Pese que el cine francés es la industria cinematográfica más potente de Europa (y la más exportadora), su star-system no es tan conocido fuera del circuito cinéfilo. Aunque el público en general conoce a grandes estrellas como Catherine Deneuve, Isabelle Huppert, Jean Reno, Juliette Binoche o Gérard Depardieu, pero cuando se habla de Gaspard Ulliel, Adèle Haenel, Gilles Lellouche o Virginie Efira, es cuando surge la pregunta de quiénes son (pese a que después sus caras sí son reconocidas a la hora de acudir al cine).
Es el caso de Guillaume Canet, un actor consagrado, perteneciente a la generación de estrellas que triunfó en el cine de inicios de los 2000. Su andadura en la profesión fue relativamente tardía, puesto que su vocación inicial fue ser jinete de salto ecuestre. De hecho, sus padres, Philippe y Marie-Antoinette Canet, se dedican a la cría de caballos y tienen una granja de sementales en la región de Rambouillet. Fue con 18 años, tras una mala caída, cuando decide cambiar de profesión.
Uno de los grandes actores de su generación
Tras estudiar en la escuela de teatro Cours Florent, empieza a triunfar en el teatro, para posteriormente tener pequeños papeles en televisión. En 1997, con 24 años, le llegó su primer papel protagonista en el cine, el de Luc en el thriller 'Barracuda', en el que compartió cartel con el gran Jean Rochefort. Ese fue el inicio de una carrera que ha ido en continuo ascenso, aunque no exenta altibajos, en la que también ha triunfado al otro lado de la cámara, rodando con éxito títulos como 'No se lo digas a nadie' o 'Pequeñas mentiras sin importancia'.
Aunque en su Francia natal es una estrella consagrada, habiendo trabajado con directores como Christian Carion, Danis Tanovic, Cédric Kahn, Emmanuelle Bercot, André Téchiné u Olivier Assayas, Canet ha hecho sus pinitos en el cine de Hollywood, de la mano de Danny Boyle y Stephen Frears. Marido de una de las francesas más internacionales, Marion Cotillard, es momento de hacer un breve repaso por la carrera de Guillaume Canet.
No pierdas de vista a Guillaume Canet
Inicio tardío, rápido reconocimiento
Como se ha comentado antes, sus inicios fueron tardíos pero rápidamente pudo verse el talento interpretativo de Guillaume Canet. Tras protagonizar 'Barracuda' (1997) al lado del gran Jean Rochefort, el intérprete obtuvo el premio al mejor actor en el Festival Internacional de Jóvenes Realizadores de San Juan de Luz. Justo un año después protagonizó 'Decreto de inocencia' (1998), dirigida por Pierre Jolivet y por la que fue nominado al César al mejor actor revelación.
Surgía así una joven promesa, que empezaba a hacerse un hueco en el circuito cinéfilo francés, pero que todavía no lograba convertirse en una estrella para el público en general. En 1999 participó en 'Je règle mon pas sur les pas de mon père' y un año después estuvo en 'La fidelidad' (2000), dirigida por Andrzej Zulawski y en la que compartió cartel con Sophie Marceau y Pascal Greggory.
'Quiéreme si te atreves', el sleeper que le impulsó
Su ascenso hacia la popularidad se interrumpió con 'Vidocq' (2001), el desastre comercial de Pitof (logró quedar en un segund plano tras el fiasco de 'Catwoman' en 2004) en el estuvieron también Gérard Depardieu e Inés Sastre. Tras tomarse un breve descanso, en el que dirigió su primera película, en 2003 protagoniza 'Quiéreme si te atreves', dirigida por Yann Samuell y en la que compartió protagonismo con la que sería varios años más tarde su esposa, Marion Cotillard.
Pese a dividir a la crítica del momento, 'Quiéreme si te atreves' fue un éxito absoluto de taquilla, un verdadero sleeper que cruzó fronteras. En plena era 'Amélie' (2001), esta particular propuesta romántica se la vio como su digna sucesora. Aunque Cotillard acabó consagrándose en su país con 'Largo domingo de noviazgo' (2004), para Canet fue el impulso que necesitaba en su carrera para considerarse una estrella en Francia. Entre lo más recordado, está su fabulosa banda sonora, compuesta por Philippe Rombi, compositor habitual de François Ozon.
Aventura en Estados Unidos
Aunque Guillaume Canet es una estrella reconocida en su Francia natal, ha hecho sus pinitos fuera del cine galo. Su primera toma de contacto fue con 'El cielo del Bronx' (2000), una coproducción entre Estados Unidos y Francia y en la que compartió cartel con Burt Young. Pero su participación más famosa en Hollywood es en la polémica 'La playa' (2000), dirigida por Danny Boyle y que la crítica rechazó aunque fue un éxito en taquilla.
Tras 'La playa', Canet se ha prodigado poco por el cine anglófono, en 2010 participó en 'Solo una noche', dirigida por Massy Tadjedin y en la que interpreta a un antiguo amor francés de la protagonista, Joanna (Keira Knightley). La crítica tampoco la apoyó y su recaudación fue muy modesta.
Sus otros tres intentos han sido con el remake de la cinta 'Rivales' (2008), que el propio Canet protagonizó con François Cluzet, que el propio actor se encargó de dirigir y que tituló 'Lazos de sangre' (2013) y que protagonizaron Clive Owen y Billy Crudup. Otra aparición fue en la coproducción británica 'The Program (El ídolo)' (2015), que protagonizó Ben Foster. En 2016 estuvo en 'El asedio de Jadotville', al lado de Jamie Dornan y Mark Strong.
'Mi ídolo' y 'No se lo digas a nadie', su éxito como director
Sus inicios como director vinieron, en parte, tras el fracaso comercial de 'Vidocq' (2001), que le hicieron replantearse su carrera. Surgió así su primera experiencia como director y también como guionista de un largometraje (anteriormente ya había escrito un par de cortos y dirigido un capítulo de una serie de televisión y cuatro cortos). En 2002 estrena 'Mi ídolo', que protagonizó también junto con François Berléand, Diane Kruger y Philippe Lefebvre (que también coescribó el libreto).
El resultado fue estupendo, logrando que más de 560.000 espectadores vayan a ver su primer filme como realizador y obteniendo dos candidaturas en los premios César, una de ella a la mejor ópera prima. Esto le incentivó a dirigir el que ha sido su mayor éxito en términos de crítica y prestigio: el thriller 'No se lo digas a nadie' (2006).
Thriller criminal protagonizado por François Cluzet, André Dussollier, Kristin Scott Thomas y Marie-Josée Croze, la cinta obtuvo cuatro premios César, entre ellos el de la mejor dirección para Canet. Con su segundo largometraje, el actor ya había mostrado que, además, era un buen director.
'Feliz Navidad', 'Juntos, nada más'. Su consolidación como estrella versatil
Después de haber protagonizado con éxito títulos como 'Feliz Navidad' (2005) o 'La clef' (2007), protagoniza la comedia romántica 'Juntos, nada más' (2007), en la que comparte cartel con una de las reinas de este género en Francia, Audrey Tautou. Ese mismo año estrena el drama 'Darling', dirigida por Christine Carrière y protagonizada también por Marina Foïs.
Estos tres largometrajes demuestran la versatilidad de Guillaume Canet, al ser capaz de actuar con solvencia en un thriller, en una comedia romántica y en un drama social. Años más tarde, lograría consolidarse como actor polivalente con títulos como 'El último vuelo' (2009), 'El caso Farewell' (2009), 'Una vida mejor' (2011) o 'La guerra de los botones' (2011), películas muy diferentes que convirtieron a Canet en un intérprete con una solvencia interpretativa sólida.
'Jappeloup', su reencuentro con la hípica y otros retos artísticos
Como se ha comentado al inicio, la primera vocación de Guillaume Canet estuvo relacionada con la equitación. Pero tras su accidente, en el que casi pierde la vida, abandonó el mundo de la hípica durante muchos antes. Pero esa pasión renació gracias a su otra vocación, la de actor. En 2013 protagoniza 'Jappeloup. De padre a hijo', biopic del jinete Pierre Durand, con el que redescubre su pasión por la hípica, volviendo a competir en salto ecuestre, entre 2012 y 2017 compitió en 623 evento, ganando 33, participando en competiciones internacionales en Cannes, Le Mans o Fontainebleau.
Tras ese redescubrimiento, Guillaume Canet se enfrentaría a otros retos interpretativos. En 2014 se puso bajo las órdenes de André Téchiné en 'Riviera francesa', un drama basado en hechos reales. Ese mismo año fue candidato al César al meterse en la piel de un peligroso asesino en serie en 'La próxima vez apuntaré al corazón'. En 2015 tuvo el desafío de encarnar al célebre escritor Émile Zola en 'Cézanne y yo' y dos años más tarde interpreta a un padre desesperado en busca de su hijo desaparecido en el thriller 'Perdido' (2017). En cada una de estas películas, su trabajo fue muy bien valorado por la crítica, consolidándose como un actor maduro, en la línea de Romain Duris o Jérémie Renier.
Diane Kruger y Marion Cotillard, las mujeres de su vida
Sacando el espíritu de Bekia, Guillaume Canet es también conocido por haber sido (o ser) marido de actrices de amplio recorrido internacional. En 1999 comenzó una relación con la actriz alemana Diane Kruger, por aquel entonces una desconocida. Se casaron en 2001. Debido a que en los 2000 fue cuando ambos vieron impulsadas sus carreras, las continuas ausencias por motivos laborales enfriaron la relación y se divorciaron en 2006. aunque desde entonces son muy buenos amigos.
Desde 2007, Canet comparte su vida con la actriz Marion Cotillard, con la que coincidió en 'Quiéreme si te atreves'. Ese año, ella gana el Oscar por ser Édith Piaf en 'La vida en rosa', lo que le impulsa su carrera a nivel internacional. Pese a ello, ambos han logrado convertirse en una de las parejas más estables del cine francés, siendo conocidos por su máxima discreción, aunque eso no impide que se muestren públicamente como pareja. Ambos tienen dos hijos, Marcel, nacido el 19 de mayo de 2011, y Louise, nacida el 10 de marzo de 2017.
'Pequeñas mentiras sin importancia', su cambio al cine costumbrista
En 2010, Guillaume Canet da un giro a su carrera como director con 'Pequeñas mentiras sin importancia', convertida en uno de los símbolos del éxito internacional del cine francés, al tener todos los elementos que hacen que sus filmes sean rápidamente exportables, al combinar una mirada de autor con un tono feel-good que logró conquistar en su país natal a más de 5,4 millones de espectadores y logrando una recaudación superior a los 45 millones de euros en todo el mundo.
Este cambio de tercio pudo verse, aunque de forma menor, en la comedia de 'Cosas de la edad' (2017), en la que Canet hace una parodia de su vida en común con Marion Cotillard. Tras una recepción tibia (solo consiguió superar el millón de espectadores en Francia), el actor y director ha traído la secuela de 'Pequeñas mentiras sin importancia', 'Pequeñas mentiras para estar juntos', que ha obtenido más de 19 millones de euros en taquilla y ha superado los 2,7 millones de espectadores.
'Dobles vidas' y 'El gran baño'. Mirada de autor y mirada comercial
Una de las mayores virtudes en la carrera de Guillaume Canet es haber combinado éxitos comerciales con otros más autorales, como también de los llamados mixtos. En el primer caso, ha triunfado en cintas como 'La playa', 'Juntos, nada más', 'La guerra de los botones', 'Pequeñas mentiras sin importancia' (esta como director) o 'El gran baño' (el gran éxito francés de 2018).
En el segundo caso, ha destacado con estupendas interpretaciones en 'Riviera francesa', 'Dobles vidas' (dirigida por Olivier Assayas y con Juliette Binoche) u 'Au nom de la terre', inédita en España. En el caso de las producciones mixtas, ha sabido brillar con 'La próxima vez apuntaré al corazón', 'Feliz Navidad' o 'No se lo digas a nadie' (como director).
Será Astérix
Guillaume Canet dará otro giro radical en su carrera de actor y director. En octubre de 2019 se anunció que será el director de la nueva película en imagen real de la saga 'Astérix' y que, además, será también el protagonista. Con lo cual, Canet cogerá el testigo de Édouard Baer, que interpretó al sagaz galo en 'Astérix y Obélix: Al servicio de su majestad' (2012), la última cinta de la franquicia live-action hasta el momento.
El actor ya compartió una imagen en su cuenta de Instagram caracterizado como Astérix junto con Gilles Lellouche, que interpretará a Obélix, sustituyendo a Gérard Depardieu. La cinta se titulará 'Astérix et Obélix: L'empire du milieu' y se estrenará en 2020.