Después de la gloriosa época dorada de los ochenta, y cuando parecía que el cine de terror había entrado en dique seco en la recta final del siglo XX, de pronto un título que había sido concebido como un ejercicio de un fan del género hacia este mismo, se convirtió en una de las piezas de culto incuestionables de la década. Como bien pasa con todas esas obras que marcan un hito, 'Scream. Vigila quién llama' fue un antes y un después en el horror.
Escrita por Kevin Williamson y dirigida por Wes Craven, en 1996 se estrenó partiendo de la premisa de un asesino, Ghostface (convertido en icono desde su primera aparición amenazando a Drew Barrymore), quien está llevando demasiado lejos su pasión por las películas de terror, tal y como rezaba el tagline del póster de la película.
Cuando se creía que el slasher ya se había explotado hasta la saciedad, 'Scream' llegaba dispuesta a darle una vuelta de tuerca al subgénero, convirtiéndose en la película que abanderaría el denominado neoslasher y que dio pie a una resurrección del terror teen que perduró hasta pasado el inicio del nuevo milenio.
Rompiendo esquemas
Del mismo modo en el que Alfred Hitchcock había sorprendido al público de 'Psicosis' matando a su protagonista pasados los cuarenta minutos de metraje, el hecho de matar a Drew Barrymore (el principal reclamo de la película por lo que a intérpretes se refería) en la secuencia inicial no solo fue una de las grandes sorpresas del film (y una de las mejores escenas de inicio en una película de terror de todos los tiempos), sino que acabó sentando cátedra (repetían el esquema Jada Pinkett Smith en 'Scream 2', o Kylie Minogue en 'Cut (Corten)').
A modo de sátira, 'Scream' estableció un lenguaje absolutamente meta que hacía guiños constantes al espectador, y que sirvió para ensalzar aún más a los clásicos del género de los que bebía directamente y frente a los que se posicionaba como el título que venía a dar una bocanada de aire fresco al género.
A más de veinte años desde su estreno, su influencia y legado (tres secuelas y una serie lo avalan) siguen siendo incuestionables, algo que la ha convertido en la película de terror en la que todo el mundo piensa cuando hablamos del género de los noventa, el cual estaba viviendo una transformación constante y vio en el éxito de esta el reducto por el que poder reinventarse e instaurar nuevos horizontes. Por todo eso y mucho más, quien esto escribe es uno de aquellos adolescentes que creció con el constante revisionado de un título que se convirtió en historia del cine desde su comienzo, la cual merece todos los recuerdos y homenajes habidos y por haber.
Una oda a 'Scream. Vigila quién llama'
El origen
Kevin Williamson concibió la historia a raíz de un caso real que tuvo lugar en Florida en 1990, en el que que Danny Rolling, quien pasaría a ser conocido como el Destripador de Gainsville, asesinó a cinco estudiantes.
En base a eso, el guionista elaboró el tratamiento de un guion de apenas dieciocho páginas en el que se contaba cómo una joven era acechada por un perturbado a través del teléfono. Así nacía la historia a la que necesitó dotar de un universo propio. Para ello, el guionista confesó haber estado escuchando la banda sonora de 'La noche de Halloween', la cual fue uno de los principales referentes junto a 'Viernes 13', 'Pesadilla en Elm Street', 'Prom night' y 'Llama un extraño', los principales referentes para la película.
'Scary Movie'
El título original de 'Scream. Vigila quién llama' fue el de 'Scary Movie', el cual acabó cambiado a última hora debido a que no tenía el suficiente gancho comercial.
Kevin Williamson había decidido dar ese nombre a la película porque se iba a tratar de la película de terror que a él le hubiera gustado ver de adolescente. El guion contenía tanto nivel de gore y violencia, que después de que su propio agente le dijese que jamás le producirían eso y llamar a la puerta de Miramax, los productores le aconsejaron que rebajara el nivel para, al menos, conseguir la calificación R.
Aprovechando ese descarte de título, en el año 2000 se estrenaba 'Scary Movie', spoof que parodiaba a esta y a otros títulos de terror.
Wes Craven
Con el guion ya dispuesto a ser filmado, Bob Weinstein propuso a Wes Craven como el director idóneo para dirigirla. Sin embargo, Craven no estaba mucho por la labor, pues por aquel entonces consideraba que toda la historia y el planteamiento de la película eran demasiado misóginos.
Además, y pese a decir que quería desmarcarse de ese tipo de terror, el director estaba inmerso en la preparación de un remake de 'La casa encantada'. Fue entonces cuando los productores barajaron varias opciones, las cuales iban desde George A. Romero a Sam Raimi, pasando por Robert Rodriguez y Danny Boyle.
Kevin Williamson no estuvo conforme con ninguno de esos nombres, y de pronto llegó el milagro: el proyecto de Craven se desmoronó (sería en 1999 cuando se estrenaría 'The Haunting (La guarida)', de Jan de Bont) y el director pareció interesarse por el proyecto.
Drew Barrymore, la clave
Poco antes de que Wes Craven abandonase su proyecto, Drew Barrymore fichó como una de las protagonistas de la película.
Según cuentan, el hecho de tener a Barrymore como una de las estrellas del film, fue lo que hizo que Craven se replantease por completo el dirigir la película, pasando de no querer hacer ese tipo de terror, a pensar en que haría una película de terror diferente a todas las que se habían hecho hasta entonces. Y razón no le faltó.
Demasiado famosa
Desde los despachos de los productores, fueron varios los nombres que se barajaron para interpretar a Gale Weathers, sonando con más fuerza los de Brooke Shields y Janeane Garofalo.
Tras conocer el personaje y que se estaban haciendo castings, fue la propia Courteney Cox quien decidió proponerse para el papel, pues quería darle un giro a la forma con la que el espectador la conocía: siendo Monica Geller de 'Friends'.
Ese fue el principal motivo por el que rechazaron a la actriz, pues creían que el hecho de que se le asociase a la mítica sitcom no beneficiaría a la película. Finalmente, y tras la insistencia de la actriz, acabó convenciendo a todos de que era la Gale perfecta.
El casting femenino
La principal idea para componer el casting fue la de no contar con rostros muy famosos, pues el hecho de tener ya Drew Barrymore en el casting podía ser un buen reclamo. La actriz iba a ser Sidney Prescott, pero por problemas de agenda al final acabaría teniendo un papel estelar.
Como sustitutas, se consideraron a Reese Witherspoon (quien nunca llegó a realizar ningún casting), Brittany Murphy y Alicia Witt. Fue debido al éxito de 'Jóvenes y brujas' un año antes, que los productores se fijaron en Neve Campbell, quien aceptó la propuesta encantada.
Para el personaje de Tatum, antes de la llegada de Rose McGowan se presentaron al casting Melinda Clarke y Rebecca Gayheart, entre otras.
Ellos
Por lo referente a la elección de los actores, desde el departamento de casting lo tuvieron todo mucho más claro. David Arquette, quien en un primer momento se consideró para ser Billy Loomis, pronto se convirtió en el Dewey idóneo.
Por su parte, Matthew Lillard consiguió el papel de Stu Macher como si este hubiese estado hecho a su medida.
Cuando Skeet Ulrich se presentó al casting de Billy, a Wes Craven le recordó a un principiante Johnny Depp en 'Pesadilla en Elm Street'. Si a eso le unían el hecho de que el actor y Neve Campbell ya habían trabajado juntos en 'Jóvenes y brujas', el papel lo consiguió casi de inmediato.
Fue el de Randy Meeks el papel que más quebraderos de cabeza provocó a los responsables de casting, pues hasta el último momento fue un duelo a muerte entre Breckin Meyer y Jamie Kennedy, quien acabó consiguiendo el mítico rol.
Dewey resucitado
En un primer momento, David Arquette tuvo que conformarse con aparecer en una sola película, pese a que Wes Craven ya supiese que la película contaría con dos secuelas.
Y es que el personaje de Dewey moría en 'Scream. Vigila quién llama', pero debido al carisma que despertó entre los fans, fue traído de vuelta para 'Scream 2' y el resto de la saga.
El autohomenaje
Además de todas las referencias directas, guiños y homenajes a clásicos del terror, Wes Craven decidió incluir en ''Scream. Vigila quién llama' un guiño a su propia filmografía, el cual protagonizó el mismo.
Se trata del momento en el que el director aparece con el famoso jersey a rayas y el sombrero de Freddy Krueger, haciéndose pasar por el conserje del instituto de Woodsboro.
Estreno navideño
Tras su preestreno en Los Angeles el 18 de diciembre de 1996, los Weinstein decidieron que la película se tenía que estrenar dos días después. En un primer momento, hubo algunas reticencias debido a que los estrenos de terror no solían tener mucho recorrido comercial durante la época navideña.
El primer fin de semana, la película recaudó seis millones de dólares, por lo que se consideró que se iba a tratar de un fracaso. Fue a partir del segundo fin de semana, que 'Scream. Vigila quién llama' se convirtió en un éxito, llegando a alcanzar la cifra de 173 millones de dólares de recaudación en todo el mundo.