Se acabaron los dramas. Se acabaron los abogados, las reinas, las criadas, los políticos, los sucesos extraños, los parques temáticos más avanzados de la historia y las lágrimas en (y de) familia. Es decir, todo bien con 'Better call Saul', 'The Handmaid's tale', 'House of cards', 'Stranger things', 'Westworld' y 'This is us', aquí hemos venido a reírnos. O lo que es lo mismo, aquí hemos venido a hablar de 'Atlanta', 'Black-ish', 'Master of none', 'Modern Family', 'Silicon Valley', 'Unbreakable Kimmy Schmidt' y, claro, 'Veep', las series nominadas a Mejor Comedia en la próxima edición de los premios Emmy.
Siete propuestas tan diferentes como, en cierta manera, complementarias, con las que la comedia televisiva se ha reivindicado un año más frente a las obras más intensas, solemnes y oscuras que podemos ver en la pequeña pantalla. No hay géneros menores, eso está claro, y hacer llorar o impactar al espectador con grandes dramas no es más complicado, ni muchísimo menos, que hacer reír. Por eso, es algo más que necesario aplaudir a estas nominadas a modo de entregado respeto. Y agradecimiento.
Y es que, es más que evidente que estamos en un momento en el que las risas se han convertido en algo parecido a una tabla de salvación para una sociedad cansada de malas noticias, por lo que el valor de estas comedias es aún mayor, convirtiéndose casi en algo imprescindible. Por eso, y aunque los Emmy escojan solamente una de ellas como la gran ganadora, estas siete series ya han jugado un papel admirable en este tenebroso y decepcionante 2017. Y eso está por encima de cualquier premio.
Nominadas al Emmy a Mejor Comedia 2017
'Atlanta'
La reciente ganadora del Globo de Oro a Mejor Serie de Comedia llega disparada a los Emmy con una importante cantidad de opciones de salir victoriosa. Argumentos, desde luego, no le faltan. Con ese tridente de intérpretes principales formado por Donald Glover, Emmett Hunter y Keith Stanfield, capaces de aportar puntos extra a cada capítulo, la serie se apoya en una sorprendente elegancia visual y en unos guiones de acero en los que las carcajadas se combinan con sutileza ejemplar con pequeñas dosis de drama que van surgiendo de la manera más natural posible.
Y ahí llegamos a otra de las grandes virtudes de 'Atlanta', la destreza con la que consiguen que el espectador se crea y entienda a todos y cada uno de sus personajes, incluso cuando sus decisiones parecen no tener demasiado sentido común. A la reina 'Veep' le ha salido una contrincante de peso. Pensar que puede terminar llevándose el galardón a casa empieza a ser más una apuesta segura que una idea descabellada.
'Black-ish'
'Black-ish' se presenta a la noche de los Emmy como la opción más inofensiva y acomodada de las siete series nominadas a Mejor Comedia, pero eso no nos debería servir de excusa para desecharla sin mayor interés. La propuesta creada por Kenya Barris y liderada por Anthony Anderson y Tracee Ellis Ross tenía un punto de partida del que, desde luego, se podría haber sacado mucho más, pero aquí hemos venido a hablar de risas y, si eso es lo que estamos buscando, 'Black-ish' es una opción más que recomendable.
A falta de mala baba, carcajadas, un reparto entregado a la causa y gags realmente efectivos. No es poca cosa en los tiempos que corren. Sus opciones de victoria son mínimas, salvo que la Academia haya retrocedido un par de décadas en su mentalidad y sus gustos, pero su presencia en la gran noche de la televisión no deja de ser tan comprensible como acertada.
'Master of none'
Con su primera temporada, 'Master of none' consiguió una legión de apasionados admiradores que encontraron en la figura de su creador, guionista y protagonista, el genial Aziz Ansari, una especie de nuevo Woody Allen (otro más) capaz de condensar los aspectos más complejos del ser humano en pequeñas joyas de treinta minutos. La cuestión es que, justo en el lado contrario del ring, se situaron muchos espectadores que despotricaron de la serie con el siempre perezoso argumento de que no ocurría nada en ella, que todo estaba lleno de diálogos y personajes vacíos, sin gracia y con exceso de pedantería.
Unas críticas feroces que, sin embargo, se han apaciguado de manera considerable gracias a una segunda temporada que llega a los Emmy rodeada de aplausos y halagos. Todos ellos merecidos. Ansari ha cogido lo mejor de la anterior colección de capítulos y le ha inyectado poesía, melancolía, homenajes cinematográficos realmente emocionantes y una sensibilidad que se intuía pero que, al fin, ha terminado explotando desde la misma sutileza. La segunda temporada de 'Master of none', pase lo que pase en los próximos Emmy, ya es, o debería ser, historia de la televisión reciente.
'Modern Family'
Si nos ponemos a mirar la cantidad de premios y reconocimientos obtenidos por 'Modern Family' hasta la fecha, es bastante probable que lleguemos a marearnos. Pero, claro, ocho temporadas dan para mucho, y si encima son de un nivel tan alto, poco en contra se puede argumentar. A estas altura de la película, o de la serie, no se puede añadir nada a todo lo dicho durante casi una década, estamos ante una de las grandes comedias de la historia de la pequeña pantalla, repleta de personajes que ya se han instalado cómodamente en la memoria colectiva de una generación de espectadores que sigue riendo sin parar con cada uno de sus gags.
Por eso, y aunque sus últimos episodios no han estado a la altura de los mejores momentos de la serie, su presencia entre las nominadas a Mejor Comedia de los próximos Emmy es algo que se sitúa por encima de lo comprensible. Era una obligación. Y con todas las razones del mundo. Además, ahora que se ha anunciado su final definitivo tras dos temporadas más, los agradecimientos disfrazados de estatuillas podrían empezar a aparecer sin miedo.
'Silicon Valley'
Sí, cuatro años después la informática sigue siendo divertida. Divertidísima. Y es que, por encima de dragones, muertos vivientes e inviernos que terminan llegando a la misma velocidad de los cuervos más perezosos, HBO también se permite hacernos reír con series como 'Silicon Valley', una comedia que, desde su estreno el pasado 2014, ha sabido evolucionar de la mejor manera posible.
Es decir, manteniendo la esencia de su humor y el carisma de sus personajes, absolutamente abrumador, pero aportando mayores momentos de reflexión e intimidad a su trama principal, llevando la historia al límite sin perder el control en ningún momento. Su última temporada ha estado llena de riesgos que, en la mayoría de ocasiones, podrían haber salido mal, muy mal, pero que Mike Judge y los suyos han sabido convertir en triunfo. Los Emmy, quizá, decidan recompensar la valentía de una serie cuyo futuro está lleno de posibilidades y expectativas. Y (casi) todos contentos.
'Unbreakable Kimmy Schmidt'
No hay opción para el respiro. 'Unbreakable Kimmy Schmidt' no se ha permitido bajar el altísimo listón de sus primeras dos temporadas y ha instalado su tono y ritmo definitivo en sus últimos y brillantes capítulos. De esta forma, la serie de Tina Fey, en pie, sigue siendo uno de los grandes tesoros escondidos de la comedia televisiva reciente, una joya cuyo potencial no hace más que crecer pero que, sin embargo, parece abocada de manera inevitable a su descubrimiento tardío.
Resumiendo, y sin tanta poesía, el tiempo dictará sentencia sobre ella mientras que los premios, incluyendo los Emmy, la dejarán pasar sin hacerle demasiado caso. Una auténtica pena. Al menos, crucemos dedos para que la maravillosa Ellie Kemper consiga alguna vez una recompensa en forma de galardón por cada uno de los recitales cómicos que entrega capítulo a capítulo. No pedimos tanto, ¿no?
'Veep'
¿De verdad creías que los Emmy dejarían de estar enamorados de 'Veep' a estas alturas? Sus 11 nominaciones y su más que probable victoria final, algo que solamente 'Atlanta' podría evitar, dejan bien claro que la llama entre la Academia y la serie liderada por la genial, en mayúsculas, Julia Louis-Dreyfus, está muy lejos de apagarse.
Algo que, por otra parte, tampoco tendría demasiado sentido ya que, un año más, estamos ante una propuesta incapaz de decepcionar, perfectamente equilibrada, con guiones de primerísima categoría y un reparto incapaz de fallar una sola nota de esta sinfonía de diálogos y situaciones memorables. En tiempos en los que la política deja poco espacio para la carcajada, y demasiado para las lágrimas, la decepción constante y la incomprensión general, 'Veep' es algo más que una comedia. Es un pequeño milagro. Hoy más que nunca.