El arranque de la tercera edición del Festival de Cine Fantástico de Madrid, Nocturna, ha sido de lo más variopinto. A saber: 'Indigenous' con el chupacabras como pesadilla para unos incautos turistas, Alexandre Aja dejándose los cuernos en 'Horns', la ciencia ficción descafeinada de 'De día y de noche', los mundos "oníricos" de 'Another', las casas encantadas de 'The House on Pine Street' y la sangría de 'Lost After Dark'.
Como nos gusta arriesgar, para este primer día hemos pasado de la Sección Oficial y la inauguración, abrazando las secciones paralelas y la locura de Oficial Madness. Y la jugada no ha sido mala. El inicio presagiaba lo peor, pero la jornada ha ido en un in crescendo constante.
Focus: 'De día y de noche'
La propuesta era de lo más interesante. Debido a los problemas derivados de la superpoblación las autoridades deciden implantar una enzima en los ciudadanos y dividirlos según el Sol, esto es, la mitad de la población vive durante el día, y la otra mitad en la noche. El problema viene cuando la película no tiene muy claro que quiere contar ni la forma de hacerlo.
Alejandro Molina, su director, empieza con dudas y la trama tarda bastante en coger forma y definirse. Una vez lo hace entra a explorar este futuro distópico con bastante acierto, presentando diferentes dilemas éticos derivados de la situación y un conflicto que si bien no sabemos muy bien de qué se trata, sí que logra mantener el interés sobre los protagonistas. Pero, de repente, al cineasta le entran prisas y dilapida todo lo construido hasta entonces. Muestra un total desinterés por el conflicto (el cual soluciona con una frase de diálogo) y planta la cámara para que los dos protagonistas puedan pasearse ante ella. La posible metáfora sociopolítica da paso a la pretenciosidad estilística, de imágenes bonitas sin ningún fondo y planos contemplativos, eternos, hasta que mueren sus personajes.
Panorama: 'The House on Pine Street'
Las casas encantadas vuelven a estar de moda. Tanto es así que, aunque de forma fallida, Hollywood se ha atrevido incluso a actualizar 'Poltergeist'. De ahí que esta primera jornada no podía dejar pasar la ocasión de ofrecernos nuestra ración de pesadillas domésticas.
'The House on Pine Street' nos presenta a un joven matrimonio que deja la gran ciudad para instalarse en la pequeña población en la que creció la mujer (y futura madre). Se trata de una mudanza temporal, hasta arreglar unos asuntillos. Sin embargo ella, y solo ella, empieza a notar una presencia extraña en su nuevo hogar. La película juega, por un lado, con los esquemas de los poltergeist y las casas encantadas; y por otro, busca sembrar la duda acerca de si lo que vemos es real o es cosa de la psique de la protagonista. Una propuesta notable, que intenta aportar algo al género y en la que destaca la actuación de Emily Goss. Un poco de tijera, sin embargo, no le habría venido mal para redondearla.
Oficial Madness: 'Lost After Dark'
A los pocos minutos de abrirse la reserva para los medios acreditados, volaron las entradas para la ópera prima de Ian Kessner. No era mala señal. Y tener a Robert Patrick en el reparto tampoco. Así, los posibles prejuicios ante otro slasher que homenajea los clásicos del género dieron paso a la expectación. ¡Y vaya si se cumplieron!
La película busca engatusar a su público potencial desde el principio, ambientando la acción a principios de los años 80, en la noche del baile del instituto, con un grupo de amigos dispuestos a pasar un fin de semana de lo más fiestero... los elementos que conforman el slasher modelo están sobre la mesa. Quiere ser consciente de sí misma y que el espectador entre en el juego, por ello se viste al más puro estilo Grindhouse que pusieron de moda Quentin Tarantino y Robert Rodriguez y da a su fotografía ese toque de 35mm desgastado, con rollos a los que les faltan partes... 'Lost After Dark' usa muy bien el humor y la tensión, jugando con las expectativas de todo el mundo, dando la vuelta a algunas constantes y arquetipos del género.