Hay cintas que están destinadas al fracaso, pero, por razones inesperadas, terminan calando entre el público. Este es el caso de 'Napoleon Dynamite', comedia indie estrenada en Estados Unidos en 2004 (a nuestro país llegó un año después) que, contra todo pronóstico, fue un rotundo éxito en su país de origen. Con un presupuesto de solo 400.000 dólares, este largometraje independiente logró recaudar 46 millones de dólares, una cifra que su director Jared Hess no se hubiese imaginado nunca.
Basada en el cortometraje 'Peluca', dirigido por el propio Hess y su mujer, Jerusha Hess, en 2002, la cinta cuenta la historia de Napoleon, un joven estudiante a quien su doble condición de bailarín y ninja le ayudan a triunfar sobre la adversidad. Jon Heder protagoniza esta película, que supuso su primer trabajo en la gran pantalla, dando perfectamente la talla en el papel de chico rarito al que le cuesta encontrar su sitio, un personaje que consigue que muchos adolescentes se identifiquen con él.
Una cinta que marcó una revolución
Además de su éxito en taquilla y la repercusión que tuvo a nivel social, 'Napoleon Dynamite' sirvió de inspiración a otras comedias referentes de la comedia indie, como 'Pequeña Miss Sunshine' 'Juno' o 'El camino de vuelta'. Pese a los años que han pasado, aún permanece en la memoria colectiva, y y es que el legado que ha dejado no se olvida de un día para otro. Por esto repasamos los motivos que la hacen única y que la convierten en un cántico hacia lo bizarro, especial y extraño.
Oda a 'Napoleon Dynamite'
Una trama que funciona por su frescura
'Napoleon Dynamite' funciona como un tiro gracias a lo original y divertida que es su trama, explorando la adolescencia como pocas veces se ha hecho. Frescura, inocencia y autenticidad son tres adjetivos que la definen a la perfección. No obstante, el director ya había testado esta idea antes con el cortometraje 'Pelucas', que presentaba a Seth, un personaje con la misma actitud freak y un gran parecido físico con Napoleon.
Transmite mucha verdad
Una de las claves del éxito de 'Napoleon Dynamite' es que la mayoría de elementos que aparecen en el largometraje son sorprendentemente auténticos y están relatados con un riguroso detalle. Esto se debe, en parte, a que la mayoría de los personajes del filme se basan en las personas que conoció Jared Hess, su director, en sus tiempos de adolescente. Hess echa la vista atrás y plasma muchas de las cosas que vivió, con un gran resultado.
Jon Heder, nacido para ser Napoleón
Sería muy difícil imaginarse 'Napoleon Dynamite' sin Jon Heder. El actor, que debutaba en el mundo del largometraje con el filme, demostró un gran carisma y haber nacido para ponerse en la piel de Napoleón. Sus gestos, su inocencia, sus rarezas y su desgana lo convierten en una interpretación digna de estar en lo más alto. Además, le puso tanta entrega que los dibujos que aparecen en la película los realizó él mismo. A esto sí que se llama ser un actor 360.
Unos secundarios de lujo
Aunque Jon Heder es la verdadera estrella de la película, el equilibrio que hay entre él y sus secundarios es realmente mágico. Aaron Ruell (Kip), Efren Ramírez (su mejor amigo Pedro) y Tina Majorino (Deb) suponen un estupendo complemento y consiguen que, en tan solo 86 minutos, les cojamos mucho cariño.
Su estética enamora
'Napoleon Dynamite' es una cinta que, al contrario de lo que puede parecer, logra una cuidada escenografía con todo lujo de detalles y con su estética feísta. Cuida cada elemento y cada plano al máximo, logrando hacer que, hasta lo poco atractivo, resulte mágico.
Refleja la importancia de la familia y la amistad
Uno de los puntos más tiernos de 'Napoleon Dynamite' es los valores que transmite y lo que realmente quiere contar más allá de momentos de comedia absurda. El amor que su protagonista tiene por su abuela y la bonita amistad que comparte con Pedro lo convierten en un largometraje lleno de ternura y que esconde un trasfondo mucho más serio de lo que podía parecer.
Frases míticas que quedarán para la posteridad
La historia del cine nos ha regalado una gran cantidad de frases de películas inolvidables y este es el caso de 'Napoleon Dynamite'. "Voten por mí y mis sueños más salvajes se harán realidad", una cita que resume una de las esencias del filme: combinar los elementos más graciosos y sarcásticos de las formas de vida que promueve el sueño americano.
Un final icónico
La famosa escena de danza con la que finaliza la película fue improvisada, en su mayoría, por Jon Heder. Se filmó en solo tres tomas y, para conseguir un perfecto resultado, Jared Hess unió la versión final con los mejores momentos de cada toma. Un cierre que no podría tener un montaje más cuidado y dinámico y que pone el broche de oro que la cinta necesita.
Su éxito en taquilla, fruto de la originalidad del producto
Ante tantas ideas trilladas, hay productos originales que calan entre el público, y 'Napoleon Dynamite' es buena prueba de ello. Con un presupuesto de 400.000 dólares, consiguió recaudar más de 46 millones, convirtiéndose en una de las cintas independientes más exitosas de la historia. Aunque su secuela nunca se haya anunciado, ¿podríamos ver las nuevas aventuras de Napoleón muchos años después? Quizá sea una opción para barajar de cara a su 20 aniversario. Ahí lo dejamos Jared Hess.
Una trama a la que se le puede sacar mucho jugo
Si bien es cierto que nunca se ha puesto sobre la mesa hacer una secuela de la cinta, en 2012 Fox estrenó la serie de animación 'Napoleon Dynamite', que cuenta con tan solo una temporada y que fue creada por el propio Jared Hess. Sin la película no podríamos haber disfrutado de esta joya animada, que otorga una nueva dimensión al universo de Napoleón con toques plagados de surrealismos y momentos tan divertidos como los de la obra original.
