La madurez de los actores jóvenes queda plasmada en la gran pantalla a medida que avanzan en sus carreras de manera más o menos acertada, convirtiéndonos en testigos de su evolución y metamorfosis. Saoirse Ronan ya demostró una madurez fuera de lo normal con su primera gran oportunidad en el cine, y desde entonces se ha dedicado a confirmarnos de manera habitual que aquel éxito no fue mera casualidad, sino que fue la consecuencia de un talento del que se podrá sacar mucho más provecho.
Sin dejarse llevar por las trivialidades de los premios, Ronan no ha puesto freno a su carrera tras unos ajetreados primeros meses de 2016. Recientemente debutó en Broadway con una nueva versión de 'El crisol', la reconocida obra teatral de Arthur Miller. Como protagonista de esa interesante producción ha conseguido un nuevo logro en su carrera profesional, la cual floreció en 2003, cuando tenía tan solo 9 años. Pero no se va a olvidar del cine ni mucho menos.
Esta joven nacida en el Bronx, pero criada en la Irlanda de sus padres, se dejará ver en varios proyectos próximamente. Este mismo año aparecerá en 'Loving Vincent', película que volverá a retratar a Van Gogh; y además protagonizará la adaptación de 'La gaviota', una de las obras de teatro más prestigiosas de Antón Chéjov. Por si eso no fuera suficiente, el año que viene podremos verla como protagonista del debut en solitario como directora de Greta Gerwig, una pareja que promete mucho. Pero antes de todo esto ha dado una serie de pasos que han provocado que se convierta en una actriz imprescindible:
No pierdas de vista a Saoirse Ronan
Arranque extraordinario
Tras su debut en televisión, se estrenó en el cine con 'El novio de mi madre' en 2007. Pero ese año quedaría marcado por otra película y otro director. 'Expiación: más allá de la pasión' puso a Ronan en la platea internacional. De la mano de Joe Wright, la joven de 13 años nos brindó un recital interpretativo que le valió su primera nominación al Oscar, siendo una de las personas de edad más reducida en conseguir ese prestigioso reconocimiento. Un despegue increíble para una carrera que ha confirmado las esperanzas de los académicos hace casi una década.
Deslumbrando a genios
La vorágine de los premios pilló a Ronan ya ligada a un ambicioso proyecto. Peter Jackson quería que una desconocida protagonizara 'The Lovely Bones', razón por la que decidió contratar a esta actriz de la que nadie había oído hablar. Cuando le envió un vídeo con su audición desde Irlanda, sin necesidad de quedar con ella en persona para contrastar la decisión en vivo y en directo, Jackson se apresuró en contar con su talento, pero se acabaría viendo frustrada su intención de que nadie conociera a la actriz protagonista con tanta nominación. Un año más tarde, en 2011, Ronan amplió la lista de reconocidos directores con los que había trabajado con el nombre de Peter Weir.
Mejor alejada de las franquicias
Después del sonoro fracaso que sufrió 'City of Ember' en taquilla, Ronan se mantuvo alejada de potenciales franquicias, hasta que se puso al frente de 'The Host'. La cinta de Andrew Niccol también se tropezó estrepitosamente en taquilla, con una recepción poco favorable por parte del público. Lo cual debe haber distanciado aún más a la actriz de este tipo de proyectos. De hecho, podría haber formado parte del Universo Cinematográfico de Marvel, ya que fue la primera opción para interpretar a Bruja Escarlata en 'Vengadores: La era de Ultrón', pero rechazó la propuesta, ligándose a proyectos de mayor calado.
Pastelera andersoniana
Entre esos proyectos nos encontramos con la última película de Wes Anderson, 'El Gran Hotel Budapest', en la que Ronan interpretó a una joven pastelera, objeto del enamoramiento del botones protagonista de la cinta. Irrumpió a las mil maravillas en el particular universo de Anderson, destacando entre un reparto plagado de estrellas. Además, se convirtió en la segunda producción en la que participaba que recibía la nominación a mejor película en los Oscar, y no sería la última.
De perdidos al río
Si se mira más allá de los tibios -siendo generoso- comentarios que le dedicaron los medios especializados a la ópera prima de Ryan Gosling tras las cámaras, 'Lost River', se encontrará uno con muchos aspectos a tener en cuenta. Además de la fuerte personalidad demostrada por su director, cabe destacar el fantástico trabajo de Ronan, que, junto a Ben Mendelsohn, era de lo más atractivo de una película con un reparto que desbordaba tanto talento como demencia destilaba la producción. Una demencia que no significa necesariamente falta de calidad.
Experta nominada
Para aquellos que miden la calidad de un intérprete por el número de nominaciones al Oscar, Ronan ya cuenta con las suficientes como para no apartar la mirada de ella en lo que le queda de carrera. Este año volvió a atravesar la alfombra roja del Dolby Theatre como nominada, esta vez por su impresionante trabajo en 'Brooklyn', que bien podría haberle valido la victoria. Entre dos amores, nos ofreció uno de los mejores trabajos de una carrera que sigue avanzando a una velocidad pasmosa. Y si recordamos que acaba de cumplir 22 años, el mérito parece aún mayor. Así que no la pierdas de vista, porque todavía tiene mucho que decir y que hacernos decir.