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EROS & THANATOS

'El imperio de los sentidos', el erotismo visceral de Nagisa Oshima

Oda a 'El imperio de los sentidos', uno de los largometrajes más alabados del cine erótico. Nagisa Oshima rompía moldes con una historia de sexo y muerte, basada en hechos reales.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 16 de Octubre 2019 | 11:55
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Pese al paso de los años, 'El imperio de los sentidos', uno de los largometrajes más conocidos de Nagisa Oshima, sigue despertando arduas polémicas. Es una de las películas más representativas del cine erótico, muy comentadas fueron sus escenas de sexo real, en las que los actores se entregaban en cuerpo y alma a la espiral autodestructiva de los amantes protagonistas. Aunque atrajo miradas de voyeurs, lo cierto es que el filme del celebérrimo cineasta es mucho más que lujuria extrema.

El imperio de los sentidos

Tokio, año 1936. Sada Abe es una mujer que ha ejercido la prostitución y que ahora trabaja como doncella en un hotel. Allí conoce a Kichizo Ishida, dueño del negocio. Pese a estar casado, Ishida es muy sexual y pronto acaba convirtiéndose en amante de Abe. Su relación será sexualmente muy intensa, provocando que entren en una ola de placer que querrán que sea más explícito y profundo a cada nuevo encuentro, provocando que el deseo y el dolor empiecen a unirse en una combinación letal.

Si no duele, no hay placer

'El imperio de los sentidos' fue una provocación de Nagisa Oshima, que quiso romper radicalmente con el estilo costumbrista de las películas de Yasujiro Ozu, como también con la visión humanista del cine de Akira Kurosawa. Y vaya que lo consiguió, pese a tener una filmografía anterior en la que podía verse su ojo crítico a la sociedad japonesa, en el que lo sórdido, la violencia, lo explícito estuvieron presentes en 'Historias crueles de juventud' (1960), 'Los placeres de la carne' (1965), 'Violencia a pleno sol' (1966) o 'Verano japonés: doble suicidio' (1967).

Considerado su cine más cercano al de Pasolini que al de sus contemporáneos nipones, 'El imperio de los sentidos' acabo consagrando a un cineasta polémico, crítico y fundamental para la historia del séptimo arte, que encumbró al erotismo con una obra maestra excepcional, polémica y en la que el placer y el dolor van de la mano. Un largometraje que, actualmente, sería imposible de realizar y que, pese a vivir en una sociedad cada más menos 'privada', sigue causando controversia debido a su temática. Ya lo dice esa peligrosa frase de algunas películas, que define muy bien la psique de los protagonistas de la cinta: "Si no duele, no es amor".

Oda a 'El imperio de los sentidos', el erotismo extremo de Nagisa Oshima

Basada en hechos reales

Basada en hechos reales

'El imperio de los sentidos' está basada en hechos reales. La película narra la pasión y el crimen de Sada Abe, interpretada por Eiko Matsuda. Abe, hija pequeña de un matrimonio de 'dudosa moralidad', fue inicialmente aspirante a geisha, su padre la 'vendió' a una casa de geishas en Yokohama debido a su historial sexual. Abe pronto prefirió ejercer de prostituta. Tras trabajar en varios burdeles y haber tenido varios amantes protectores, Abe decidió dejar esa vida y ser aprendiz de un restaurante, para después montar su propio negocio.

Cuando empezó a trabajar en un restaurante, conoció al dueño, Kichizo Ishida, con el que inició una tórrida relación de amantes. La pareja, efectivamente, entró en una espiral de autodestrucción que acabó el 18 de mayo de 1936, cuando Abe asfixió hasta la muerte a Ishida, después de haber mantenido relaciones sexuales. Posteriormente, con un cuchillo, le quitó los genitales al cuerpo de su amante, llevándolos consigo en el momento de su detención.

Fue condenada por asesinato y mutilación de un cadáver pero solo cumplió cinco años de pena en prisión, posteriormente se convirtió en una especie de celebridad en Japón. En 1946 fue entrevistada por el escritor Ango Sakaguchi, que posteriormente escribió un libro sobre aquel encuentro, 'The Erotic Confessions of Abe Sada'. A inicios de los años 70 desapareció de la vida pública. Según narró Donald Richie, en su libro 'Japanese Portraits', Nagisa Oshima, durante la producción de 'El imperio de los sentidos', quiso hablar con ella y la encontró en un convento de Kansai. Nunca más se supo de su destino.

El imperio de los sentidos en eCartelera

Tuvo que rodarse como producción francesa

Tuvo que rodarse como producción francesa

Las estrictas leyes de censura de Japón, respecto al sexo, impedían que 'El imperio de los sentidos' pudiese rodarse de acuerdo a la visión artística de Nagisa Oshima. El cine japonés, incluido el pornográfico, no puede mostrar genitales ni vello púbico, al considerarse "imágenes obscenas" (dicha zona aparece pixelada).

Teniendo en cuenta que la película contenía escenas sexuales reales y varios frontales masculinos y femeninos, el filme se rodó oficialmente como una producción francesa, para así evadir la censura. Al ser coproducción con Francia, la película pudo rodarse sin problemas en Japón, aunque su postproducción y montaje tuvo que ser en el país galo.

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Placer y dolor, las relaciones de poder

Placer y dolor, las relaciones de poder

Aunque la película tenga una fuerte carga sexual, elemento esencial para entender la trama, realmente 'El imperio de los sentidos' explora el trasfondo que hay tras esa relación sadomasoquista, en la que hay una clara referencia a las relaciones de poder. La cinta es un constante pulso entre los protagonistas, un hombre fogoso de carácter sumiso y una mujer dominante de insaciable apetito sexual.

Lejos de ser el retrato de una historia banal y pornográfica, Nagisa Oshima construye una auténtica espiral del amor y placer tóxicos, mostrando la forma más brutal de la relación del amor y el sexo con la propia persona. El cineasta es explícito y directo en su mensaje que, además, coincide en un momento histórico en el que Japón se preparaba para una guerra, en la que abrazó al fascismo italiano y al nacionalsocialismo alemán. Con lo cual, esa faceta extrema y violenta del amor y el sexo, muy enraizada con la cercanía de la muerte, muestra el rostro primitivo y cruel del ser humano.

El imperio de los sentidos en eCartelera

La visión perversa del sexo

La visión perversa del sexo

Más allá de las relaciones de poder, de la dualidad entre lo femenino y lo masculino, Nagisa Oshima con 'El imperio de los sentidos' pone en cuestión los límites del sexo, de la razón y la pasión. Pese que el director declaró no haberse inspirado en tesis o influencias de pensadores. "Soy demasiado perezoso para tenerlas y releerlas antes de escribir mi guion", declaró a Cahiers du Cinéma durante la presentación de la película en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes; lo cierto es que la crítica vio referencias a escritores como Georges Bataille o el Marqués de Sade.

Esto se piensa debido a que varias escenas sexuales van más allá de la pasión amorosa de dos amantes, al haber secuencias de orgías, fetichismos culinarios, gerontofilia o, finalmente, parafilias como la necrofilia. "Podemos decir del erotismo que es la aprobación de la vida hasta en la muerte", escribió Bataille en su libro 'El erotismo', lo que hace que muchos vean la influencia del autor francés en la película de Oshima, que en anteriores trabajos mostró la violencia en el sexo con títulos como 'Verano japonés: doble suicidio' (1967) o 'El ahorcamiento' (1968).

Su mirada crítica con la sociedad japonesa, muy evidente en 'La ceremonia' (1971) es lo que hace que su cine esté también enlazado con el de Pier Paolo Pasolini, especialmente con su Trilogía de la Vida y su obra póstuma, 'Saló o los 120 días de Sodoma' (1975), inspirada, precisamente, en la obra de Sade. Pese a ello, Oshima no hace juicios morales a sus protagonistas.

"Que vaya asociada la palabra 'asesina' a Abe me sorprende, como también le extraña a cualquier japonés. Sí, inicialmente Sada y Kichi parecen ser solo libertinos. Sin embargo, acaba procediendo hacia una rara forma de santificación", comentó el realizador a Cahiers du Cinéma en 'Écrits 1956-1978. Dissolution et jaillissement'. De ahí que también se vea al filme como una exploración de los elementos mórbidos del sexo en la cultura y sociedad japonesa, así como también su fascinación por la muerte.

El imperio de los sentidos en eCartelera

El significado del título

El significado del título

El título en español es una traducción del título francés, considerado original también debido a la naturaleza de coproducción de la película. 'L'empire des sens' es una referecia al ensayo de Roland Barthes, 'The Empire of Signs (El imperio de los signos)', publicado en 1970, en el que habla sobre la sexualidad en el País del Sol Naciente. "En Japón -en este país al que llamo Japón- la sexualidad está en el sexo y no en otra parte; en los Estados Unidos sucede al contrario: el sexo está por todos sitios, salvo en la sexualidad", escribió.

El título en japonés es 'Ai no korîda', cuya traducción sería 'Corrida de amor'. Con este nombre, Oshima ensambla el sexo y la muerte, al considerarse que el amor, la pasión física, el disfrute sexual están enlazados de forma indisoluble con la muerte (la palabra 'corrida' es un referente al arte de la tauromaquia, que en español está también asociado al orgasmo).

De esta forma, poética, Oshima, en su idioma original, quiso dejar claro que, pese a lo sórdido y lo macabro de la estética y la temática de la película, 'El imperio de los sentidos' es un análisis sobre la perversión del amor. "Siempre he soñado con confundir sueño y realidad. Cabe señalar que ella [Sada Abe] se refiere a su relación con Kichizo Ishida con la palabra 'amor'. Para Abe, su relación con Ishida no solo trataba de satisfacer sus propios deseos sexuales, sino de un 'amor' real e inequívoco. Para ella, era un asunto romántico. Pero para los periodistas es solo lujuria o material sensacionalista", declaró el cineasta durante el juicio celebrado en su país por la distribución de la cinta, considerada "obscena".

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La distribución, un asunto polémico

La distribución, un asunto polémico

Desde su debut en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes en 1976, 'El imperio de los sentidos' tuvo muchos problemas con su distribución. Lo primero que provocó su paso por la Croisette fue que Nagisa Oshima y la editorial San'ichi Shobo fuesen llevados a juicio por distribuir "material obsceno". Se requisó el guion y varias fotografías de la película. Takemura Ajime, editor de San'ichi Shobo y Oshima fueron acusados por "obscenidad" y procesados. Tres años más tarde, hubo una sentencia favorable tanto para el editor como para el cineasta. La película pudo estrenarse, eso sí, con varias escenas censuradas.

En Estados Unidos, la película se prohibió y no pudo estrenarse en el Festival de Nueva York de 1976, como estaba inicialmente previsto. Posteriormente pudo verse sin cortes en el país norteamericano, llevándose el Premio del Jurado del Festival de Chicago. Tampoco pudo distribuirse en Alemania, debido a una escena en la que Kichi le introduce un huevo en la vulva a Sada, obligándole a sacarlo de su vagina, para posteriormente comérselo. En el país germano no pudo estar disponible en formato doméstico hasta 1990, quedando relegada en todo ese tiempo a clubes de cine underground.

El filme solo pudo verse de forma privada en el Festival de Londres de 1976, después de que la Junta Británica de Censores de Cine recomendase este método para evitar hacer grandes recortes en la cinta y demandas legales, debido a que estaba previsto extender al cine la ley de publicaciones obscenas. Oficialmente pudo estrenarse la cinta en el Reino Unido en 1991, aunque se modificó una escena (no sexual) en la que aparecía un menor de edad. En Israel la cinta fue considerada pornográfica hasta 1987.

En Francia la película no tuvo ningún tipo de censura, pudiéndose exhibir en salas comerciales. En España, la película llegó en 1980, también sin recortes, aunque sí hubo polémica su emisión en TVE en 1986, provocando que muchos espectadores llamasen indignados por la distribución de "ese tipo de películas" en la cadena pública.

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El destino de sus actores

El destino de sus actores

La polémica con 'El imperio de los sentidos' tuvo consecuencias tanto para Nagisa Oshima como para sus actores protagonistas. El director no volvería a dirigir nada en dos años y lo hizo bajo el ala de la coproducción con Francia de nuevo. La que más caro pagó aparecer en la cinta fue la actriz Eiko Matsuda. Su interpretación de Sada Abe fue muy alabada por la crítica internacional, pero en Japón provocó que el público fuese muy hostil hacia su persona. Esto obligó a Matsuda a emigrar a Francia, donde continuó con su carrera.

Tatsuya Fuji, que interpretó a Kichi, no tuvo tampoco ninguna oferta de trabajo en dos años y la primera fue del propio Oshima para protagonizar su siguiente película, que también era de temática erótica. No obstante, al ser el siguiente proyecto muy alabado en todo el mundo, incluido su país, esto le permitió a Fuji reconducir su carrera y seguir apareciendo en películas hasta la actualidad.

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La música de 'El imperio de los sentidos

La música de 'El imperio de los sentidos

Un aspecto hipnótico del filme de Nagisa Oshima es su banda sonora. Minoru Miki fue el encargado de componer la música de 'El imperio de los sentidos'. Especializado en música tradicional, en la cinta abundan los temas con el shamisen o el koto, lo que le da al largometraje cierta aura de época antigua, pese a estar ambientada en 1936.

Lo tradicional de la música le da al filme sonidos íntimos, pausados, delicados, que hacen contraste con el carácter apasionado, violento y visceral de sus protagonistas.

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'El imperio de la pasión', la continuación espiritual

'El imperio de la pasión', la continuación espiritual

Dos años después de estrenar la polémica 'El imperio de los sentidos', Nagisa Oshima dirigió 'El imperio de la pasión', que obtuvo el premio a la mejor dirección en el Festival de Cannes. El largometraje vuelve a explorar los límites del placer, entremezclándolos con la muerte. A diferencia de su precedesora, esta cinta no tuvo escenas de sexo real, siendo más poética, al entrar el sentimiento de culpa y los remordimientos en escena.

Como sucedió con 'El imperio de los sentidos', 'El imperio de la pasión' tiene base real, aunque en este caso es más una leyenda. Ambientada en el Período Edo, narra cómo el joven Toyoji tiene un romance con Seki, una hermosa mujer que está casada con Gisaburo, un hombre mucho mayor que ella. Ambos planean el asesinato de Gisaburo. Lo que Seki no esperaba era que el fantasma de su marido se le aparezca para atormentarla.

El largometraje contó con Tatsuya Fuji, protagonista de 'El imperio de los sentidos', en el papel del joven amante. Las críticas fueron unánimes con el filme, que obtuvo el respaldo también del público. 'El imperio de la pasión' no tuvo problemas de distribución, tampoco en su país natal. De hecho, Japón la eligió como representante para la categoría de Mejor película de habla no inglesa en la 51ª edición de los premios Oscar, pero no consiguió ser nominada.

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