Durante la segunda mitad de los años noventa del pasado siglo, el cine para adolescentes vivió la que sería su segunda etapa de oro. Gracias a dos caminos muy diferenciados entre sí, las dos vertientes no hicieron otra cosa más que darle voz a toda una generación de jóvenes que crecieron viendo las películas que, por edad, les habían tocado.
Por una parte, el cine de terror encontró en 'Scream. Vigila quién llama' una nueva gallina de los huevos de oro que explotar, transformando las reglas del cine slasher y actualizando al público lo que en los ochenta ya se había quedado obsoleto. Por otra, y ya a finales de la década, títulos como 'American Pie' o 'Alguien como tú' volvían a poner de moda los esquemas que años atrás habían hecho famosos comedias gamberras como 'Porky's' o romances de instituto en la línea de 'Dieciséis velas'.
A camino entre la parodia del cine para adolescentes y las comedias de instituto, en 1999 se estrenaba 'Caramelo asesino', título que no logró el éxito que debía durante su estreno comercial pero que, con su llegada a los videoclubs, adquirió el estatus de culto con el que a día de hoy es recordado.
Matar al sueño adolescente
Antes de que 'Chicas malas' se riese sin tapujos de los estatus sociales en el instituto norteamericano, y gracias a un guion donde sobraban la mala leche y los diálogos ingeniosos, la película escrita y dirigida por Darren Stein pasó a ser clave para la historia del cine destinado al público teen.
Protagonizada por Rose McGowan, Julie Benz, Rebecca Gayheart y Judy Greer, cuenta cómo tres de las chicas más populares del Instituto Reagan matan accidentalmente a su líder, Liz Purr (Charlotte Ayanna). Con el fin de no ser delatadas, convertirán a la chica rara del centro en su nueva líder.
Con una serie de secundarios que hicieron que los aficionados al cine de género aplaudiesen sus apariciones (porque eso de hacer hincapié en la nostalgia no es un invento de este siglo), 'Caramelo asesino' sigue imperturbable a día de hoy como una de las grandes comedias negras del cine de los noventa, la cual es imposible tomarse en serio y a la que recordamos en este especial haciendo hincapié en todo aquello que la hace tan grande.
10 razones para amar 'Caramelo asesino'
Por reunir a estrellas juveniles de la época
Darren Stein reunió para el casting de 'Caramelo asesino' a varios rostros que el público adolescente de la época conocía y que logró contentar al fandom.
A Rose McGowan la conocíamos por haber sido Tatum Riley en 'Scream. Vigila quién llama', representación de las víctimas rubias del slasher que moría a manos de Ghostface al intentar escapar por la puerta del garaje.
Rebecca Gayheart, a quien habíamos visto en un breve papel en 'Scream 2', cambiaba los rizos de la psicótica Brenda de 'Leyenda Urbana' por un aspecto mucho más dulce para la película.
Desde 'Buffy, cazavampiros' llegaba Julie Benz, quien había interpretado a Darla en la serie de Joss Whedon.
Otro rostro conocido fue el de Tatyana Ali, la Ashley Banks de 'El príncipe de Bel-Air', quien intentaba hacerse hueco en Hollywood.
Pese a que ya tenía cierta experiencia a sus espaldas, el papel de Judy Greer le sirvió casi como carta de presentación para la actriz.
...y a otras estrellas consagradas
Pero más allá de que el público potencial de la película pudiese reconocer en las protagonistas de 'Caramelo asesino' a sus ídolos adolescentes, el film contó con varios nombres que fueron los que sirvieron para que aquellos espectadores más curtidos en el género pudiesen alabar la aparición de otros rostros.
El principal caso es el de Pam Grier, la eterna Foxy Brown y reina de la serie B a quien Tarantino ya había puesto en primera línea de nuevo dos años antes con 'Jackie Brown'.
Rememorando al terror de los setenta, P.J. Soles (Norma en 'Carrie' y Lynda en 'La noche de Halloween') interpretó a Mrs. Purr, la madre de la víctima de la película, cuyo marido en la ficción no fue otro que William Katt (Tommy Ross en 'Carrie' y el protagonista de 'House, una casa alucinante').
Los otros dos nombres reconocidos fueron los de Carol Kane ('La princesa prometida', 'La familia Addams: La tradición continúa') y Jeff Conaway ('Grease').
Por demostrar que la crítica no tenía ni idea
Como suele pasar en muchos de estos casos, en el momento del estreno de 'Caramelo asesino' la crítica no se estuvo muy a favor de la película.
Fue con su estreno en formato doméstico cuando empezó a adquirir cierto estatus de culto, convirtiéndose en uno de los títulos adolescentes que consiguieron marcar a toda una generación. Que el hecho de que el personaje de Courtney Shayne (el interpretado por Rose McGowan) pasase a ser un icono pop, acabó corroborando que la crítica nunca tiene la última palabra en cuanto a la valía cinematográfica de un largometraje.
Por regalarnos a una desatada Rose McGowan
Interpretando a una auténtica bitch de instituto de manual, parece ser que Rose McGowan se lo pasó en grande rodando 'Caramelo asesino'.
Riéndose a lo grande del arquetipo que representaba, hizo totalmente suyo el papel de Courtney, una suerte de femme fatale juvenil que no duda a la hora de utilizar a los hombres a su antojo. Los censores de la época parecieron escandalizarse por las escenas que la actriz protagonizó con Marilyn Manson, por aquel entonces su pareja, dando a la película una calificación R.
Por dar una vuelta de tuerca al cuento del Patito Feo
El mismo año en el que 'Alguien como tú' arrasaba en taquilla con su dulcificada y sosa historia sobre la chica rara del instituto convertida en reina del baile, 'Caramelo asesino' también utilizaba ciertos patrones del explotado recurso del Patito Feo, aunque con mucha más gracia y mala baba.
El personaje en cuestión que vivirá en sus carnes la transformación será el de Fern, interpretada por Judy Greer, y quien se nos presenta como la empollona del instituto que jamás hubiera soñado con formar parte del selecto club de chicas populares.
Tras ser testigo accidental de la muerte de Liz, Courtney (Rose McGowan) y Marcie (Julie Benz) le harán un cambio radical que la joven acabará utilizando para convertirse en una rival de altura, convirtiéndose en una harpía cuyas tretas nada tienen que envidiar a las de sus mentoras.
Por ser 'Chicas malas' antes de 'Chicas malas'
Cuando hablamos de comedias adolescentes que forman ya parte de la historia del cine reciente, una que nunca puede faltar es 'Chicas malas', la película de culto escrita por Tina Fey que nos presentó a una Rachel McAdams en plan bitch de manual: Regina George.
Sin embargo, y pese que la trascendencia del título protagonizado por Lindsay Lohan fuese mucho mayor de lo que fueron muchos otros títulos de la época, cabe recordar que 'Caramelo asesino' se adelantó cinco años a explotar al máximo la temática de las mean girls de instituto, siendo Rose McGowan la pionera en eso de ser una villana adolescente sin escrúpulos.
Por homenajear a 'Carrie' como se merece
Si algo queda claro en 'Caramelo asesino' es el amor que Darren Stein siente hacia 'Carrie'.
El director y guionista decidió rendir homenaje a través de varios elementos en la película a la obra de culto de Brian de Palma, y no solo por contar entre su elenco con P.J. Soles y William Katt.
En concreto, hay tres escenas que dialogan directamente con la película de 1976. La primera, cuando Fern (Judy Greer) acude a casa de Liz a entregarle los deberes de clase. La segunda, cuando los personajes de Julie (Rebecca Gayheart), Zack (Chad Christ) y Fern hablan de cómo vengarse de Courtney (Rose McGowan) y Marcie (Julie Benz), diciendo que deberían pasar por un matadero para conseguir sangre de cerdo. La tercera, y la menos evidente, vendría a ser el momento en el Courtney es humillada ante todo el instituto, cambiando el cubo de sangre sobre su cuerpo por las flores y ramilletes que todos le lanzan a modo de burla.
Por recordarnos a otros clásicos de su género
El hecho de que la principal baza de 'Caramelo asesino' fuese que se trataba de una película en clave de comedia negra, hizo que a su favor jugasen varios elementos que la diferenciaron del resto de títulos de instituto surgidos a finales de los noventa.
Mientras que 'American Pie' y 'Road Trip (Viaje de pirados)' rememoraban directamente a clásicos de los ochenta como 'Porky's', y 'Alguien como tú' o '10 razones para odiarte' tomaban como referencia la actualización en clave teen de clásicos como 'My Fair Lady' o la obra de Shakespeare, la película de Darren Stein se inspiraba directamente en otro título de ochenta para recordar: 'Escuela de jóvenes asesinos', aquella en la que Winona Ryder se enamoraba de un psicópata protagonizado por Christian Slater.
Por sus frases para el recuerdo
Algo que hace que una película pase a formar parte de la cultura popular, son sus frases, y eso es con lo que 'Caramelo asesino' pasó a ser recordada gracias a dos de ellas, las cuales resumen a la perfección el espíritu del film en su desenlace.
La más recordada es la de "He matado a Liz. He matado al sueño adolescente. Supéralo", la cual acaba desvelando la naturaleza malvada de Courtney durante su coronación como reina del baile, y que bien podría equipararse al momento en el que Sarah Michelle Gellar es desenmascarada al final de 'Crueles intenciones'.
La otra, es la que pronuncia el personaje de Fern a la detective responsable del caso de la muerte de Liz:
"Esto es un instituto, detective Cruz. Total, ¿qué es un amigo?".
Nada mejor para definir la naturaleza de las relaciones entre alumnos que retrata Darren Stein en la ficción.
Porque condensa los noventa de forma sublime
Del mismo modo en el que las comedias de los ochenta definían a la perfección cierto aspecto del american way of life, y aunque no se trate de títulos que ahonden más allá de los tópicos, el caso de 'Caramelo asesino' se sitúa junto a otros títulos para adolescentes de la época para definir la década de los noventa.
Del mismo modo en el que 'Scream. Vigila quién llama' se convertía en un ejemplo generacional para con la forma de entender el cine de género, la película de Darren Stein exprime al máximo las comedias de instituto para acabar dándonos una versión absolutamente exagerada y extravagante de las mismas, donde el aspecto visual pasa a ser uno de los aspectos que mejor recordamos de ella.
Porque ¿qué sería de los personajes protagonistas sin esos looks que a día de hoy podrían resultar algo a camino entre la extravagancia y lo hortera? Claramente, los noventa tuvieron la culpa de ello, y eso es lo que demuestra que 'Caramelo asesino' es una hija a la altura de la década que la vio nacer.