Jodie Foster salió al escenario del Dolby Theatre junto a Jennifer Lawrence para entregar el premio a mejor actriz, y lo hizo en muletas. Cuando Lawrence le preguntó qué le había ocurrido, Foster señaló a una Meryl Streep que, sentada en primera fila, se mostró sorprendida. "Me hizo un 'Yo, Tonya'", prosiguió la actriz de 'Contact'. El chiste es una referencia a la película de Craig Gillespie en la que al personaje de Margot Robbie se le acusa de enviar a un matón a partirle la rodilla a su rival.
Mientras Robbie reía, ambas continuaron el chiste. "Pero prefiero no hablar de ello", dijo Foster. "Está bien, ¿sabes? Ella me puso la zancadilla una vez", le contesta Lawrence, en referencia a la vez en que se cayó por las escaleras al recoger su Oscar por 'El lado bueno de las cosas'.
"Parece tan buena en los almuerzos...", remató Lawrence. "Está actuando", le contesta su compañera. La realidad del accidente de Foster es mucho más simple; según cuenta Entertainment Weekly, Foster se hizo daño tras una mala caída esquiando. Tras el chiste, hicieron un alegato a favor de las mujeres y el tiempo de cambio que está viviendo Hollywood. Además, Lawrence agradeció a Foster haberle dado uno de sus primeros papeles ('El castor') y reconoció que la admira mucho.
Foster y Lawrence no tenían que presentar ese premio
Bromas aparte, lo más llamativo de esta escena es que, según la tradición, ellas no eran quienes debían entregar ese premio. El encargado debía haber sido el ganador a mejor actor del año anterior, en este caso, Casey Affleck. Sobre el actor pesa la sombra de unas acusaciones de acoso sexual por parte de la productora Amanda White y la directora de fotografía Magdalena Górka, con las que trabajó en el rodaje de 'I'm still here'. Debido a ello, la gala del año pasado no estuvo exenta de polémica. No hay más que recordar la gélida mirada con la que Brie Larson le entregó el galardón.
Aunque siempre ha negado las acusaciones, Affleck rechazó la invitación y no acudió a la gala de este año, quizá temiendo recibir alguna crítica debido a lo caldeado que está el ambiente en la industria desde que se destapara el caso Harvey Weinstein.
