Es uno de los mayores fenómenos televisivos de los últimos años, pero no proviene de Estados Unidos, ni siquiera del Reino Unido, sino de Noruega. La serie adolescente 'Skam' ha supuesto una auténtica revolución en el país escandinavo, donde los más jóvenes se han entregado en cuerpo y alma a las historias de un grupo de estudiantes de un instituto de Oslo para vivir junto a ellos, en muchos casos hasta la obsesión, su día a día, sus problemas, sus amistades y aventuras románticas. Pero la onda expansiva también ha llegado al resto del mundo a través de Internet, donde la serie goza de un estatus de culto sin precedentes.
'Skam' es la obra de Julie Andem, guionista y directora que ha ejercido el control creativo absoluto sobre la serie desde que esta se estrenase en 2015. A lo largo de cuatro temporadas, cada una de ellas centrada en un personaje distinto, los espectadores han tenido la oportunidad de conocer en profundidad a un grupo de chavales que vienen a representar a la juventud europea actual. Para ello, Andem realizó entrevistas en institutos y se documentó extensivamente, con la intención de reflejar la realidad de la secundaria en su país lo más fielmente posible. Esto, por supuesto, conllevaba incluir personajes diversos en cuanto a religión, raza y orientación sexual.
Después de dos temporadas con protagonista femenina, Eva (Lisa Teige) y Noora (Josefine Frida Pettersen), la tercera temporada de 'Skam' se centró en Isak (Tarjei Sandvik Moe), joven gay a quien, a lo largo de diez episodios, acompañamos en su camino hacia la aceptación de su condición sexual. De la salida del armario, algo que una persona queer nunca deja de hacer en su vida, hasta el primer gran amor. Mientras realiza su viaje de autodescubrimiento, Isak se enamora de otro chico del instituto, Even (Henrik Holm), con el que vive una de las historias de amor más tiernas y apasionantes que los espectadores han podido ver recientemente en televisión.
Si bien 'Skam' ya se había convertido en un sorprendente éxito dentro y fuera de sus fronteras durante las dos temporadas anteriores, es la tercera, la de Isak, la que catapultó la serie hacia la estratosfera. La pareja que forman Isak y Even, conocida cariñosamente con el apelativo combinado "Evak", conquistó a los espectadores al mostrarnos una relación gay entre adolescentes de la forma más natural y libre de estereotipos, sirviendo como referente para miles de jóvenes que necesitan verse representados en televisión de forma positiva, sentirse escuchados y creerse eso de que "It gets better".
La de Isak y Even es la relación de 'Skam' que más repercusión mundial ha tenido. Tal es su popularidad que Evak ganó la encuesta de E! Online a mejor pareja del año, por encima de cualquier serie estadounidense. Veamos el porqué del éxito de Evak entre el público.
Talento delante y detrás de las cámaras
Una de las cosas que más llaman la atención de 'Skam' es la increíble naturalidad de sus actores adolescentes, la mayoría desconocidos antes de participar en la serie que les ha cambiado la vida para siempre y casi todos de la misma edad (o cercana) a la de sus personajes. Gran parte del éxito de la serie tiene que ver con la labor de Julie Andem al guión y la dirección, pero son sus actores y actrices los que llevan el material a otro nivel, dando vida a los diálogos con pasmoso y espontáneo talento. El realismo de las escenas en la serie es tal que los espectadores tienden a confundir a los actores con sus personajes en la vida real, donde todos, y en especial Tarjei y Henrik, están aprendiendo a vivir rodeados de un interés inusitado por sus vidas privadas.
Sin desmerecer a ningún miembro del reparto, hay que elogiar con especial entusiasmo a Sandvik Moe por su interpretación en la tercera temporada, donde el joven actor noruego se dejó la piel y el corazón. Cualquiera de sus escenas es digna de mención, pero hay una en particular que sirve como perfecto ejemplo para ilustrar su talento y dedicación al personaje. Ocurre al comienzo de la temporada, cuando Isak todavía está luchando con la idea de ser gay y conoce a Even, del que se siente inmediatamente atraído. A continuación, el muchacho hace lo que todos haríamos, buscarlo en Internet para "stalkearlo" en redes sociales. Es entonces cuando descubre en un vídeo que el director favorito de Even es Baz Luhrmann. Lo siguiente que vemos es a Isak viendo 'Romeo y Julieta de William Shakespeare' en su habitación. La expresión de Sandvik Moe viendo por primera vez la película protagonizada por Leonardo DiCaprio y Claire Danes en su portátil, la lágrima que recorre su mejilla y el paralizado silencio posterior al visionado tumbado en su cama, que nos dice que su mundo acaba de cambiar para siempre, recoge la esencia misma de la adolescencia, en una escena que obliga a aplaudir al actor y desearle una fructífera carrera después de 'Skam'.
Lección de amistad y tolerancia para todos
'Skam' es un fresco sin tapujos de la adolescencia moderna, pero más allá de las fiestas, las conversaciones explícitas sobre sexo o el consumo de drogas y alcohol, la serie destaca por su manera de educar a la audiencia en el respeto, la tolerancia y el compañerismo. Que Isak esté descubriendo su sexualidad supone una oportunidad perfecta para mostrar a la audiencia qué es lo que siente un adolescente que atraviesa este rito de paso y cómo afecta a su entorno. En este sentido juega un papel importante su compañero de piso, Eskild (Carl Martin Eggesbø), un chico mayor que él y abiertamente gay, que no duda en darle una clase de historia sobre los pioneros del movimiento por los derechos del colectivo LGBT cuando el protagonista destapa su homofobia interiorizada (algo completamente normal cuando se sale del armario por primera vez) al decir "No voy a ponerme rímel o ir al Orgullo solo porque me guste Even". Eskild le enseña (a él y a la audiencia) a respetar la diversidad no heteronormativa y comprender que no hay una forma correcta de vivir o expresar la sexualidad.
Pero 'Skam' no solo invita a sus espectadores LGBT, especialmente a los más jóvenes, a sentirse menos solos, a quererse tal y como son, o a pensar que es posible un mundo en el que todos seamos aceptados sin importar nuestra orientación sexual, sino que también enseña a los heterosexuales cómo hay que escuchar y apoyar a aquellos que salen del armario, a respaldarlos en un momento tan importante y delicado para ellos. En una de las mejores escenas de la serie, Isak cuenta que es gay y está con un chico a su mejor amigo, Jonas (Marlon Langeland), que responde sin un solo atisbo de incomodidad y sin hacer preguntas sobre su sexualidad, solo escuchándolo e interesándose por su nueva relación. Algo parecido ocurre más adelante, cuando Isak sale del armario para el resto de la pandilla. En lugar de preguntar para satisfacer su curiosidad o cuestionar a Isak (que anteriormente había salido con una chica), se van por la tangente debatiendo sobre la pansexualidad y acaban dando a su amigo divertidos consejos amorosos basados en sus experiencias con las chicas. Esa juventud, la que asume la diferencia con normalidad, es la que representa el cambio que necesitamos, y gracias a la que, algún día en el futuro, la homofobia dejará de existir.
Isak y Even: Minuto a minuto
Aunque como dictan las normas de 'Skam', la cuarta temporada se ha centrado en otro personaje, Sana (Iman Meskini), Isak ha seguido teniendo un rol bastante presente en la recta final de la serie, donde ha aparecido a menudo junto a Even, probablemente a causa de la enorme repercusión que ha tenido la pareja en todo el mundo. Julie Andem ha querido complacer a su audiencia, que pedía a gritos más Evak y necesitaba saber si su pareja favorita seguía unida después del precioso final de la anterior temporada. Y es que el camino que ambos recorren en la tercera hasta llegar a su final feliz no estuvo exento de obstáculos. El más importante la enfermedad de Even, que padece trastorno bipolar, como se descubre en el (monumental) penúltimo episodio de la temporada. La serie trata la enfermedad con la misma sensibilidad y sentido común con el que aborda el tema de la homosexualidad, buscando eliminar el estigma vinculado a ella de forma admirable ("No está loca, es bipolar", le dice Magnus a Isak aludiendo a su madre, cuando su amigo le cuenta que su novio tiene esta enfermedad).
La historia de Isak y Even tiene el poder de conmover y transformar. Ha conectado especialmente con los espectadores más jóvenes (la audiencia objetiva de la serie) al mostrar con sumo acierto la intimidad e intensidad del primer amor (acentuada al ser personas del mismo sexo), pero también con el público más maduro, que en muchos casos ha visto la relación con la nostalgia de quien no vivió algo parecido en su adolescencia. Isak y Even son simplemente adorables juntos, tienen una química que hace creer que su amor es real (mucho se ha especulado sobre la relación de los actores fuera de la serie debido a lo auténtica que parece su relación en pantalla y a lo cariñosos que se muestran siempre en las redes sociales) y su relación es un ejemplo de entrega y apoyo ante las adversidades. Su romance se vuelve más épico capítulo a capítulo, o como ellos dicen, "Minuto a minuto", como hay que tomarse la vida. Ese es uno de los mensajes más importantes que nos dejan 'Skam' y Evak, una inspiradora lección de amor y superación para cualquiera que alguna vez se haya sentido solo, diferente o que en algún momento no haya visto la luz al final del túnel.
'Skam' ha tocado a su fin después de cuatro temporadas, pero nos ha dejado una de las mejores series de adolescentes de la década, y a una de las parejas más inolvidables. Isak y Even han cambiado algo en la manera de representar a la adolescencia en LGBT, y por ello ya forman parte de la historia de la televisión.
Claves del fenómeno 'Skam'
Adolescentes de verdad
Al contrario que en la mayoría de las ficciones teen que nos llegan de Estados Unidos, los protagonistas de 'Skam' son adolescentes de verdad (acné incluido). Cuando la serie comenzó en 2015, la mayoría de miembros del reparto tenían entre 16 y 18 años, por lo que siempre ha sido más fácil percibir sus experiencias como reales. De esta manera, al espectador adolescente le es más fácil sentirse identificado. Es más, estos pueden sentirse escuchados y comprendidos, algo que no suele ocurrir en las series teen, porque se está más preocupado en confeccionar una fantasía idealizada para vender productos.
Televisión de autor
La creadora de 'Skam', Julie Andem, también escribe y dirige la serie en su totalidad, por lo que tiene el control absoluto sobre ella. Antes de acometer el proyecto, Andem se documentó extensivamente, visitando durante mucho tiempo institutos noruegos y entrevistando a adolescentes, hasta encontrar exactamente lo que quería contar con la serie y cómo quería contarlo. Su intención era crear una serie orientada al público adolescente que no subestimase al mismo ni lo tratase con superioridad, que reflejase su realidad y tratase sus problemas usando su propio lenguaje.
Realismo y representación positiva
El hecho de que los actores compartan edad con sus personajes es muy importante para que Julie Andem llevase a cabo su propósito: presentar un fresco de la juventud noruega lo más realista posible. Para ello, Andem recurre al costumbrismo y hace gala de tal naturalismo en su escritura y su forma de filmar a los chavales que muchas veces nos preguntamos qué estaba en el guion y qué es improvisado.
Uso de la tecnología
'Skam' sabe de la importancia de los móviles y las redes sociales en la comunicación diaria de los adolescentes, y los incorpora en todos sus capítulos de forma funcional. Es habitual que haya escenas enteras sin diálogo hablado, con conversaciones íntegramente desarrolladas en texto sobre la pantalla mientras el personaje mira el móvil o el ordenador, acostado en su cama o aislado de sus compañeros. En lugar de sacar al espectador de la serie, esto hace que se involucre a otro nivel con los personajes y conecte con su experiencia individual en primera persona. Aunque también muestra su lado oscuro, el uso de las nuevas tecnologías en 'Skam' nunca viene con adoctrinamientos o moralejas. La serie no suele hablarnos de los peligros de las redes sociales o la deshumanización que provocan los móviles, sino de cómo los jóvenes los han incorporado a su vida diaria y su forma de relacionarse entre ellos y con el mundo.
Formato revolucionario
'Skam' está al día de las nuevas tendencias en la creación y el consumo audiovisual y sabe que cada vez más espectadores (en especial los más jóvenes) ven la televisión en Internet. Por eso la serie se emite por clips y "en directo". Así va la cosa: desde el lunes, y a lo largo de la semana, 'Skam' va publicando en su web oficial escenas de la serie a tiempo real, es decir, colgándolas a la hora exacta en la que dicha escena tiene lugar en la serie (de ahí la importancia de los rótulos que indican siempre qué día y hora es) y avisando con un sistema de alertas. Los viernes, la cadena NRK emite por televisión el episodio de la semana reconstruido a partir de estos clips. La duración final oscila entre los 15 y 50 minutos. Por otro lado, para complementar lo sucedido en los capítulos, la web también sube capturas de conversaciones "reales" de los personajes en mensajes de texto o pantallazos de sus redes sociales.
Además, cabe destacar que cada temporada está centrada en un personaje, a través de cuyo punto de vista se narra la historia, concepto similar al de 'Skins' que Julie Andem lleva un paso más allá.
Temas importantes
'Skam' está al día de las inquietudes de los adolescentes y así lo refleja, explorando temas de actualidad como la islamofobia, la presión social, la identidad LGBT, la masculinidad tóxica o la educación sexual. Y lo hace con naturalidad, sin sermones, planteando un diálogo ente los jóvenes al que se nos invita a participar.
Diversidad y visibilidad LGBT
El elenco de 'Skam' presenta un retrato muy amplio y diverso de la juventud noruega, con énfasis femenino y un protagonista gay. En las cuatro temporadas de la serie han tomado el frente como personajes principales tres chicas, una de ellas musulmana, y un chico homosexual. Este en concreto, Isak (Tarjei Sandvik Moe), protagoniza la que es la temporada que más repercusión mundial ha tenido, la tercera, en la que se explora con una sensibilidad extraordinaria y gran emotividad la sexualidad del personaje y su relación con otro estudiante del instituto, Even (Henrik Holm).
Los diez capítulos que componen la temporada constituyen uno de los romances LGBT que más han calado en la audiencia. Tanto es el amor por "Evak" que ganó la encuesta de E! Online a mejor pareja del año, por encima de cualquier serie emitida en Estados Unidos. 'Skam' es una serie recomendable, casi obligatoria, para cualquier adolescente que esté atravesando lo mismo que Isak, para quien haya tenido que salir mil veces del armario (también para enseñar a los demás cuál es la mejor reacción ante la salida del armario de otra persona), para quien se sienta diferente por su condición sexual. En definitiva, la historia de Isak es el mejor remedio a la soledad de la juventud LGBT.
Reparto
Es fácil decir que los actores y actrices de 'Skam' no están actuando, pero sería menospreciar terriblemente su talento. La labor interpretativa del reparto de 'Skam' se ha llevado todos los elogios del mundo, y con razón. Hay que señalar que, hasta la tercera temporada, la serie apenas incluye personajes adultos, y cuando lo hace es fuera de plano, en mensajes de texto o de espaldas, para sumergirnos de lleno y sin distracciones en la experiencia adolescente. Y no sería tan efectivo de no ser por el excelente trabajo de sus actores, prodigiosamente naturales. En concreto Josefine Frida Pettersen, que interpreta a la irresistible Noora (una de las favoritas de la audiencia), y Tarjei Sandvik Moe, que ha conquistado a los espectadores con su conmovedora interpretación del adolescente gay Isak, con la que ha obtenido una nominación a los premios Gullruten y el reconocimiento mundial. Aquí hay talento, y posiblemente alguna futura estrella internacional.
Factura y banda sonora
Estéticamente, 'Skam' también es una gozada. La frecuente iluminación natural y su cámara furtiva hacen que parezca que estamos observando la vida de unos adolescentes reales sin que estos se den cuenta. Pero la serie no se queda en el estilo documental, sino que incorpora elementos más estilizados y de vanguardia, especialmente en las muchas escenas de fiesta en clubes o apartamentos. Y 'Skam' no solo entra bien por los ojos, sino que además cuenta con un repertorio musical de escándalo, con temas que reflejan los gustos actuales y dan énfasis al hip hop actual y de los 90 y a la electrónica (Kanye West, Lana Del Rey, Die Antwoord, Robyn, LCD Soundsystem, NAS...).
Feminista y liberal
'Skam' es una serie moderna muy conectada a su tiempo y muy consciente de lo que ocurre en el mundo. Julie Andem sabe de la importancia de promover la igualdad y la tolerancia por otras razas, condiciones sexuales y religiones, especialmente en los tiempos que corren, y por ello ha creado un producto deliberadamente feminista y liberal. La serie aprovecha que sus protagonistas están en edad de aprendizaje y formación como personas adultas para educar al espectador (sin adoctrinamiento o moralina, insistimos). Mientras los personajes aprenden a entender el mundo, sus contradicciones, su diversidad, sus injusticias, sus normas sociales, el espectador que los observa reflexiona sobre lo mismo y se enriquece con ellos.
Sin tapujos
Uno de los aspectos más comentados de la serie es cómo retrata sin remilgos la experiencia adolescente, visibilizando y dando importancia capital al sexo y el alcohol. Teniendo en cuenta que el propósito de Andem es mostrar la adolescencia actual tal y como es, sería impensable dejar fuera estos elementos. Pero a pesar de no cortarse a la hora de enseñar a sus personajes conversando sobre sexo de manera muy explícita, manteniendo relaciones, bebiendo vino, fumando o consumiendo drogas, 'Skam' huye de sensacionalismos y lo hace de la forma más natural y menos prejuiciosa posible. La intención nunca es provocar o escandalizar a los adultos, sino reflejar la experiencia adolescente tal y como es para muchos.
Crea ejemplo
'Skam' evita los mensajes más obvios a los que recurren otras series ("No bebas", "No te drogues", "Cuidado con la dependencia de las redes sociales") para incluir en sus tramas valiosas lecciones de amistad, tolerancia y compañerismo, que a la larga son las que más bien pueden hacer entre el público joven (ya sabéis, el futuro) y en la sociedad. Dando protagonismo absoluto a una chica musulmana (Sana) o un chico gay (Isak), 'Skam' está luchando contra el odio y promoviendo la visibilización y la normalización, profundizando en sus experiencias sin huir de las complejidades que caracterizan a cada colectivo.
'Skam' no es una serie que los padres deban prohibir, al contrario, al plantear un mundo en el que muchos nos gustaría vivir, es una serie que todos los jóvenes deberían ver, para que lo hagan posible.