Este 2022 se han cumplido 25 años del estreno de 'Titanic' y 26 de una noche muy peculiar y de un misterio: ¿quién drogó al equipo de la película con una sopa de almejas? Esta historia que ha recuperado Vulture para conmemorar el aniversario es probablemente la más loca y divertida de aquel rodaje.
Era la noche del 9 de agosto de 1996 y 'Titanic' se rodaba en los platós Halifax de Nueva Escocia, en concreto allí se grabaron las escenas del equipo de expedición que busca los restos del barco y encuentra el collar de Rose. Llegó la hora de cenar y el servicio de catering sirvió sopa de almejas, pero no una sopa normal, una sopa aderezada por PCP, también conocida como polvo de ángel, píldora de la paz o hierba mala, vamos, fenciclidina. ¿Sus efectos? Principalmente alucinógenos. "Teníamos una habitación para operarios y electricistas y uno de los chicos se puso a hablar muy, muy rápido", recuerda Jake Clarke, técnico de la película, "Es un tío grande, de casi dos metros, y nos dice: «¿Os encontráis bien? Porque yo no. Siento que estoy colocado, y créeme, lo sabría». Simplemente lo estaba soltando así y justo cuando estaba diciendo esto vimos a James Cameron corriendo por la puerta y a un extra corriendo detrás de él. Decía «¡Hay algo en mí! ¡Sacádmelo!»".
Ni Leonardo DiCaprio ni Kate Winslet participaban en esa parte de la película, por lo que no estaban aquel día en el set, pero el que sí andaba por allí y se comió la mágica cena fue Bill Paxton: "Fue un verdadero amor", recuerda el decorador Claude Roussel a Vulture, "Se sentó a mi lado en el pasillo del hospital y se quedó disfrutando del colocón. Mientras tanto, los operarios iban por el pasillo haciendo caballitos en sillas de ruedas". Roussel solo tiene una forma de describir todo aquello: "fue una experiencia extraña".
Tan surrealista que solo puede ser verdad
Cuando en 2009 Cameron habló de esta anécdota con Vanity Fair dijo: "La gente se puso a gemir y llorar, lamentándose y desplomándose sobre mesas y camillas. Y el director de fotografía, Caleb Deschanel, dirigía a parte del equipo por el pasillo en una conga muy ruidosa. No te puedes inventar este tipo de cosas".
Las autoridades nunca llegaron a averiguar quién había puesto la droga en la sopa y gran parte del equipo acabó en el Hospital General de Dartmouth. Clarke fue de los pocos que no comió nada de sopa, así que se quedó en el estudio hasta cerca de las 4 de la mañana. Cuando estaba llegando el bajón y la euforia iba disminuyendo, el técnico se encontró con Cameron y Paxton: "Tenían los ojos de color rojo remolacha, era increíble, Jim (James Cameron) tenía una botella de whisky escocés y Bill Paxton una bolsa enorme de porros porque era un auténtico fumeta. Me tengo que reír porque no tomé la sopa y acabé ahí, en el tráiler, fumándome un porro".
Además de celebrar un cuarto de siglo de 'Titanic', Cameron acaba de estrenar este año 'Avatar: El sentido del agua', la secuela tardía de 'Avatar' 13 años después, y la tienes ya en cines.