Oscar 2017: Hubo otro accidente que no pudimos ver

De forma casi inmediata al comienzo de su mandado como presidente de los Estados Unidos, Donald Trump firmó un decreto que instauraba un veto migratorio para ciudadanos de algunos países musulmanes. Entre ellos, el iraní Asghar Farhadi, nominado en 2012 al Mejor Guion Original por 'Nader y Simin, una separación' (título que se alzó como el de Mejor Película en Lengua No Inglesa ese mismo año), quien iba a volver a representar a Irán con su última película, 'El viajante'.

Después de que el decreto fuese paralizado por la justicia, y con el veto ya desaparecido, el realizador anunció que no acudirá a la 89ª ceremonia de los Oscar por mucho que ya pueda pisar suelo americano, y lo hará para condenar las injustas medidas impuestas por Trump y su política basada en la xenofobia.

Corría 2010 cuando salieron a la luz unas declaraciones racistas que pusieron a Mel Gibson en el punto de mira. La frase en cuestión fue la de "Si te viola un grupo de negros, será tu culpa", proferida a su entonces novia porque esta llevaba, al parecer, un vestido demasiado corto, tan corto como la mentalidad de un hombre convertido en leyenda de Hollywood, a quien la Academia parece querer perdonarle sus salidas de tono (donde también se incluye su desprecio a los judíos) habiendo nominado 'Hasta el último hombre' en seis categorías, incluyendo la de Mejor Película.

Después del #OscarsSoWhite del año pasado, por el que fueron varias las voces que se alzaron en contra de la falta de diversidad racial en las nominaciones a los Oscar, una de las polémicas que más ampollas sigue levantando en pleno siglo XXI es la que clama a favor de la igualdad de sexos, el que se ha conocido como el #OscarsSoMale.

Y es que, en 88 ediciones de los premios de la Academia, únicamente ha sido una la mujer que se han hecho con la estatuilla dorada a la Mejor Dirección. Kathryn Bigelow por 'En tierra hostil' es la única directora merecedora del premio, según los académicos, algo que deberíamos tener en cuenta si además han sido solamente 4 las mujeres nominadas en tal categoría (Lina Wertmüller por 'Pasqualino Siete Bellezas' en 1976, Jane Campion por 'El piano' en 1993, y Sofia Coppola por 'Lost in Translation' en 2005).

Si en 2015 ya chirrió que Ava DuVernay no fuese nominada por 'Selma' (algo que la Academia parece querer redimir habiéndole nominado este año por el documental '13th'), en 2017 sigue existiendo muy poca visibilidad para las profesionales, y un claro ejemplo es el de Allison Schroeder, única mujer nominada en el apartado de guion, en concreto, por el de 'Figuras ocultas'.

En el apartado de las nominaciones a las mejores interpretaciones, no es nuevo el debate sobre qué debería considerarse una interpretación secundaria y qué no.

Este 2017 la polémica viene dada con dos títulos como 'Fences' y 'Lion'. En la primera, Viola Davis realiza una interpretación magistral pero ha sido considerada como Mejor Actriz Secundaria. En la segunda, pasa lo mismo con Dev Patel, nominado al Mejor Actor Secundario.

El caso de Davis recuerda un tanto al de Alicia Vikander el año pasado, cuando recogió la estatuilla como actriz secundaria por 'La chica danesa', cuando el suyo podría haber sido considerado como un rol principal, sin duda. Se dice que el hecho de poner a Viola Davis en dicha categoría, es tan solo para asegurarle el premio.

Continuando con las nominaciones en categorías que bien podrían ser otras, encontramos el ejemplo de 'Moonlight', el título de Barry Jenkins que cuenta con 8 nominaciones entre las que se incluye la de Mejor Guion Adaptado.

La película toma como base 'In Moonlight Black Boys Look Blue', un proyecto de escuela escrito por Tarell Alvin McCraney, quien ha escrito el guion de la película junto a Jenkins. El hecho de que la obra nunca se llevase a cabo y que únicamente fuese un proyecto que no salió a la luz, es lo que hace que nos replanteemos si no podría haber estado nominada en la categoría de Mejor Guion Original. Sea como sea, es uno de los platos fuertes de la 89ª edición de los Oscar.

No cabe duda de que 'La ciudad de las estrellas: La La Land' se ha convertido en uno de los fenómenos de la temporada, pues ya sea para bien o para mal (más bien que mal, todo hay que decirlo), todo el mundo habla de ella.

Pero como nunca llueve a gusto de todos, además de existir aquellos que hablan del segundo film de Damien Chazelle como de "la película del año" o de "uno de los mejores musicales de la historia", también ha surgido todo un movimiento que se ha alzado en contra del título protagonizado por Ryan Gosling y Emma Stone.

Desde aquellos que dicen que se trata de una buena película, aunque no memorable, hasta los que la tachan de ser un ejemplo de cine narcisista cuya victoria en la noche de los Oscar (nominada a 14 estatuillas) podría ser indicativo de que Hollywood se va al garete.

Si hay algo de lo que aún no nos hemos recompuesto, es del ninguneo exagerado por parte de la Academia hacia Amy Adams, quien ha sido la encargada de llevar a cabo dos de los roles más potentes de la temporada gracias a sus papeles protagonistas en 'La llegada' y 'Animales nocturnos'.

El título de Denis Villeneuve ha conseguido 8 nominaciones (incluyendo Mejor Película) y el de Tom Ford tan solo una, pero en ninguna de ellas ha estado considerada Adams, una de las actrices más solventes de su generación, nominada hasta en cinco ocasiones al Oscar, una como Actriz Protagonista ('La gran estafa americana') y cuatro como Secundaria ('The Master', 'The Fighter', 'La duda' y 'Junebug').

Esperamos que haya sido un descuido por parte de la Academia y que no se trate del karma, quien le castiga por haberse convertido en la Lois Lane del Universo Cinematográfico de DC.

Continuando con los ninguneos, uno que llama la atención es el que recae sobre Tom Ford. Nominado al Globo de Oro y al BAFTA por 'Animales nocturnos', y habiendo cosechado grandes críticas con su ópera prima, 'Un hombre soltero', parece que aún es pronto para saber si estamos ante un diseñador que ha conseguido hacer realidad el capricho de dirigir, o que en realidad se trata de un artista todoterreno al que se le pueden dar bien ambas cosas.

Sea como sea, Ford debe conformarse con la más que merecida nominación al Mejor Secundario para Michael Shannon.

Si algo está claro, es que a día de hoy no hay nadie más attention whore que Donald Trump. El presidente electo de los Estados Unidos no tiene bastante con haber convertido la Casa Blanca en el hazmerreír de la política mundial, sino que si por algo es conocido es por lo impertinente y obsceno que se muestra en su perfil de Twitter.

El magnate reconvertido a político, no solo ha demostrado que carece de educación y valores, sino que se ha erigido como uno de los mayores trolls de los Oscar, ya que desde el año 2013 se ha dedicado a tuitear en directo la gala, haciendo gala de su buen gusto a la hora de expresarse y dedicando ristras de insultos racistas y de mal gusto.

No sabemos si este año, como Presidente, Trump se aplicará algún tipo de filtro. Lo que tampoco podemos esperar es al discurso que, seguramente, le dedique Meryl Streep, a quien tachó de "actriz sobrevalorada", y quien subirá al escenario dispuesta a continuar con sus alegatos en contra del fantoche de piel naranja.