Es muy probable que todo el que haya vivido su infancia en la década de los 90 haya tenido a Robin Williams como niñera en algún momento. Ya fuese disfrazado de adorable ancianita británica o escapando de animales salvajes en el pasillo de su casa, el humorista ha marcado a generaciones como uno de los actores más importantes del cine familiar.
El actor ha fallecido en California a los 63 años. A estas alturas, casi todos conocerán las presuntas causas de su muerte, pero en este In Memoriam vamos a dejarlas a un lado para recordar todas las veces que Robin Williams nos hizo reír a carcajadas. Todas las que nos conmovió. Todo el legado cinematográfico que hoy queda huérfano, y que nos deja a muchos de nosotros con un cachito menos de infancia. Sus personajes ya forman parte de la historia de la gran pantalla. Estos son algunos de los más importantes.
Popeye ('Popeye', 1980)
Su primer papel en la gran pantalla fue nada menos que del famoso personaje de tiras cómicas y cortos de animación. La película del marinero adicto a las espinacas fue criticada por ser poco realista, pero se sigue recordando el trabajo de Williams como el conocidísimo personaje.
Garp ('El mundo según Garp', 1982)
Tras 'Popeye', el actor protagonizó esta adaptación de la novela de John Irving en la que se puso en la piel de un escritor criado solo por su madre, que quería un hijo pero no un marido. Una cinta con mucho mensaje feminista que logró nominaciones al Oscar para John Lithgow y Glenn Close.
Adrian Cronauer ('Good Morning, Vietnam', 1987)
Uno de los primeros grandes papeles del actor nos llevaba a la guerra de Vietnam en 'Good morning, Vietnam', donde conocíamos a un irreverente DJ cuya misión era animar a las tropas norteamericanas. Pero poco a poco va descubriendo la cruda realidad de la guerra. Su grito de "¡Buenos días, Vietnam!" fue una de las primeras frases del actor que pasarían a la historia.
John Keating ('El club de los poetas muertos', 1989)
Este profesor protagonizó una de las escenas más recordadas de su carrera, 'El club de los poetas muertos'. Con su inspiración consiguió que sus alumnos se subieran a los pupitres al grito de "Oh capitán, mi capitán", y lucharan contra el status quo. Una película inspiradora, y uno de los momentos más conmovedores de Williams.
Dr. Malcolm Sayer ('Despertares', 1990)
Robin Williams se puso la bata de médico mucho antes de 'Patch Adams' para tratar a pacientes en estado catatónico en 'Despertares', en la que comparte el protagonismo con un gran Robert De Niro.
Parry ('El rey pescador', 1991)
Robin Williams se puso a las órdenes de Terry Gilliam en 'El rey pescador' para convertirse en un vagabundo que va diciendo por ahí que es un caballero buscando el Santo Grial. Jeff Bridges intentará ayudarlo al sentirse culpable por todo lo malo que le ha pasado. Uno de los momentos más curiosos de la carrera del actor.
Peter Banning ('Hook', 1991)
Posiblemente, el Peter Pan más curioso que nos ha dado el cine. Steven Spielberg se rodeó de estrellas en 'Hook (El capitán Garfio)' para contar cómo el personaje de cuento, ya adulto, regresa a Nunca Jamás para enfrentarse una vez más al Capitán Garfio, interpretado por Dustin Hoffman.
El Genio ('Aladdín', 1992)
En la versión original de este clásico de Disney 'Aladdin', Robin Williams cedía su voz al hombre que esperaba en una lámpara a su próximo amo. Grandísimo secundario, con muchos de los mejores momentos del carismático actor. Como él mismo cantaba, "no hay un genio tan genial".
Efigenia Doubtfire ('Señora Doubtfire', 1993)
No llegas a convertirte en cómico completo hasta que no te disfrazas de mujer, pero Robin Williams no nos presentó a una mujer cualquiera. Efigenia Doubtfire se ganó nuestros corazones con frases tan desternillantes como "mi primer día como mujer y ya tengo sofocaciones". Sin duda, el de 'Señora Doubtfire, papá de por vida' es uno de sus mejores personajes. Tras su repentina muerte, suponemos que la secuela está descartada.
Alan Parrish ('Jumanji', 1995)
Ante nuestros ojos vimos cómo un niño se convertía en un Robin Williams hecho y derecho, tras conseguir escapar de la maldición de un juego de mesa. En esta entretenidísima película, el actor se enfrentaba a un cazador, a rinocerontes, monos, elefantes y a todo un abanico de peligros salvajes. Admitámoslo, todos queríamos echar una partida de 'Jumanji', por muy arriesgado que fuera.
Armand Goldman ('Una jaula de grillos', 1996)
Robin Williams tuvo sus escarceos con la otra acera en 'Una jaula de grillos', en la que formaba pareja con Nathan Lane, pero que tenía que hacerse pasar por una familia heterosexual al uso para conseguir que el hijo de Williams (deslices de juventud) convenciera a un senador tremendamente conservador que es digno de la mano de su hija.
Jack Powell ('Jack', 1996)
Francis Ford Coppola dirigió a Williams como un niño grande llamado 'Jack', que debido a una enfermedad parece tener cuarenta años cuando debería ser un chaval. Una situación bastante típica del cine de comedia, pero con ese toque entrañable que le da el actor.
Profesor Phillip Brainard ('Flubber', 1997)
Aunque tuviese que competir en atención con un divertido moco verde en 'Flubber y el profesor chiflado', el actor seguía demostrando que como protagonista de cine familiar no tenía rival. Una de esas películas que supusieron un boom en su época.
Sean Maguire ('El indomable Will Hunting', 1997)
Y llegó el Oscar. El actor no perdió ni un ápice de carisma en uno de esos papeles dramáticos que salpicaban una filmografía dedicada a la comedia. En 'El indomable Will Hunting' intentó sacar lo mejor de un chico con mucho potencial pero malas compañías, interpretado por Matt Damon.
Chris Nielsen ('Más allá de los sueños', 1998)
Quizás demasiado infravalorada, Robin Williams resulta conmovedor en este cielo, que se llevó el Oscar a los efectos especiales, donde un hombre esperaba a su esposa después de morir, y por el que luchará cuando todo se tuerza. Merece la pena revisar 'Más allá de los sueños'.
Patch Adams ('Patch Adams', 1998)
Una carcajada puede ser la mejor medicina para muchas enfermedades, y la mejor película que supo mostrarlo fue esta comedia de Tom Shadyac titulada 'Patch Adams'. Ver al actor vestido de médico con una nariz roja es otra de esas imágenes que forman parte del recuerdo.
Andrew Martin ('El hombre bicentenario', 1999)
El actor también tuvo su hueco en la ciencia ficción con 'El hombre bicentenario'. En este caso poniéndose a las órdenes de Chris Columbus para convertirse en un androide que, poco a poco, va volviéndose más humano. Quién mejor que él para darle humanidad a un robot.
Sy Parrish ('Retratos de una obsesión', 2002)
El de 'Retratos de una obsesión' es uno de los personajes más oscuros de su filmografía. El actor se pone a trabajar en una tienda de fotografía en una hora y canaliza su soledad en una familia a la que solo conoce a través de las fotografías que revela.
Walter Finch ('Insomnio', 2002)
Gracias a Christopher Nolan, el actor pudo seguir explorando ese lado más oscuro de su filmografía con 'Insomnio', en esta ocasión como escritor de novelas policiacas. Un gran secundario para la película protagonizada por Al Pacino.
Teddy Roosevelt (Trilogía 'Noche en el museo', 2006)
Será uno de los últimos papeles que veremos del actor, cuando en Navidad se estrene la tercera entrega de la trilogía 'Noche en el museo'. Ben Stiller conoce a una réplica del presidente Roosevelt en sus noches como vigilante de museo. Aunque haya pasado de protagonista a secundario, Robin Williams ha seguido conquistando a niños y mayores hasta el último momento y se despedirá de la mejor manera posible: con cine familiar.
¿Cuál de sus personajes es tu favorito?