El próximo 22 de marzo llega a los cines 'Nosotros', la segunda incursión en el terror de Jordan Peele, quien también dirigió la aclamada 'Déjame salir'. Esta vez el cineasta nos presenta a los cuatro integrantes de una prototípica familia norteamericana, que pronto serán perseguidos por sus dobles oscuros y abocados a poner a prueba sus propios límites. No es la primera vez que el mito del doppelgänger o doble maligno se encarna en la gran pantalla ('La parada de los monstruos', 'Enemy' o 'Carretera perdida'): sobre el origen mitológico y científico de esta figura nos han ilustrado Javier Pérez Campos, periodista especializado en el mundo paranormal, y Manuel Martín Loeches, Catedrático de Psicobiología y Neurocientífico cognitivo.
Durante una noche de feria veraniega, la pequeña Adelaide Wilson (Lupita Nyong'o) se aleja de sus padres para adentrarse en una fantasmagórica sala de espejos, donde descubrirá que no está sola: hay una niña exactamente igual que ella. La premisa en la que se basa Peele tiene siglos de historia y ha aparecido simultáneamente en diversas culturas, tal y cómo ha explicado Pérez Campos: "En todas las culturas, encontrarse con uno mismo es un augurio de muerte". El concepto tiene su base en las religiones monoteístas y la lucha entre el bien y el mal, así como en leyendas del folklore nórdico, aunque no fue hasta el siglo XIX cuando el dramaturgo sueco August Strindberg popularizó el término 'doppelgänger', cuya forma más antigua se recoge en una obra publicada por el autor alemán Jean Paul en 1796. En nuestro país, dicho fenómeno ha tenido su máxima expresión con relación a la leyenda del 'Home do oso': hay 58 casos documentados de personas que afirman haber visto a su doble durante la procesión de las ánimas de Galicia.
El mito que asustó al Rey del terror
El propio Stephen King, uno de los padres del terror actual, tuvo su propia experiencia relacionada con este alter ego maligno. 'La mitad oscura', adaptación cinematográfica de la novela homónima de 1989, cuenta la historia de un escritor que ve a su seudónimo emerger como un malvada figura de carne y hueso. Dicho argumento está inspirado en la vida real de King: poco después de saltar a la fama, decidió publicar una serie de novelas bajo el sobrenombre de Richard Bachman, para quien incluso inventó oscuros detalles biográficos. Una de sus publicaciones, 'Rabia', es casi imposible de encontrar hoy en día debido a que ha sido culpada de instigar matanzas en institutos norteamericanos.
King llevó el experimento tan lejos que incluso inventó un litigio entre él mismo y Bachman tras la publicación en 1996 de dos novelas espejo, 'Desesperación' y 'The Regulators'. Lo que podría considerarse una brillante estrategia para que el Rey del terror no fuera acusado de sobrecargar el mercado, acabó por inquietar al propio King cuando fue consciente de lo radicalmente distintas que eran sus novelas oficiales de las de Bachman; las segundas eran mucho más oscuras, tal vez porque llegaban a los lugares donde el afamado escritor no se atrevía a entrar.
La culpa es de nuestro cerebro
No nos volvamos paranoicos temiendo encontrarnos con nuestra versión maléfica: todo tiene explicación científica, tal y como ha apuntado Martín Loeches. Nuestra mente construye la realidad a partir de estímulos externos e internos, y ciertas sugestiones pueden llevarnos incluso a ver copias idénticas de nosotros mismos: "Todo está en nuestro cerebro", nos tranquiliza el Catedrático.
Aunque los fenómenos de reinterpretación del yo, que llevan documentándose desde el siglo XIX, no son precisamente tranquilizadores: el conocido como experimento de la mano de goma, en el que el sujeto puede sentir dolor en una extremidad que no es suya, así como pruebas realizadas con realidad virtual, demuestran que la sugestión del ser humano puede hacer que experimente como propias sensaciones extracorpóreas. Pero más aterradores son las trastornos neurológicos como el Síndrome de la mano extraña, que ha aparecido en cintas como '¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú', o el Síndrome de Cotard, que hace creer a uno que ya ha muerto y está en pleno proceso de descomposición.
Según apunta Martín Loeches, habría dos alteraciones directamente relacionadas con lo ocurrido en 'Nosotros':el denominado Síndrome de Capgras, en el que una persona cree que los miembros de su familia son impostores y que también ha inspirado películas como 'La invasión de los ladrones de cuerpos'; y en especial las alucinaciones autoscópicas, que se corresponden con la ilusión de verse a uno mismo y sus propias fragmentaciones en el espacio. Lo segundo podría explicar que Adelaide fuera capaz de ver a toda una familia, ya que consideraría a su marido e hijos como disgregaciones del "yo", aunque, no vamos a desvelar nada de la trama, dejaría otros cabos sueltos.
Figuras aterradoras
Pese a que el propio Peele ha afirmado que la película debería funcionar a modo de Test de Rorschach, lo cierto es que 'Nosotros' termina por proporcionar una explicación general al espectador, un poderoso motivo por el cual los doppelgängers deciden perseguir a aquellos a los que replican. Porque el filme de Jordan Peele consigue no solo mostrar una nueva interpretación del mito o realizar una metáfora de ciertos trastornos neurológicos, sino también ejercer una aguda crítica de la sociedad norteamericana que no dejará indiferente a nadie. No importa si preferimos considerarlos figuras mitológicas o habitantes de nuestra laberíntica mente, los doppelgängers continuarán infundiéndonos el mismo temor.
