Recuerdo la primera vez que oí hablar del proyecto que Christopher Nolan tenía en mente tras triunfar en la taquilla y en la crítica con 'El Caballero Oscuro'. Apenas se sabía nada de él, tan sólo que tenía relación con el mundo de la mente. Debo reconocer que no me llamó mucho la atención en aquel momento, hasta que leí la sinopsis completa y empezó a salir material promocional. Hoy, habiendo pasado el tiempo, 'Origen' se ha convertido en un "must be" para aquellos que sean amantes de todo lo que Christopher Nolan toca con sus manos, pero también para aquellos que simplemente sean amantes del buen cine.
'Origen' cuenta la historia de Dom Cobb, al que da vida Leonardo DiCaprio, un experto en el arte de adueñarse de los secretos del subconsciente de la gente. Esa habilidad ha hecho que a Cobb le salgan perseguidores y ha provocado que se convierta en un fugitivo. La única alternativa que tiene para poder volver a casa con sus hijos es realizar un nuevo trabajo en el que debe implantar una idea en la mente de Fisher, interpretado por Cillian Murphy.
Partiré de la base de que no puedo decir nada malo de 'Origen'. La mayoría de las personas que en su momento fueron al cine a verla salieron de la sala encogiéndose de hombros y preguntándose qué habían visto a lo largo de los 148 minutos de metraje del film. Quizá, la ambigüedad podría ser uno de los aspectos negativos de la película de Christopher Nolan, pero a una servidora le parece todo lo contrario. Estamos acostumbrados a ver películas (y me refiero tanto a películas mediocres como películas que son consideradas obras maestras), que dan al público todo masticado, para que simplemente se entretenga y no vaya más allá de lo que la experiencia cinematográfica es capaz de ofrecer. 'Origen' lo consigue. Rompe con la narrativa lineal y lo hace de una forma bella y sublime que muy pocos pueden o podrán imitar. Rompe con el espacio y con el tiempo, yendo hacia adelante, hacia atrás, explorando todo lo inexplorable y, lo más importante, contando una bonita historia.
Porque más allá de ser una historia de ciencia ficción que muchos han tildado de adaptación del famoso mito de la caverna de Platón, o de ser una copia de 'Matrix' y similares, 'Origen' es una historia de redención y de culpa. La culpa y el dolor que persiguen a Cobb queda patente a lo largo del metraje. Se puede palpar su angustia, algo que hay que agradecer al cada vez mejor actor Leonardo DiCaprio.
El peso de un buen reparto
El resto del reparto es simplemente algo del otro mundo. Ken Watanabe, un habitual en el cine de Nolan, está perfecto en un papel que parece hecho a medida. Joseph Gordon-Levitt cambia de registro y se pone en la piel de Arthur, elegantísimo personaje encargado de apoyar al principal, encargado de dotar de ironía y encanto las líneas de un guión maestro elaborado por el propio Nolan. Tom Hardy o lo que ya es lo mismo, el Bane que veremos en pantalla en pocos días, demuestra que es más que una cara bonita y que puede desenvolverse muy bien este tipo de papeles. Cillian Murphy hace de la inexpresividad el elemento característico de su personaje, un tipo frío y estirado al que llegamos incluso a cogerle cierta tirria. La exquisita y misteriosa Marion Cotillard y el quizá un poco desaprovechado Michael Caine cierran el reparto.
Ellen Page es quizá el aspecto del film que no termina de cuadrarme pero quizá porque no soy muy fan de sus trabajos. El caso es, que su papel me resulta poco creíble y pienso que otra actriz podría haberlo llevado a cabo mejor, más aún si cabe cuando sé que Emily Blunt o Rachel MCAdams fueron consideradas para el rol.
El poder de Hans Zimmer
Algo que merece la pena destacar del film, además de poseer una de las más bellas fotografías que he visto en los últimos años es la vibrante y poderosa banda sonora del siempre eficaz Hans Zimmer. Original, melancólica y personal... la música que acompaña el film es una obra de arte. Memorable es el tema "Time", elaborado con dos únicas notas y que nos guía en los últimos momentos y el final de la película.
Cuestión de finales
Llegamos a la cuestión que todavía hoy sigue despertando la curiosidad de los espectadores. ¿Se despertó del sueño Leonardo DiCaprio o no? Yo tengo mi propia teoría al respecto y seguro que todos vosotros también. Lo que para algunos es una tomadura de pelo por parte de Nolan para mí es la esencia del film. Nolan no se burla de nosotros. Nos invita a construir el final de su película, a pensar por nosotros mismos y a descubrir todo un océano de posibilidades. Ese es el gran logro de 'Origen'. Hacernos creer que podemos formar parte de uno de los finales más grandes que el cine ha creado en mucho tiempo. Un soplo de aire fresco.