El último matrimonio de Nicolas Cage ha durado bien poco, pero de haber sido por decisión del actor, habría terminado tan solo a los cuatro días de haberlo contraído. Después de que el actor estadounidense se casara con la maquilladora Erika Koike en Las Vegas el 23 de marzo, se dispuso a anular el matrimonio los días siguientes, pero Koike se opuso a esta decisión y decidieron hacerlo por la malas, formalizando un divorcio.
Los motivos por los que Nicolas Cage se dirigió a anular su matrimonio con la maquilladora, según apunta TMZ, son que el actor no conocía el pasado delictivo de su compañera y la relación que ya mantenía con otra persona y alegó que existía un fraude.
Puesto que Cage no pudo deshacer la unión, pidió el divorcio a los 4 días y un juzgado del Estado de Nevada se lo ha garantizado el 31 de mayo. Sin embargo, la maquilladora contraatacó exigiendo en los juzgados que se hiciera una separación de bienes económica, aunque el matrimonio hubiese durado tan sólo 4 días.
Una boda tormentosa
Según el mismo artículo de TMZ, el caos que envolvía a la pareja y su unión era palpable desde horas antes de la boda, en la que ambos fueron vistos supuestamente peleando de forma acalorada en la capilla. Además, el día siguiente a la boda, varios fotógrafos los encontraron peleando de nuevo, ahora en la calle.
Al no haberse podido anular el matrimonio y haber tenido que divorciarse, legalmente Erika Koike ha sido su cuarta esposa después de la actriz Patricia Arquette, la hija de Elvis Presley, Lisa Marie Presley, y la camarera Alice Kim, que es la madre de su hijo Kal-El.
