La experiencia de uno de los grandes cineastas de todos los tiempos. La originalidad implacable de dos casi novatos cuya energía arrasa con todo (a la vez en todas partes). Un esperado regreso que ha estado a la altura de las expectativas. La visión ácida, exagerada e insaciable del coleccionador de Palmas de Oro. La mirada tranquila de un dramaturgo que regresa a sus infinitas islas para sumergirse en la soledad, la tolerancia, el dolor, la incomprensión y el absurdo.
Hablamos, respectivamente, de Steven Spielberg, Daniel Kwan y Daniel Scheinert, Todd Field, Ruben Östlund y Martin McDonagh, conjunto de nominados al Oscar 2023 correspondiente a la Mejor dirección. Un sexteto, los Daniels van en pack, que representan un año en el que la categoría bien podría haberse ampliado hasta diez, especialmente si tenemos en cuenta el enorme trabajo de, por ejemplo, Damien Chazelle en 'Babylon', Sarah Polley en 'Ellas hablan', James Cameron en 'Avatar: El sentido del agua', Baz Luhrmann en 'Elvis' o Edward Berger en 'Sin novedad en el frente'.
Ausencias que, más que enfados absurdos, deberían provocar la felicidad absoluta ante el altísimo nivel que se ha visto este último año en el terreno de la dirección. Un campo donde las miradas veteranas y novatas se han ido combinando de forma admirable hasta tejer un paisaje repleto de escenas de eco imborrable, muchas de ellas firmadas por este incontestable grupo de nominados.
Oscar 2023: Análisis Mejor dirección
Martin McDonagh - 'Almas en pena de Inisherin'
Puede que, en un primer vistazo, la dirección de Martin McDonagh en 'Almas en pena de Inisherin' no sea la más vistosa de la categoría. ¿Significa eso que su nominación es injusta o carece de sentido real? En absoluto. El trabajo del guionista y director de las memorables 'Escondidos en Brujas' y, sobre todo, 'Tres anuncios en las afueras', es de una precisión e inteligencia solamente equiparable a su contención y sencillez, virtudes todas ellas adheridas al corazón dañado, oscuro y melancólico de la historia que está contando y los personajes que habitan este universo.
De duradero calado poético, la dirección de McDonagh es puro equilibrio, situándose en todo momento a la distancia exacta de los rostros, diálogos y giros que plantea su extraordinario libreto. No existe opción alguna de que se haga con una estatuilla que tiene mucho más factible en el terreno del guion original, pero siempre es positivo encontrarse con un talento como McDonagh entre los nominados.
Steven Spielberg - 'Los Fabelman'
¿Qué decir a estas alturas de Steven Spielberg? Pues que sigue siendo el Rey. De acuerdo, 'Los Fabelman' no ha funcionado en taquilla de la manera en la que se esperaba, pero eso no deja de ser un detalle meramente comercial que nada tiene que ver con la excelencia que rodea a una de las películas más personales, sensibles, delicadas y conmovedoras de la trayectoria de uno de los grandes cineastas de la historia del séptimo arte.
Frente al ejercicio profundamente íntimo de contar su propia infancia y adolescencia, las cuales quedaron marcadas para siempre tanto por el cine como por la separación de su padre y madre, Spielberg opta por una dirección de tono calmado, formas clásicas y golpes de genialidad marca de la casa. Si me preguntáis, la estatuilla debería caer entre sus manos solamente por el último plano de una película que no es de Steven Spielberg: ES Steven Spielberg.
Daniel Kwan & Daniel Scheinert - 'Todo a la vez en todas partes'
Teniendo en cuenta su triunfo en el DGA, Los Daniels, es decir, Daniel Kwan y Daniel Scheinert, parten como favoritos para alzarse con el Oscar a Mejor dirección en la próxima edición de los premios. Y lo cierto es que, más allá del altísimo nivel de alguno de sus contrincantes en la categoría, se trataría de una victoria ubicada en el terreno de lo incontestable.
Desde sus primeros compases hasta uno de los tramos finales más hermosos y conmovedores que nos ha regalado el cine en la última década, 'Todo a la vez en todas partes' es una auténtica montaña rusa que no habría llegado tan lejos, ni mucho menos, sin el enorme talento, inventiva e imaginación de dos directores pletóricos en lo que a inspiración se refiere. Un trabajo inmenso que logra equilibrar un deslumbrante castillo de ideas, escenas, tramas y personajes que requería de dosis extra de precisión para no hundirse por completo. Misión cumplida. Y Oscar prácticamente asegurado.
Ruben Östlund - 'El triángulo de la tristeza'
La sorpresa de la categoría. Y lo mismo podríamos decir en la de Mejor película, por cierto. Sus posibilidades ganar equivalen a cero, pero, oye, el bueno de Ruben Östlund ha logrado convertirse en uno de los protagonistas de la próxima edición de los Oscar gracias a 'El triángulo de la tristeza', cinta capaz de despertar tantas pasiones ardientes como odios viscerales. Teniendo en cuenta que, con toda probabilidad, era lo que buscaba el guionista y director sueco, está claro que el plan le ha salido a las mil maravillas. ¿Su dirección? Tan irregular como la película a la que representa, sí, pero siempre elegante y traviesa.
Todd Field - 'Tár'
Tuvimos que ser pacientes, mucho, pero mereció la pena esperar el regreso de Todd Field. Y es que, desde un prólogo arriesgadísimo e hipnótico en las mismas dosis, el actor, guionista y director estadounidense se muestra pleno de inspiración en 'Tár', cinta solemne que respira, se mueve y late al compás de una Cate Blanchett impresionante y una dirección capaz de situarse a su (infinita) altura. Especialmente brillante cuando transita los terrenos del thriller psicológico más característico, jugueteando incluso con pequeños detalles de terror, Field ofrece un trabajo magnífico que marca por completo el tono y peso de la historia que quiere contar. Una dirección modélica en todos los sentidos.