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CRÍTICA

'Nosferatu' nos somete con toda la belleza del terror gótico

Robert Eggers reimagina el clásico de Murnau de 1922 como una bellísima pesadilla que convierte el terror en poesía.

Por Víctor Mopez Más 24 de Diciembre 2024 | 09:10
Mi adicción a las series solo se trata disfrutando del cine entre sus capítulos.

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'Nosferatu'
'Nosferatu' (Universal Pictures)

El mito del vampiro se ha explotado hasta la saciedad en la industria del cine desde la que fuera su primera representación allá por 1922 con el 'Nosferatu' de Friedrich Wilhelm Murnau. Siendo la máxima representación del expresionismo alemán de aquellos años, la cinta también es una obra cumbre del Séptimo Arte y la primera gran película de terror de la historia. Ahí es nada, aunque para ello tuviera que hacer un poco de trampas.

Aquella de Murnau era en realidad una adaptación no oficial de 'Drácula', novela de Bram Stoker de 1897, pero para no pagar los derechos cambió el título, el nombre de los personajes y las localizaciones. Pese a que por este motivo la viuda del escritor irlandés trató de destruir toda copia de aquel 'Nosferatu', por suerte no lo consiguió y así, más de un siglo después, se estrena el segundo remake con el mismo título, esta vez a cargo de Robert Eggers después del de Werner Herzog de 1979.

Terror como cuento gótico

Presentado el contexto histórico, vamos al asunto. Eggers debutó en la dirección en 2015 con una película de terror, 'La bruja'. Después de ella ya quiso hacer su propia versión de 'Nosferatu', pero finalmente este ha acabado siendo su cuarto largometraje pues antes llegaron 'El faro' en 2019 y 'El hombre del Norte' en 2022. Con ello, construye su mejor obra hasta la fecha, un apabullante espectáculo visual que enmarca una narración hipnótica para hacer del terror el cuento gótico más bello.

'Nosferatu', la reimaginación de Robert Eggers de la cinta de Murnau
'Nosferatu', la reimaginación de Robert Eggers de la cinta de Murnau (Universal Pictures)

'Nosferatu' nos traslada hasta la ciudad alemana de Wisborg en 1838, donde el matrimonio formado por Thomas y Ellen Hutter disfruta de sus reciente enlace hasta que la inmobiliaria en la que trabaja él le manda hasta Transilvania, en los Montes Cárpatos, para cerrar la venta de una finca con el misterioso conde Orlok. Una fuerza del mal que siente una irremediable conexión con su esposa.

Depp y el nuevo Orlok

Aunque al principio parece que será Thomas, interpretado por Nicholas Hoult, quien llevará todo el peso, este recae especialmente sobre su mujer en la cinta, Lily-Rose Depp, hija de Johnny Depp a la que pudimos ver en la incatalogable 'The Idol'. Es una actriz dada al exceso, a engrandecer el drama y el sufrimiento desde lo facial y corporal, algo que le sienta como anillo al dedo a su Ellen. Porque brinda una interpretación visceral y vive una completa catarsis marcada por terroríficos trances en los que incluso contorsiona su cuerpo en lo que parece todo un homenaje a 'El exorcista'.

Como apunte, la primera candidata para este papel fue Anya Taylor-Joy, con la que Eggers ya trabajó en 'La bruja' y 'El hombre del Norte'. Ambas guardan una belleza similar de frágil delgadez y grandes y expresivos ojos. Sin dudar del talento de esta, Depp acaba revelándose como uno de los mayores aciertos de 'Nosferatu'.

Lily-Rose Depp es Ellen Hutter en 'Nosferatu'
Lily-Rose Depp es Ellen Hutter en 'Nosferatu' (Universal Pictures)

Otro es el nuevo conde Orlok, totalmente diferente a las anteriores versiones del vampiro. Su presencia consigue helarte la sangre, lo que se acentúa con la voz de ultratumba que modula Bill Skarsgård, que entre las sombras se deja ver con una impactante transformación física alejada de las pálidas ratas de Murnau y Erzog y, por supuesto, de los Dráculas más pop y operísticos de John Badham y Francis Ford Coppola. Gran acierto que desde Universal Pictures hayan optado por mantener su imagen en secreto para que la sorpresa al verlo en pantalla enriquezca la experiencia.

A su lado, el resto de reparto palidece (y nunca mejor dicho). Hoult cumple notablemente y suman también las ligeras notas de histrionismo del personaje de Willem Dafoe, pero Aaron Taylor-Johnson y Emma Corrin, quienes ejercen del matrimonio Harding, amigos de los protagonistas y con quienes se queda Ellen durante el viaje de Thomas, solo destacan en los momentos en los que el drama se funde con lo fantástico y lo gótico, pues es ahí donde la película más se crece, cuando más se acerca al terror.

'Nosferatu' nos lleva a la Alemania de 1838
'Nosferatu' nos lleva a la Alemania de 1838 (Universal Pictures)

Todo el poder a las imágenes

Con un arranque potentísimo en el que se deja más que claro el tono de la cinta, lo cierto es que sobre la mitad del metraje sufre un valle del que le cuesta un poco salir perdiéndose algo de tensión, si bien los 132 minutos nunca llegan a hacerse pesados. A Eggers, también a cargo del guion, le gusta hacer las cosas sin prisa y construir el relato con cierta intensidad y lírica narrativa para culminar en un tercer acto que te quita el aliento. El director firma una poderosísima secuencia que ya es historia del cine resultando un disparo directo al corazón.

Para ello, el cineasta ha volcado todo su talento y sensibilidad en erigir unas imágenes tremendas enfatizando el expresionismo del que es referente la obra de la que parte. Su belleza a veces roza lo pictórico, casi resultando cuadros vivientes en los que también habla de la decadencia de Europa. Para ello confía en Jarin Blaschke, su director de fotografía de cabecera que le ha acompañado en todas sus películas. El diseño artístico es excelso y cuida cada detalle para crear una atmósfera envolvente especialmente mediante el uso de luz (o la ausencia de ella).

Con 'Nosferatu' Robert Eggers demuestra su capacidad de crear un terror elegante tanto desde lo dramático como de lo fantástico con dosis de locura, violencia, folclore y erotismo. Porque no busca los sustos (aunque los hay), sino dibujar el terror a través de la desesperanza, la desidia, la melancolía o lo oculto. Juega con la macabra seducción de la oscuridad y lo hace principalmente a través de los ojos de Ellen para poner por fin el foco en la liberación femenina y el deseo carnal. Si como dicen algunas leyendas a los vampiros hay que invitarlos a entrar, con este 'Nosferatu' no podemos resistirnos a que instale su sarcófago a nuestro lado.

'Nosferatu' se estrena en cines el 25 de diciembre.

9
Lo mejor: El poder con el que carga todas sus imágenes con una factura técnica y visual exquisita. El gran trabajo de Lily-Rose Depp y la nueva versión del conde Orlok de Bill Skarsgård. Cuando más se acerca al terror.
Lo peor: Se vuelca tanto en lo visual que descuida un poco la parte dramática y atraviesa un pequeño valle que lleva a perder algo de tensión.