Cho Dong-oh dirige y guioniza su ópera prima, Jungcheon, más conocida internacionalmente como 'The restless'.
Enfocada como un blockbuster asiático, esta película surcoreana ha sido interpretada por Heo Jun-ho, Jung Woo-sung, Kim Kwang-il, Kim Tae-hee y Park Jeong-hak, y cuenta la historia del espadachín Yi Kwak, el cual, tras la muerte de su amada, se unirá a los Chuhyongdae, un grupo de guerreros que trabaja para la realeza exterminando demonios. Cuando el grupo se enfrente a la corrupción reinante y todos sean ejecutados, Yi Kwak, el único superviviente, se verá transportado al purgatorio, una zona de transición que los demonios quieren emplear para penetrar en el mundo de los humanos. Allí se reencontará con su amada, convertida ahora en una suerte de ángel guerrero al que le han borrado la memoria.
CGI al poder
Con unos más que notables (en ocasiones) efectos especiales, 'The restless' entremezcla leyendas típicas asiáticas con paisajes generados por ordenador muy influenciados por 'El señor de los anillos'; así, la película nos ofrece una mezcla de combates coreografiados, instantáneas de gran belleza plástica, y toda suerte de criaturas del inframundo ubicadas en un mundo que no puede dejar de recordarnos sospechosamente a localizaciones de la Tierra Media como Lorien o Rivendel.
Lo malo de 'The restless' es que ahí se acaba todo.
Con un presupuesto aparentemente holgado y una historia cuya base bien podría haber dado pie a una película verdaderamente épica y redonda en términos generales, 'The restless' se pierde en una trama seccionada temporalmente en la que los personajes aparecen y desaparecen sin criterio alguno, y en la que las situaciones de acción quedan totalmente supeditadas a una historia de amor enfermizamente edulcorada.
Parece que Cho Dong-oh se ha limitado a estilizar a base de CGI postales entre fantásticas y bucólicas sin prestar atención alguna al contenido, con un argumento muy mal conducido a través de introducciones de personajes en ocasiones risibles y secuencias de acción que, a nuestro pesar, dejan bastante que desear.
Y es que dichas secuencias son prácticamente inexistentes a lo largo del metraje de 'The restless', y cuando se manifiestan se nos muestran sin gracia alguna, dando un especial énfasis a los primeros planos de los rostros de los combatientes retocándolos con ordenador (en ocasiones con bastante poca fortuna, como es el caso de las cadenas que surgen de las espaldas de los 'malos') sin mostranos apenas coreografías o escenas explícitamente belicosas, por lo que el filo de la espada de Yi Kwak pocas veces repicará contra el acero enemigo.
Destacar, eso sí, ciertos efectos puntuales bastante logrados, como el aura que envuelve la espada de nuestro héroe, y el preludio de la secuencia final, en la que el espadachín se enfrenta a todo un ejército de demonios arrasando con todo el que se le pone por delante.
El resto es bastante lamentable, la verdad.