Oscar 2020: La competencia de 'Dolor y gloria' por el Oscar a la Mejor Película de Habla No Inglesa

La última vez que Argelia optó al Oscar fue con la nominación del drama criminal de época 'Fuera de la ley', de Rachid Bouchareb, en 2010. El país magrebí es uno de los pocos países africanos en tener una estatuilla dorada. La candidata que ha puesto a Argelia en la carrera de forma sólida es 'Papicha', ópera prima de Mounia Meddour, mostrada en la sección Una Cierta Mirada del 72º Festival de Cannes (estará presente en la Seminci de Valladolid) y que muestra a Nedjma, una estudiante de moda, que desafió a su país al organizar un certamen y desfile en plena lucha terrorista en los 90, cuando una facción islámica quiso crear un estado teocrático en su país.

Una película de fuerte carácter feminista, dirigido y escrito por una mujer cineasta, que logró el aplauso de la crítica y que va acorde no solo con la vena social que domina la categoría de Mejor Filme Internacional en esta 92ª edición de los premios Oscar, sino que va en sintonía con la reivindicación de dar más visibilidades a las realizadoras.

Argentina es el único país sudamericano que tiene dos premios Oscar (por 'La historia oficial', de Luis Puenzo, en 1985 y por 'El secreto de sus ojos', Juan José Campanella, en 2009). La última vez que tuvo fuerte presencia en la gala fue con la nominación de 'Relatos salvajes', de Damián Szifrón, en 2014. Este año, Argentina aspira a volver a la terna de los Oscar con la comedia negra 'La odisea de los Giles', protagonizada por el icónico Ricardo Darín, dirigida por Sebastián Borensztein y ambientada en la brutal crisis económica que sufrió el país a finales de 2001 (el famoso "Corralito"). Una cooperativa agrícola decide tomarse la justicia por su mano cuando su abogado y el gerente del banco les estafen y roben los ahorros que habían juntado para reflotar la compañía.

Mostrada fuera de competición en el 67º Festival de San Sebastián, su paso por el Festival de Toronto (cita imprescindible si se quiere opta al Oscar) fue sublime, logrando obtener el beneplácito de la crítica norteamericana. La industria argentina es la más estable de América del Sur, pese a los recortes sufridos, lo que hace que el país sea todos los años un contendiente muy a tener en cuenta, sobre todo si está en el reparto Ricardo Darín.

Hace unos años, Bélgica era una de las habituales en las nominaciones al Oscar a la mejor película de habla no inglesa. Sin embargo, el país europeo lleva unos años ausentes, lo máximo a lo que llegó fue cuando en 2015 'El nuevo Nuevo Testamento', Jaco Van Dormael, se coló en la lista de las nueve prenominadas (ahora serán diez). Pese a tener una candidata sólida el año pasado, que fue la estupenda 'Girl', de Lukas Dhont, se quedó fuera. Ahora parece que hay también muchas opciones con 'Nuestras madres', coproducción dirigida por el guatemalteco César Díaz, que será la primera representante de Bélgica en haber sido rodada en español.

'Nuestras madres' narra la situación de Guatemala durante la guerra civil de 2013. Aclamada por la crítica, logró la Cámara de Oro a la mejor ópera prima en el 72º Festival de Cannes y el premio SACD en la Semana de la Crítica.

El cine brasileño es uno de los más prestigiosos a nivel mundial, aunque su presencia en los Oscar, tristemente, ha sido menor de la deseada. En 1998 el país fue candidata por última vez, con 'Estación central de Brasil', de Walter Salles, en 2007 rozó la nominación puesto que 'El año que mis padres se fueron de vacaciones', de Cao Hamburger, estuvo en la lista de prenominadas, a ello hay que añadirle las nominaciones de 'El beso de la mujer araña' (1985), Héctor Babenco, y 'Ciudad de Dios' (2002), de Fernando Meirelles, en otras categorías.

'La vida invisible de Eurídice Gusmão', Karim Aïnouz, logró el premio al mejor largometraje en la sección Una Cierta Mirada del 72º Festival de Cannes. Protagonizada por Fernanda Montenegro (única actriz brasileña nominada al Oscar), narra la vida de dos hermanas en el Río de Janeiro de los años 50. Una película reivindicativa y de fuerte carácter feminista que ha conquistado a la crítica internacional tras su paso por Toronto (estará también en la Seminci) y que la coloca como una de las principales contendientes de este año.

En pocos años, Chile se ha convertido en un referente del cine iberoamericano. En 2012 comenzó su impulso internacional con la nominación al Oscar de 'No', de Pablo Larraín. Eso fue la antesala del premio, puesto que lo ganó en 2017 con 'Una mujer fantástica', de Sebastián Lelio. Ahora aspira a la estatuilla con 'Araña', lo nuevo de Andrés Wood, el director de 'Violeta se fue a los cielos'.

'Araña' narra un triángulo amoroso en pleno movimiento paramilitar en los años 70, en plena dictadura de Pinochet. El filme muestra la consecuencias de una traición por amor 40 años después. El filme obtuvo buenos comentarios durante su paso por la sección Horizontes del 67º Festival de San Sebastián, como también en los festivales de Hamburgo y Chicago.

En los últimos años, Colombia se ha convertido en un país muy a tener en cuenta en los Oscar. Todo ha sido gracias al cine de Ciro Guerra, que estuvo nominado en 2015 por 'El abrazo de la serpiente' y logró estar en la lista de prenominadas del año pasado con 'Pájaros de verano'. Puede que no sea Guerra, pero Alejandro Landes aspira a ser el segundo cineasta colombiano en optar al Oscar con 'Monos'.

Comparada con 'El señor de las moscas', Landes logra mostrar el lado más perverso y violento de la guerrilla en el país sudamericano, a través de la mirada de ocho adolescentes que tienen secuestrada a una mujer de mediana edad y a una vaca lechera. 'Monos' ha logrado el apoyo unánime de la crítica. Obtuvo el Premio Especial del Jurado en el Festival de Sundance, aspiró al Teddy Award en la 69ª edición de la Berlinale, consiguió el premio Sebastiane en el 67º Festival de San Sebastián y ha obtenido apoyo férreos en diversos festivales alrededor del mundo. Es una de las aspirantes con más opciones a entrar en la terna final.

El cine surcoreano es uno de los más aclamados mundialmente. Cuna de cineasta como Park Chan-wook, Hong Sang-soo, Kim Ki-duk, Lee Kyoung-mi o Shim Sung-bo, cuesta creer que la Academia de Hollywood haya ignorado tanto a sus películas, puesto que ninguna ha conseguido estar nominada al Oscar a la mejor película extranjera. Lo más cercano fue el año pasado, cuando 'Burning', de Lee Chang-dong, entró en la lista de prenominadas.

Parece que va a hacerse justicia, puesto que 'Parásitos', de Bong Joon-ho, es la principal rival a batir en esta categoría, su distribuidora en Estados Unidos (Neon) está haciendo una campaña muy grande, puesto que el filme aspira también a ser candidato al mejor largometraje del año. La historia de la familia Kim y su particular llegada a la vida de los Park logró la victoria unánime en Cannes, donde obtuvo la Palma de Oro, así como también unos magníficos resultados en Toronto, donde Bong quedó en tercer puesto en el premio del público. Aunque a muchos les cueste verlo, 'Parásitos' es la clara favorita, superando en las quinielas con mucha ventaja a 'Dolor y gloria'.

Dinamarca tiene una carrera envidiable en los Oscar. En los últimos diez años, el país nórdico ha conseguido un Oscar (en 2010 por 'En un mundo mejor', de Susanne Bier), ha obtenido nominación en cuatro ocasiones y ha estado en la lista de prenominadas dos veces. O sea, s dwiez intentos, siete de ellos han logrado buenos resultados, siendo uno el galardón máximo, superando así a Alemania, con una carrera similar.

'Dronnigen (Queen of Hearts)', May el-Toukhy, está entre las candidatas que suena con más fuerza. Este drama de una mujer madura con una vida ejemplar que inicia una aventura sexual con su hijastro adolescente obtuvo el premio del público en el Festival de Sundance y el apoyo de la crítica es unánime. Dados los buenos resultados en años anteriores, Dinamarca este año puede repetir entre las favoritas.

La elección de Espña de Pedro Almodóvar es una apuesta segura. Su 'Todo sobre mi madre' logró el Oscar a la mejor película de habla no inglesa, eso sin olvidar que 'Hable con ella' obtuvo la estatuilla al mejor guion original con una campaña ajena a la categoría de la que se está hablando (ese año España eligió 'Los lunes al sol'). 'Dolor y gloria' es considerado el mejor largometraje del cineasta manchego desde la aclamada 'Volver', su paso por Cannes aupó a un filme que venía con el beneplácito de la crítica y el público español.

Precisamente, en la Croisette obtuvo el premio al mejor actor para Antonio Banderas. Su carrera a los Oscar comenzó desde que pisó el festival francés, puesto que los productores de la cinta y su distribuidora en Estados Unidos, Sony Classics, han preparado su promoción de forma autónoma. 'Dolor y gloria' pasó también por el Festival de Toronto, donde obtuvo magníficos comentarios. Se ha estrenado con éxito en la taquilla estadounidense. Por otro lado, en las quinielas, 'Dolor y gloria' aparece no solo en las quinielas de la categoría de mejor película de habla no inglesa, sino que suena también para mejor actor, mejor dirección y mejor actriz de reparto. Su gran rival a batir es la surcoreana 'Parásitos', como también la francesa 'Los miserables' o la rusa 'Una gran mujer', que suenan con mucha fuerza también.

Francia es la industria cinematográfica más importante de Europa. Solo por eso, su candidata siempre está entre las favoritas. Pese a su relevancia a nivel cultural, el cine francés lleva mucho tiempo ninguneado por la Academia de Hollywood. El país galo no gana el Oscar a la mejor película internacional desde que Régis Wargnier lo obtuviese por 'Indochina' en 1992. Desde entonces ha habido muchas nominaciones, la última en 2015 con 'Mustang', de Deniz Gamze Ergüven.

Este año la candidata es muy potente: 'Los miserables', la primera cinta de ficción de Ladj Ly. Ganadora del Premio del Jurado del 72º Festival de Cannes, ex aequo con la brasileña 'Bacurau', de Kleber Mendonça Filho y Juliano Dornelles. La crítica también ha sido unánime con este drama social, que en las quinielas llega a competir con favoritas como 'Una gran mujer', 'Dolor y gloria' o 'Parásitos'.

Hungría también ha obtenido buenos resultados en los últimos años. En 2013 entró en la lista de prenominadas con 'El gran cuaderno', de János Szász, dos años después obtuvo el Oscar con 'El hijo de Saúl', László Nemes, y en 2017 tuvo una nominación por 'En cuerpo y alma', de Ildikó Enyedi. Será coincidencia pero el país europeo ha conseguido serias aspiraciones en años impares. En este 2019, Hungría puede colarse entre las candidatas con 'Those Who Remained', Barnabás Tóth.

El film muestra el duelo y el dolor de aquellos que lograron evitar los campos de concentración pero que tienen cargar con el sufrimiento de aquellos seres queridos que no volvieron o los que regresaron pero no volvieron a ser los mismos. 'Those Who Remained' logró buenos comentarios en su paso por el Festival de Telluride. También narrar una historia sobre la Segunda Guerra Mundial, algo suele gustar entre los académicos.

Al igual que Bélgica, Israel fue un país habitual en las nominaciones a los Oscar, fue nominado tres veces seguidas entre 2007 y 2009. Lo más cercano que ha estado en los últimos años fue en 2017, cuando 'Foxtrot', de Samuel Maoz, entró en la lista de prenominadas. Este año pueden volver a la terna con 'Incitement', de Yaron Zilberman, ganadora del premio a la mejor película por la Academia de Cine Israelí.

'Incitement' narra el asesinato del primer ministro de Israel, Yitzhak Rabin, el 4 de noviembre de 1995, por parte del criminal ultranacionalista Yigal Amir. El filme despertó recelos por parte de cierta parte de la sociedad judía. Durante su proyección en el Festival de Toronto, el pase tuvo que detenerse y el público asistente evacuado debido a una amenaza de seguridad. Después pudo verse, al comprobar que el entorno era seguro.

Desde que en 2013 Paolo Sorrentino ganase el Oscar con 'La gran belleza', el país transalpino no ha conseguido nominación como tampoco pasa al primer corte, pese a tener propuestas como 'El capital humano' (2014), de Paolo Virzì; 'Fuego en el mar' (2016), de Gianfranco Rosi, o 'Dogman' (2018), de Matteo Garrone. Esta vez le toca a un veterano del cine italiano, el reconocido Marco Bellocchio, que presenta 'El traidor', que obtuvo buenos comentarios durante su paso por la Selección Oficial del Festival de Cannes.

Película basada en hechos reales, narra la "traición" del mafioso siciliano Tommaso Buscetta a la Cosa Nostra en los años 80. El filme viene alabado por el Sindicato Nacional de Periodista de Cine de Italia, al obtener siete premios Nastro d'Argento, incluidos mejor película, mejor dirección, mejor guion y mejor actor para Pierfrancesco Favino.

Japón, una de las mayores industrias cinematográficas del mundo, viene de una nominación en la edición anterior, 'Un asunto de familia' de Hirokazu Kore-eda. El país del Sol Naciente lo vuelve a intentar con una propuesta arriesgada, un filme de animación: 'El tiempo contigo', de Makoto Shinkai. Es la tercera vez que lo intenta con una cinta de este estilo, tras 'Pompoko' (1994) de Isao Takahata y 'La princesa Mononoke' (1997) de Hayao Miyazaki.

'El tiempo contigo' viene a la carrera a los Oscar convertida en un fenómeno de taquilla en su país de origen, es el largometraje más taquillero del año con más de 123 millones de dólares recaudados y aún sigue en salas de forma masiva. Tras el éxito de 'Your Name', que no obtuvo nominación, la Academia Japonesa ha puesto toda la carne en el asador para convertir al nuevo filme de Makoto Shinkai en la segunda cinta de animación en ser candidata al Oscar a la mejor película internacional, la primera fue la israelí 'Vals con Bashir', de Ari Folman, en 2008.

En los dos últimos años, Líbano lleva una buena racha en los Oscar. En 2017 fue candidato por 'El insulto', de Ziad Doueiri, y un año después volvió a optar a la estatuilla con 'Cafarnaúm', de Nadine Labaki. Dicen que no hay dos sin tres y '1982', de Oualid Mouaness, puede ser la que complete el círculo virtuoso. La cinta consiguió el premio NETPAC en el Festival de Toronto.

La película hace honor a su nombre, narrando la Guerra del Líbano de 1982 desde el punto de vista de Wissam, un niño de 11 años que estudia en un colegio privado a las afueras de Beirut. Mientras el chaval vive experiencias propias de su edad, como confesarle a su compañera de clase, Joana, que está enamorado de ella, los profesores hablan de la tensa situación política que el país vive, mostrando el miedo que existe entre la población.

Tras coronarse en la edición anterior con 'Roma' de Alfonso Cuarón, México lo vuelve a intentar con una propuesta que ha cautivado a la crítica internacional: 'La camarista', ópera prima de Lila Avilés. Siguiendo la línea de otras propuestas, el filme de Avilés tiene una fuerte crítica social, mostrando la situación de extrema precariedad que vive Eva, la protagonista de la cinta, que se gana la vida como camarera en un hotel de lujo de la capital azteca.

Ganadora del premio Ariel a la mejor ópera prima, candidata al premio del público en el AFI Fest, 'La camarista' es una de las que más probabilidades tiene de colarse, al menos, entre las diez prenominadas. Un filme en clave social y feminista que puede lograr que Avilés sea la primera mujer cineasta mexicana en optar al Oscar a la mejor película internacional.

El cine noruego ha conseguido tener una nominación en los Oscar en los últimos diez años, en 2012 con 'Kon-Tiki', de Joachim Rønning y Espen Sandberg. En 2016 estuvieron a punto de repetir candidatura al entrar en la lista de prenominadas, con 'La decisión del rey' de Erik Poppe. Pese que los dos últimos años el país escandinavo ha tenido candidatas muy serias al premio: 'Thelma' (2017), de Joachim Trier, y 'El viaje de Nisha' (2018), de Iram Haq, ninguna de las dos pasó el primer corte.

'Out Stealing Horses', de Hans Petter Moland, viene a la carrera con el Oso de Plata a la mejor contribución artística en el 69º Festival de Berlín y ganadora de cinco premios Amanda (incluyendo mejor película), los galardones más importantes del cine noruego. Protagonizada por Stellan Skarsgård, su perfil puede ayudar a que el país nórdico logre colarse de nuevo en la terna final de candidatos.

Desde que en 2002 optasen al Oscar por 'Gemelas', de Ben Sombogaart, los Países Bajos no han logrado llegar a las nominaciones, aunque sí las han rozado en tres ocasiones, cuando 'El libro negro' (2006), Paul Verhoeven; 'Winter in Wartime' (2008), de Martin Koolhoven, y 'Acusada' (2014), de Paula van der Oest, pasaron del primer corte y estuvieron en la lista de precandidatas.

Ahora lo vuelven a intentar con 'Instinct', ópera prima de la actriz Halina Reijn, que narra una polémica historia de una sexóloga que acaba enamorándose de un agresor sexual confeso. La cinta obtuvo una mención especial en el Festival de Locarno y está protagonizada por Carice van Houten, la actriz de 'Juego de Tronos' puede ser el reclamo que el filme necesita para, al menos, pasar del primer corte.

En 2009, Perú aspiró por primera vez al Oscar con 'La teta asustada', de Claudia Llosa. Desde entonces, el país andino no ha estado presente en los premios, algo que puede revertirse con 'Retablo', ópera prima de Álvaro Delgado Aparicio, mención especial en el 68º Festival de Berlín, donde también obtuvo el premio Teddy al mejor filme LGBT, premio del jurado al mejor guion en Lesgaicinemad de Madrid en 2018, premio Q en el Festival de Chicago y ganadora del premio al mejor largometraje en el Festival de Lima.

'Retablo' narra la vida en pueblo en Ayacucho. Segundo, un niño de 14 años, quiere ser como su padre y que este esté orgulloso de él. Pero cuando descubre a su progenitor teniendo relaciones sexuales con un hombre, su mundo se derrumbará, como también el de su padre, que temerá que su orientación sexual se haga pública, en un ambiente conservador y opresor. El filme de Delgado Aparicio es el segundo que Perú presenta en lengua quechua y el primero en mostrar la realidad LGBT en un ambiente rural, con protagonistas amerindios, dejando ver una situación pocas veces vista en la gran pantalla.

En todas las ediciones de los Oscar, en la categoría de mejor película internacional siempre hay un mirlo blanco. Una candidata que sorprende colándose primero en la lista de prenominadas y después llegando a la etapa final. En 2014 pasó con la estonia 'Mandarinas', de Zaza Urushadze; en 2015 con la jordana 'Lobo', de Naji Abu Nowar y en 2016 ocurrió con la australiana 'Tanna', de Martin Butler y Bentley Dean. Es difícil prever cuál será el "mirlo blanco" de este año, podrían ser las ya mencionadas Perú o Argelia, por ejemplo, o Taiwán.

Pero una que se lo merecería sería Portugal. El país atlántico se ha presentado en 35 ocasiones a los Oscar y nunca ha obtenido una nominación a la mejor película de habla no inglesa, pese que ha tenido varias veces una candidata sólida, como las películas dirigidas por Manoel de Oliveira o Miguel Gomes. En los últimos años sonaron con fuerza 'Las líneas de Wellington' (2013), de Valeria Sarmiento, y 'Cartas de la guerra' (2016), de Ivo M. Ferreira. Este año podría producirse el milagro con 'A Herdade', de Tiago Guedes, que estuvo en la Selección Oficial del 76º Festival de Venecia.

República Checa no ha conseguido nominación al Oscar a la mejor película internacional desde 2003, cuando fue candidata por 'Amor sin fronteras', de Ondrej Trojan. En 2011 con 'Alois Nebel', Tomás Lunák, y en 2018, con 'Winter Flies', de Olmo Omerzu, hubo bastantes esperanzas de volver a optar a la estatuilla. Esta vez lo intenta con 'The Painted Bird', de Václav Marhoul, mostrada en la Selección Oficial del 76º Festival de Venecia.

Rodada en un ensombrecedor blanco y negro, el filme narra la huida de un niño judío en la Europa del Este de la Segunda Guerra Mundial. Stellan Skarsgård está también el reparto, a ello se añade la partición de actores como Harvey Keitel o Julian Sands. La brutalidad de sus imágenes provocó que varios espectadores abandonasen la sala durante su proyección en la Biennale di Venezia y también en el Festival de Toronto. El filme puede seguir la estela de otros títulos que provocaron reacciones similares como la húngara 'El hijo de Saúl' o la libanesa 'Cafarnaúm'.

En los últimos años, Rusia ha sido candidata dos veces al Oscar a la mejor película internacional: en 2014 por 'Leviatán' y en 2017 por 'Sin amor', ambas de Andréi Zviánguintsev. En 2016 entró en la lista de prenominadas con 'Paraíso (Rai)' de Andréi Konchalovski. Este año vuelve a estar entre las favoritas por 'Una gran mujer', de Kantemir Balagov, premio a la mejor dirección en la sección Una Cierta Mirada en el 72º Festival de Cannes, como también el FIPRESCI.

La cinta se ambientada en el San Petersburgo de 1945, en pleno asedio a la antigua ciudad de Leningrado durante la Segunda Guerra Mundial. Iya y Masha son dos mujeres jóvenes que se unen para reconstruir la ciudad y, de paso, sus propias vidas. La crítica internacional ha aupado la propuesta del joven cineasta (Balagov solo tiene 28 años) y su posible nominación está en muchas quinielas, llegando a igualar a Corea del Sur, España y Francia.

Senegal rozó la nominación al Oscar en 2017 con 'Félicité', de Alain Gomis, al entrar en la lista de prenominadas. Dos años después suena con más fuerza con 'Atlantique', el primer largometraje de la cineasta francesa de origen senegalés Mati Diop. Drama social sobre la desigualdad en Dakar, la cinta narra también un amor imposible, entre Ada, una chica de 17 años, y Souleimane, un obrero que trabaja en una la construcción de un torre futurista. La cinta obtuvo el Gran Premio del Jurado en el 72º Festival de Cannes.

Su premio en Cannes ya la ponía en la terna de favoritas pero hay un factor que hace que su candidatura sea muy sólida y tenga serias opciones de estar entre las cinco nominadas: Netflix. La plataforma en streaming pondrá toda la carne en el asador para que el filme de Diop consiga aspirar al mismo premio que 'Roma', que un año antes logró darle la primera estatuilla en la categoría de mejor película internacional a la empresa liderada por Reed Hastings.

Suecia ha tenido varias tentativas al Oscar en los últimos años. En 2014 se quedó a las puertas con 'Fuerza mayor', de Ruben Östlund, al estar en la lista de prenominadas. En 2016 y 2017 sí consiguió nominación con 'Un hombre llamado Ove', de Hannes Holms, y 'The Square', de Östlund, respectivamente. Tras la (inexplicable) ausencia de 'Border', de Ali Abbasi, el año pasado en los premios, en este 2019 el país escandinavo aspira a regresar con el drama LGBT 'And Then We Danced', de Levan Akin.

El filme obtuvo muy buenos comentarios durante su paso por el Festival de Cannes (se mostró en la Quincena de Realizadores) y en el de Sarajevo, donde consiguió el premio al mejor actor. En Estados Unidos el filme ha provocado entusiasmo en la crítica, su temática (el despertar sexual de un joven bailarín de ballet hacia un compañero de danza y rival) ha sido muy alabada, por la vena social que tiene, al estar ambientada en la opresiva sociedad de Georgia.

En esta edición de los 92º premios Oscar, la categoría de mejor película internacional no solo abunda la temática social, sino también la realidad LGBT. Junto con Brasil, Colombia, Perú, Rusia y Suecia, otra candidata con 'orgullo' es la taiwanesa 'Dear Ex', de Mag Hsu y Hsu Chih-yen. Distribuida por Netflix, la cinta es una aspirante con posibilidades gracias al apoyo de dicha plataforma.

Lo que puede hacer que 'Dear Ex' se quede fuera es la influencia que ejerce China sobre los académicos de Hollywood. Con una presencia mayor cada año, las cintas comerciales estadounidenses dependen cada vez más de la taquilla del gigante asiático, lo cual puede repercutir en un abierto boicot a candidatas en los premios procedentes de Taiwán y Hong Kong.