su medio: después de conseguir credibilidad como actor con su participación en series como 'Scream Queens' o 'Kingdom', se pone a prueba en la gran pantalla con 'Goat', recién estrenada en Sundance.
En ella se adentra en el mundo de las fraternidades desde una perspectiva dramática, una reflexión sobre la madurez y la presión, sobre relaciones de dominación que sí, también revisten un lado sexual: "He practicado sexo y bebido mucho en mi vida, así que esas partes de la película son perfectamente reales en cierto modo", confiesa entre risas el intérprete. "Crecer es importante en el plano creativo, pero también en la vida en general; en la serie que hago hay mucho sexo y muchas drogas, así que esto no me resultó extraño."
"Pero es importante llevar por este viaje a tus fans, y es la responsabilidad de cualquier artista decir qué es lo que lo conecta con el proyecto, que te inspira, y con suerte, puedes hacer que se planteen las mismas preguntas que yo me he hecho a mi mismo", concluye Jonas.
Y es que no hablamos de un drama homoerótico y festivo, 'Goat' pone el dedo en la llaga, en la gran herida que amplía el drama vivido en las sociedades universitarias estadounidense en las que no solo se decide el camino catárquico entre la infancia y el mundo adulto: el machismo, la violencia y la dominación jerárquica regadas por litros de alcohol y secretismo construyen el marco común en el que el joven americano ha de definir su individualidad.
En este caso particular, el director Andrew Neel nos presenta a Bret (Ben Schnetzer) un estudiante de primer curso que entrará a formar parte de la fraternidad de su hermano mayor (Jonas) en busca de seguridad y status, aún perseguido por el recuerdo de la brutal agresión de la que es víctima unos meses antes."Es una película provocativa y espero que despierte la discusión", comenta el protagonista de 'Pride (Orgullo)', que se aleja del rol que lo ha hecho conocido. "¿Qué significa la masculinidad para una generación que busca un ritual de iniciación, que busca una definición de lo que supone "ser un hombre"?
"En el centro de todo está ese concepto actual de masculinidad, pero también la relación fraternal y el amor que no quieres, pero que sí necesitas. Pienso que hay una visión distorsionada por la imposibilidad de ser honesto y trasparente como hombre, especialmente a esa edad. Es un momento en el que estás empezando a descubrir quién eres y estás lleno de inseguridades", comenta Jonas.
Una relación fraternal que siempre es difícil, como él mismo ha vivido al ser el origen de la separación del grupo de música que lo hizo conocido. "Pero tengo que decir que tengo una relación muy estrecha con mis hermanos, sobre todo con Joe. De hecho, es en gran parte lo que tenía en la cabeza mientras rodaba la película. Después de hacerla he aprendido a darle una nueva perspectiva a esa relación, que antes no veía."
Buena recepción
Las primeras críticas después del estreno en el festival de cine independiente han sido positivas, resaltando la credibilidad de la pareja de actores a los que acompaña James Franco, y subrayando que aunque el papel del ex-músico es muy secundario, lo dota de "un vínculo muy real con el personaje protagonista, un relación que no es inmune a la violencia y la presión social, pero que de alguna manera se mantiene sana, en un sentido realmente profundo."
Y pese a que se pone en duda el efectismo de la historia, ahondando en los matices más sórdidos de este tipo de comunidad, deja altas las expectativas hasta su estreno en las grandes salas. Mientras esperamos, podremos ver a Jonas en su nueva serie sobre boxeo, 'Kingdom', en la que da vida a un luchador homosexual.