Antes de llegar a nuestras carteleras el próximo 9 de noviembre, la segunda película del creador de la saga 'Saw' James Wan será presentada en la sección Oficial Premiere de la 40ª edición del Festival de Sitges.
Con guión de Leight Whannell y protagonizada por Ryan Kwanten, Amber Valletta, Donnie Whalberg, Michael Fairman, Joan Heney, Bob Gunton y Laura Regan, 'Silencio desde el mal (Dead silence)' cuenta la historia de Jamie, un joven que, tras el brutal asesinato de su esposa momentos después de recibir la entrega anónima de un muñeco de ventrílocuo, decide regresar a su pueblo natal, Ravens Fair, para investigar acerca de Mary Shaw, la supuesta propietaria del muñeco. Una vez allí, Jamie descubrirá que está siendo víctima de una maldición que lleva décadas diezmando a la población de Ravens Fair.
Gótico americano
Debo decir que 'Silencio desde el mal' era para muchos la crónica de una muerte anunciada para un James Wan que, a decir verdad, tan sólo ha dirigido una película con éxito, 'Saw'. Así pues, Dead silence era la oportunidad de ver si el joven director era capaz de crear algo verdaderamente nuevo y afianzarse como una realidad en el cine de terror del siglo XXI.
Pero por desgracia, no es asi.
A pesar de todo, Silencio desde el mal no es una mala película, sobretodo si la comparamos con títulos como 'Cabeza de muerte', 'White noise 2: la luz', 'Turistas', o 'Cocodrilo: un asesino en serie'. A decir verdad, la nueva película de James Wan tiene unos cuantos sustos importantes, basándose la mayoría de ellos en su tétrico personaje inanimado, Billy, y en una ambientación muy teatral, creando una atmósfera a caballo del universo de Tim Burton y las películas de la Hammer.
De hecho, creo que un servidor va a salvar de la quema a Silencio desde el mal única y exclusivamente por dicha ambientación, por su descarado poso ochentero, donde parece que la mitad del presupuesto se ha invertido en máquinas de humo en detrimento de unos actores bastante risibles; destaca también una banda sonora que, a pesar de sonar sospechosamente a 'Saw', contiene también un claro eco que nos evoca a esas películas de terror de los setenta y ochenta, especialmente a La noche de Halloween.
Por otro lado, y siendo objetivos con la película sin dejarnos llevar por la nostalgia de unos tiempos mozos en los que cualquier cosa nos sorprendía y asustaba, debo decir que 'Silencio desde el mal' posee excesivos defectos de fábrica, empezando por un guión algo incongruente y atropellado en su fase inicial, magnificado por unos actores acartonados, sobretodo en el grupo de los secundarios. En segundo lugar, cabe decir que en cuanto el espectador se ha acostumbrado ya a los movimientos oculares de Billy, la película deja de mantenernos en tensión, pasando el eje de la acción a una Mary Shaw (atención, posible spoiler) sacada del mismo cajón de sastre que nuestro entrañable Freddy Krueger.
Y, por último, lo que más me ha irritado es su desenlace. Y es que James Wan parece obcecado (o, simplemente, carece de otro recurso) en repetir hasta la saciedad un mismo patrón, en el típico in crescendo 'Saw' en el que, en un par de minutos y con una permutación atronadora de la banda sonora original, el director pretende sorprendernos a base de flashbacks con la respuesta a todas nuestras preguntas.
Y, la verdad, dicho recurso ya cansa.