No pierdas de vista a Margot Robbie

Su participación en la televisiva 'Pan Am' junto a Christina Ricci la ayudó a situarse en el radar de los grandes directores, pero fue Martin Scorsese quien le dio la oportunidad de mostrarse al mundo, revelarse como un auténtico sex symbol y plantar cara al mismísimo Leonardo DiCaprio. Aquel fue un papel secundario, pero que supo exprimir al máximo. Y es que, además de los aplausos a su director y protagonista (quienes nuevamente se quedaron sin el preciado Oscar), de lo que más se hablaba era de la actriz australiana. Y razones no faltaban.

Ya copando la atención de portadas y fiestas de la industria la dupla Glenn Ficarra y John Requa (quienes nos trajeron la divertida 'Crazy, Stupid, Love'), se fijaron en ella para coprotagonizar, junto a Will Smith, 'Focus', un thriller con tintes románticos y de comedia que no terminó de encandilar a la crítica. Todo lo contrario que Robbie a la pareja de directores, quienes no han dudado en volver a contar con ella en su nueva comedia, 'Whiskey Tango Foxtrot', sobre las vivencias de una periodista en Afghanistan.

Su fichaje por el universo DC ha sido su puerta de entrada definitiva al star system de Hollywood. La intérprete se ha hecho con el rol de Harley Quinn, uno de los más golosos y más apreciados por el fandom. Ante el claro poderío de Disney, la gente de Warner estaba necesitada de dotar a su universo heroico de rostros que ya por sí solos pudieran atraer al público, y ahí entra nuestra protagonista (que por aquella época se había anunciado el proyecto de 'Capitana Marvel' para el que comenzó a sonar en sus primeras quinielas). Harley Quinn, en cuyas primeras aventuras no era más que una sidekick del Joker, en ocasiones love interest, poco a poco fue ganándose el cariño del público, hasta el punto de convertirse en uno de los personajes más vendidos de la editorial. Una ascensión similar a la de Robbie, que además de protagonizar 'Escuadrón Suicida', ya tiene en su agenda un futuro proyecto en solitario del alocado personaje.

Pero no solo de roles secundarios y promesas de protagónicos vive Margot Robbie. También ha tenido la oportunidad de probarse como estrella de la función, llevando gran parte del peso del proyecto. De momento inédito en nuestro país, el thriller sci-fi 'Z for Zachariah', presentado en Sundance en 2015, le ha servido para demostrar que puede liderar sin problemas una película y que se atreve con cualquier género. De hecho, entre sus futuros proyectos se encuentra el biopic de Tonya Harding, plata en los JJOO de Munich en 1991 en patinaje sobre hielo. Y con el siempre interesante Craig Gillespie en la dirección.

Los grandes estudios se pelean por ella para poder sumar su nombre al de sus proyectos con mayores aspiraciones comerciales. De momento Warner Bros. lleva la delantera en este sentido, pues a 'Escuadrón suicida' debemos añadir 'La leyenda de Tarzán', en la que encarna a la intrépida Jane Clayton, quien, según sus palabras, escapa en esta ocasión del clásico rol de damisela en apuros. Sabedora también de que esta es una carrera de fondo, Robbie no descuida los proyectos de carácter más independiente, como 'I, Tonya', o el debut tras las cámaras de Vaughn Stein, con Simon Pegg como compañero de función.