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40 AÑOS DE LETARGO

'Al otro lado del viento', la larga travesía en el desierto de la obra póstuma de Orson Welles

Con motivo del lanzamiento de 'Al otro lado del viento', la obra póstuma de Orson Welles, en Netflix, toca hacer un repaso por su larga historia que motivó un retraso de más de 40 años para su estreno.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 4 de Noviembre 2018 | 16:53
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Este 2 de noviembre llegó a Netflix 'Al otro lado del viento', la gran obra perdida de Orson Welles. Sin duda, pese a no tener pase por cines, se trata de una de las citas cinematográficas más importantes del 2018. Lo es porque supone la culminación de una serie de esfuerzos por parte de un buen número de profesionales que han querido cumplir uno de los últimos deseos del cineasta antes de fallecer en 1985, poder tener una versión terminada de la película.

Al otro lado del viento

Porque lo cierto es que se podría hacer hasta una saga cinematográfica del largo periplo que ha tenido la película a lo largo de más de cuatro décadas. Su finalización ha podido hacerse después de batallas no solo legales, sino también económicas y políticas, ya que la cinta llegó estar secuestrada después de la Revolución Islámica, al llegar el ayatolá Jomeini al poder, debido a que uno de sus productores fue el cuñado del Sah de Irán, derrocado por la revolución. Por otro lado, también estuvieron los rencores personales, ya que la batalla legal la propició, sobre todo, Beatrice Welles, hija del fallecido cineasta, que optó por guardar con excesivo celo los trabajos inacabados de su padre.

Oculta en una bóveda de París durante más de 40 años

Porque, precisamente, la cuestión legal ha sido la que ha provocado los eternos retrasos de una producción que parecía estar condenada a no volver a ver la luz. Después de lograr que el gobierno revolucionario del ayatolá Jomeini considerase los negativos del filme inútiles, la película se mantuvo oculta en una bóveda de París, esperando el momento de poder salir a la luz. La muerte del director en 1985 abrió la caja de Pandora, ya que hubo batalla legal de décadas entre su hija, Beatrice, y su última amante y colaboradora, la actriz Oja Kodar. Criada con una fuerte animadversión hacia Kodar, Welles hija, desde 1992, reclamó en varias cortes judiciales que ella era la única propietaria de las películas de su padre, incluidas las inacabadas, pese que Kodar fue coguionista y protagonista de 'Al otro lado del viento'. Tras casi 20 años de litigios, finalmente, se logró llegar a un acuerdo económico con la hija del director.

Al otro lado del viento

Sin embargo, parecía que había una maldición para la cinta, ya que una vez se logró llegar a un acuerdo legal con los implicados en el filme, vino otro problema más, el económico. Showtime era la principal impulsora empresarial de ver cumplido el deseo de Welles terminar el largometraje. Sin embargo, que la batalla legal se dilatase en el tiempo provocó que la compañía dejase de estar interesada en llevar a los cines la obra póstuma. Por otro lado, al mismo tiempo que se libraba el conflicto jurídico entre Welles hija y Kodar, la actriz pidió ayuda financiera a directores como Steven Spielberg, Oliver Stone, Clint Eastwood y George Lucas, declinando todos participar en la película para acabarla.

Con campaña de micromecenazgo incluida, fue la intervención de Frank Marshall la que logró que Netflix entrase en el proyecto y contribuyese a la película, dándole distribución comercial al lograr que la plataforma aportase el dinero necesario para terminar de producir la película. Cabe resaltar la labor de la banda sonora, compuesta por uno de los compositores más aplaudidos del siglo XX, Michel Legrand, que fue el autor de la banda sonora de 'Fraude', así como también de musicales míticos como 'Los paraguas de Cherburgo', 'Las señoritas de Rochefort', 'El caso de Thomas Crown' y 'Yentl'.

La 'Turandot' de Orson Welles

De ahí, la gran importancia de la llegada de 'Al otro lado del viento' como largometraje de pleno derecho. Welles llegó a rodar más de 100 horas de metraje para la película, que nunca logró terminar. Como bien se sabe, Welles siempre quiso tener plena libertad para rodar sus películas, eso provocó muchas veces falta de financiación, como demuestra la eterna postproducción de este largometraje. Su forma de trabajar, propia de los genios, libre y a la par algo anárquico, de ahí, la duda que existe sobre si el haber logrado convertir ese auténtico cajón desastre que eran las grabaciones que había realizado Welles en un largometraje con coherencia narrativa, hace de esta película una verdadera obra póstuma del celebérrimo cineasta o, por el contrario, es simplemente un atrevido acercamiento por parte de sus allegados más leales.

Al otro lado del viento

La película realmente guarda otra dentro, siendo un proyecto de cine dentro del cine. Ciertamente, 'Al otro lado del viento' tiene un ritmo caótico, semejante al de 'Fraude', que fue uno de sus últimos largometrajes de "pleno derecho", al haber sido Welles el que montó personalmente la película en postproducción. En medio, se ve a un protagonista, interpretado por el aclamado John Huston, que regresa a Hollywood tras muchos años de ausencia y que intenta por todos los medios sacar adelante la película cuyos fragmentos se ven también en la cinta. Pese que Welles siempre dijo que se inspiró en Ernest Hemingway y su suicidio en 1961, es imposible no pensar que se haya inspirado en sí mismo, ya que los actores, los personajes que interpretan, todo tiene una clara inspiración en su propia obra y vida.

Al otro lado del viento

Quizás por eso, la resurrección comandada por Frank Marshall para hacer realidad este sueño tiene cierto sentido. Como si del final de 'Turandot' se tratase, Marshall, el productor polaco Filip Jan Rymsza, Peter Bogdanovich, Oja Kodar y Beatrice Welles lograron ponerse de acuerdo para dejar que el editor de cine Bob Murawski y la supervisora de postproducción Ruth Hasty siguiesen las directrices que dejó Orson Welles en vida para acabar la película, de forma semejante al final de la ópera de Puccini.

La última gran reflexión de un cineasta excepcional

Ya que 'Al otro lado del viento' es la última reflexión de Welles son la situación del cine, hacia dónde iba y qué podían aportar los directores veteranos de su época a una nueva ola de cineasta que tenía una visión diferente. El filme logra reunir a dos generaciones de realizadores al aparecer en pantalla John Huston al lado de directores como Claude Chabrol, Cameron Crowe, Richard Wilson o el ya citado Peter Bogdanovich, estos dos últimos íntimos colaboradores de Welles.

Al otro lado del viento

Sin duda, un atrevimiento interesante, ya que permite acercarse a esa reflexión sobre el cine y su deriva, con cierto trasfondo personal en el que se cuestiona a una masculinidad en clara decadencia. Siempre estará esa duda sobre la selección de las escenas, de 100 horas de grabación solo han quedado dos horas. Sin embargo, más allá de legítimos interrogantes, toca dejarse llevar por ese último anhelo del cineasta fallecido que, por fin, termina su larga travesía en el desierto con la que se culminan más de 40 años de incansable trabajo.

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Todo empezó con 'La guerra de los mundos'

Todo empezó con 'La guerra de los mundos'

Fue por la mítica emisión de 'La guerra de los mundos' que narró Orson Welles la que provocó que Hollywood se fijara en él. Según dijo Barry Norman en 'Anatomy of a Classic', tal fue el revuelo por la veracidad con la que comentó Welles la dramatización radiofónica de la novela homónima de H.G. Wells que RKO Pictures le ofreció un contrato para dirigir dos largometrajes.

Hasta aquí todo parecía normal. Sin embargo, RKO, que ese momento estaba presidida por George J. Schaefer, le ofreció una oferta completamente extraordinaria para la época, más teniendo que se está hablando del Hollywood dorado. Wells firmó un contrato para producir, dirigir, escribir y protagonizar dos películas. El estudio sólo tenía que dar su visto bueno para la trama si el presupuesto del filme sobrepasaba los 500.000 dólares. Welles tenía plena libertad creativa, no sólo en la historia, sino también en la contratación de actores y equipo de rodaje, así como pleno derecho en la toma de decisión del llamado Montaje Final, algo completamente excepcional teniendo en cuenta que se trataba de un realizador novel.

Tal excepcionalidad, al principio, era una auténtica cárcel creativa, ya que Welles se tiró los primeros cincos meses del contrato con RKO intentando que se aprobaran varios proyectos suyos, que eran constantemente rechazados por la compañía. The Hollywood Reporter llegó a bromear con la situación de Welles: "En los platós de RKO se hacen apuestas sobre si el acuerdo con Orson Welles acabará sin que Orson haya hecho una sola película". Harto de que le rechazasen con todas las adaptaciones que proponía, Welles decidió empezar a escribir una historia original, un desafío que le dio muy buenos frutos.

Ciudadano Kane en eCartelera

Un guion que ya inició un conflicto

Un guion que ya inició un conflicto

Fue, justamente, el querer hacer una historia original, lo que hizo que Welles contratase a Herman J. Mankiewicz, periodista, escritor y hermano mayor del realizador Joseph L. Mankiewicz, para la redacción del guion. Orson Welles conocía a Mankiewicz tras haber trabajado con él en el programa de radio 'The Campbell Playhouse'. En el momento del contrato, según escribió Robert L. Carringer en 'The Making of Citizen Kane', Mankiewicz sólo tenía acreditados dos guiones y el escribir el de 'Ciudadano Kane' era un trabajo que le urgía.

Y ahí está la polémica, ya que no se sabe quién de los dos propuso la idea de inspirarse en el magnate William Randolph Hearst para crear 'Ciudadano Kane'. Según Simon Callow en 'Orson Welles: Hello Americans', Mankiewicz ya había escrito una obra titulada 'The Tree Will Grow', que no había sido editada y que se inspiraba en John Dillinger, el famoso asaltante de bancos. Welles se quedó con la idea de hablar de una celebridad desde varios puntos de vistas, pero quería una imagen distinta.

Es ahí cuando entra en escena Hearst, al que Mankiewicz tenía "un odio africano" tras varios conflictos que tuvo en fiestas organizadas por el magnate. Por aquel entonces, Hearst era uno de los hombres más influyentes de Estados Unidos, al ser empresario de medios de comunicación, tenía a buena parte de la prensa de su lado, siendo "alguien intocable". El riesgo de que la película se cancelase era muy alto, esto obligó a que el guion se escribiese fuera de Hollywood.

Sin embargo, sobre quién fue el que propuso a Hearst como inspiración. Orson Welles dijo que fue él, mientras que su socio, John Houseman, que tuvo que vigilar el proceso de escritura de guion ya que Herman J. Mankiewicz tenía graves problemas con el alcohol, aseguró que fue Mankiewicz al que se le ocurrió la idea. Según el historiador cinematográfico Clinton Heylin: "Fue una idea original de Orson Welles, quien a inicios de 1940, compartió la idea con John Houseman, quien fue el que sugirió que el guion se escribiese fuera de Los Ángeles".

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Hearst no fue la única inspiración

Hearst no fue la única inspiración

Aunque Hearst fue la principal fuente de inspiración para crear a Charles Foster Kane, no fue la única figura que se tomó como referencia. Debido a que el guion tuvo dos versiones cohesionadas, Mankiewicz escribió un borrador a solas y Welles otro también a solas, el borrador de Mankiewicz era una dura y hostil crítica directa a Hearst, mientras que la versión de Welles tenía varias fuentes de inspiración como Howard Hughes, Samuel Insull y Harold Fowler McCormick.

Según Michael Epstein y Thomas Lennon en el documental 'The Battle Over Ciziten Kane', emitido por el canal público estadounidense PBS, Orson Welles no confirmó en el momento del estreno de la película que Hearst fuese la fuente de inspiración para el protagonista de 'Ciudadano Kane', algo que sí hizo John Houseman, que dijo que Kane era "una síntesis de varias personalidades y se añadieron anécdotas de otros gigantes del periodismo como Pulitzer, Harmsworth y Swope".

Orson Welles dijo: "William Randolph Hearst nació siendo rico. Fue el niño consentido de una madre que lo quería con locura. Este es un factor determinante, Charles Foster Kane nació en el seno de una familia pobre y fue criado por un banco". A las diferencias con la vida de Hearst hay sumar que 'Ciudadano Kane' no tuvo apenas inspiración en Marion Davies, la esposa del magnate, para crear al personaje de Susan Alexander. Es más, la figura de Susan, según apuntó el propio Houseman, tuvo inspiración en Dorothy Gibson y Hope Hampton, que fueron esposas de Jules Brulatour, uno de los principales magnates del cine.

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Una película sin estrellas de Hollywood

Una película sin estrellas de Hollywood

Una peculiaridad que no le gustó a RKO Pictures fue que Orson Welles decidió no contratar a grandes estrellas de Hollywood para protagonizar 'Ciudadano Kane', algo que se muestra en los créditos finales de la película: "La mayoría de los actores principales son nuevos en el cine. Mercury Theatre se enorgullece de presentarlos". Welles y John Houseman ya habían trabajado con los actores del Mercury Theatre en sus producciones radiofónicas y Welles quería que todos los actores estuviesen en su ópera prima.

Debido al retraso continuo de esa primera película, una parte de ellos no pudieron aparecer finalmente en 'Ciudadano Kane', pero eso no impidió que los personajes principales recayeran en actores desconocidos como Joseph Cotten, amigo de Welles, que dio vida a Jebediah Leland, el crítico de teatro que es amigo de Charles Foster Kane hasta que ambos difieren en el punto de vista de entender la prensa.

Una decisión arriesgada por parte de Welles, que quería promocionar a actores profesionales pero desconocidos con los que había trabajado.

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La polémica llegó antes del estreno

La polémica llegó antes del estreno

'Ciudadano Kane' ya tenía polémica antes de su estreno, pese que Orson Welles mantuvo el plató de rodaje cerrado e impidió que los ejecutivos de RKO viesen el proceso de producción antes de su estreno. Es más, Welles controló también la publicidad de la película para evitar cualquier conexión con Hearst, la promoción del filme decía que era un personaje "inspirado en Fausto". RKO anunció que 'Ciudadano Kane' se estrenaría en febrero de 1941.

Eso no impidió que se supiese la verdad. La prensa tuvo un pase previo un mes antes de la fecha programada de estreno y la revista 'Friday' publicó un artículo en el que se comparaba a Kane con William Randolph Hearst de forma detallada, punto por punto. No sólo se hacía una comparativa con el magnante, sino que se destacó cómo, según la revista, Welles puso en ridículo a la corresponsal de los periódicos de Hearst en Hollywood. Esto provocó que Hearst atacase duramente a RKO, difamando al estudio, a Orson Welles y ejerciera presión para prohibir la película.

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El grave intento de censura (en una democracia)

El grave intento de censura (en una democracia)

Y, claro, esto provocó el retraso del estreno de la película, la cual tuvo que revisarse fotograma por fotograma para evitar una demanda multimillonaria de Hearst. El magnate no se cortó en su boicot a 'Ciudadano Kane', prohibiendo cualquier promoción del filme en sus periódicos y atacando duramente a RKO, a la que también "proscribió" de sus portadas inicialmente.

Es más, The Hollywood Reporter anunció en enero de 1941 que la prensa dirigida por Hearst iba a lanzar editoriales atacando a Hollywood por dar trabajo a refugiados e inmigrantes, para provocar que los otros estudios de cine, ajenos al escándalo, presionasen a RKO para "eliminar la película". Es más, Nicholas Scheck, jefe de prensa de la Metro-Goldwyn-Mayer llegó a hacerle una oferta a George Schaefer, presidente de RKO, para condonar todos las pérdidas que podría ocasionar el no estrenar la película si "la destrozaba".

Afortunadamente, RKO insistió en el estreno de la película y en mayo de 1941 se hizo un pase privado con los abogados de RKO y Hearst. Se exigieron modificaciones muy concretas que ofendían a Hearst y se recortaron algunas escenas con el acuerdo del propio Orson Welles y Robert Wise, el encargado del montaje. Tras estos cambios, se pudo estrenar escalonadamente la cinta.

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Un boicot que caló en la opinión pública

Un boicot que caló en la opinión pública

No fue fácil estrenar 'Ciudadano Kane'. Pese que se hicieron modificaciones de detalles que hubieran podido tocar la sensibilidad de Hearst, esto no impidió que la cinta fuese boicoteada. Es más, la película fue un fracaso en taquilla por la influencia del magnate en la población. Un ejemplo fue el estreno fallido en el Radio City Music Hall de Nueva York, que tuvo que cancelarse después de que Louella Parsons, la periodista de Hearst "de la que se burló Welles", amenazase a Nelson Rockeller (propietario del edificio) de publicar un artículo negativo de su abuelo en el American Weekly, revista de Hearst.

No fue el único al que amenazó Hearst y Louella Parsons, odiada por Hollywood por su intromisión en la vida privada de los actores y que pretendía dirigir la costumbre y moral de la sociedad. Varias cadenas de cines y exhibidores fueron amenazados, provocando que rehusaran proyectar la película por miedo a represalias. A esto hay que sumar que Hearst tenía a la opinión pública a su favor, ya que sus periódicos sensacionalistas eran leídos por buena parte de la sociedad.

El fuerte boicot no impidió que 'Ciudadano Kane' se estrenase en el RKO Palace de Broadway, así como también en Chicago y Los Ángeles. La prensa ajena a Hearst dio una calurosa acogida a la película, con críticas más que positivas. Kate Cameron, del Daily News, dijo que 'Ciudadano Kane' era "una de las películas más interesantes y técnicamente superiores que han surgido de Hollywood". John O'Hara, de la revista Newsweek, escribió que era la mejor película que había visto, mientras que Bosley Crowther, del New York Times, dijo que "está cerca de ser la película más sensacional hecha en Hollywood". Hasta al aclamado escritor argentino Jorge Luis Borges le gustó la película.

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El único Oscar que ganó Orson Welles

El único Oscar que ganó Orson Welles

Aunque 'Ciudadano Kane' sufrió un inaudito boicot, en un país que alardeaba de ser el baluarte de la democracia frente a los fascismos que estaban viviéndose en buena parte del resto del mundo, la película se convirtió en el sexto largometraje más taquillero del año en Estados Unidos y tuvo nueve nominaciones a los premios Oscar, convirtiéndose en el decimosexto filme en lograr dicha hazaña.

Esa edición de los Oscar, la decimocuarta, la ganadora fue '¡Qué verde era mi valle!' de John Ford, que además de lograr el premio a la mejor película obtuvo cuatro estatuillas más. La revista Variety dijo que el fracaso de 'Ciudadano Kane' en los Oscar fue también un ardid de Hearst, ya que los 6.000 extras que participaron en la votación estuvieron influenciados por el magnate y que "la masa prefiere los tipos normales a los genios".

Fue candidata al Oscar a la mejor película, a la mejor dirección, al mejor actor, al mejor guion original, a la mejor banda sonora para una película dramática, al mejor sonido, al mejor diseño de producción, a la mejor fotografía en blanco y negro y al mejor montaje. De todas esas nominaciones, sólo logró un premio, al del mejor guion original para Herman J. Mankiewicz y Orson Welles, convirtiéndose en el único Oscar para Welles en toda su carrera, sin contar con el honorífico. Nunca más en toda su filmografía optó a otra estatuilla.

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Un debut por todo lo alto

Un debut por todo lo alto

'Ciudadano Kane' es considerada la ópera prima de Orson Welles como realizador, ya que 'Too Much Johnson', dirigida en 1938, fue un proyecto inacabado de Welles, mientras que 'The Green Goddess', 'Around the World' y 'The Miracle of St. Anne' fueron proyectos que dirigió y escribió Welles en cine mudo en forma de cortos y que, actualmente, se encuentran perdidos.

Welles, con sólo 27 años, optó al Oscar a la mejor dirección y se hizo con la estatuilla al de mejor guion original, toda una hazaña teniendo en cuenta su juventud. Pocas óperas primas han sido tan celebradas como 'Ciudadano Kane'.

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En Francia llegó el reconocimiento

En Francia llegó el reconocimiento

Aunque 'Ciudadano Kane' fue muy apreciada por la crítica durante su estreno, su boicot fue tal que pronto quedó relegada de la memoria colectiva. La película tardó mucho en encontrar su reconocimiento fuera de territorio estadounidense, debido a la Segunda Guerra Mundial. Fue en 1946, cuando llegó a Francia, cuando la película, que parecía destinada al olvido, logró vivir una segunda edad dorada.

La película fue unánimemente aplaudida por la prensa y crítica francesa. Aclamada por Cahiers du cinéma, posteriormente fue venerada por François Truffaut y Jean-Luc Godard, que se convirtieron en los grandes referentes de la Nouvelle vague. El crítico de cine André Bazin dijo en su ensayo 'La evolución del lenguaje cinematográfico' que 'Ciudadano Kane' "marcó un comienzo de una nueva era en el cine".

Con Europa de su lado, en Estados Unidos el reconocimiento fue más tardío, fue gracias a su reestreno en televisión en los años 50 cuando se pudo valorar mejor la película. Hearst murió en 1951, su influencia empezó a perder fuelle y la película se reestrenó cuando Welles estaba actuando en Broadway con 'El rey Lear' de Shakespeare. Sin la presión y el boicot de Hearst, la película pudo evaluarse por sus méritos artísticos, logrando pleno apoyo de prensa y público. Andrew Sarris, del Film Culture, dijo que 'Ciudadano Kane era "la gran película americana", encumbrándola con las obras maestras producidas en Estados Unidos.

En la expo de 1958, en Bruselas, llegó su definitiva consagración al estar incluida entre las diez películas mejor realizadas de todos los tiempos, una lista que lideró 'El acorazado Potemkin' de Serguéi Eisenstein. Poco a poco llegó el encumbramiento al ser considerada "la mejor película de todos los tiempos" por varias revistas como la británica Sight & Sound, la francesa Cahiers du cinéma o la británica Time Out. "La mejor de todos los tiempos" fue como también la describió el icónico analista de cine, Roger Ebert. Un reconocimiento más que justo para una obra maestra con letras mayúsculas.

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Conservada para la historia y ejemplo para la historia del periodismo

Conservada para la historia y ejemplo para la historia del periodismo

Con semejantes apelativos, no es de extrañar que en 1989 la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos de América la seleccionase para su conservación en el Registro Nacional de Cine por ser "cultural, histórica o estéticamente importante". El American Film Institute también la incluyó en sus listas de las mejores películas de la historia.

Además, la película se ha visto como un gran ejemplo de la libertad de expresión, al desafiar la tiranía de las éticas empresariales de un magnate que la quiso silenciar. No sólo por eso, su análisis sobre el poder de los medios de comunicación y el cómo se retrató a un protagonista que empezó siendo un idealista sobre la libertad de prensa y que acabó convertido en un cacique hicieron de 'Ciudadano Kane' uno de los largometrajes imprescindibles en las facultades de ciencias de la comunicación de todo el mundo.

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Ingmar Bergman la detestaba

Ingmar Bergman la detestaba

No todo el mundo ha apoyado a 'Ciudadano Kane'. Aunque cueste creerlo, la obra maestra de Orson Welles no ha estado exenta de comentarios negativos. Ray Carney, profesor de cine en la Universidad de Boston, en su estudio 'The World's Most Over-Rated Movies', alabó sus logros técnicos, pero dijo que la película "carecía de profundidad emocional" y que las metáforas eran "vacías" y que era "un triunfo típicamente americano del estilo sobre la sustancia".

'Ciudadano Kane' tampoco era muy apreciada por el cineasta sueco Ingmar Bergman, que le tenía una especial aversión al filme. En una entrevista con Jan Aghed, dijo que el filme era "un aburrimiento total y que las actuaciones no tenían valor alguno". El director de 'Fanny y Alexander' y 'Escenas de la vida conyugal' tampoco le dedicó buenas palabras a Orson Welles como cineasta, al que tachó de estar "infinitamente sobrevalorado".

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Las innovaciones que la encumbraron, inspiradas en 'La diligencia'

Las innovaciones que la encumbraron, inspiradas en 'La diligencia'

Sin duda, Orson Welles fue también un visionario en cuestión de referencias, puesto que para realizar 'Ciudadano Kane' se inspiró en 'La diligencia' de John Ford, considerada una de las grandes películas de la historia del cine pero que sólo se estrenó dos años antes que 'Ciudadano Kane'.

Aunque que la película sea tan bien valorada por sus cuestiones técnicas fue por haber reunido en un solo proyecto varios estilos diferentes de producción cinematográfica. Se han citado ya los planos con profundidad de campo, los primeros planos, los planos contrapicados (extraños para la época, ya que ninguna producción realizada en plató podía mostrar techos), varios movimientos de cámara como dollys y travellings, la utilización del flashback como modelo de narración. Incluso la utilización de efectos visuales de presupuesto bajo. Toda una combinación que hizo de ella, un título imprescindible de las Escuelas de cine.

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¿De dónde vino Rosebud?

¿De dónde vino Rosebud?

Una duda que tiene todo el mundo es de dónde viene la palabra "Rosebud". Aunque en la película se explique al público qué era, el trineo que Charles Foster Kane utilizaba de niño cuando era pobre, mucha gente se pregunta por qué se eligió esa palabra. David Thomson en su libro 'The Story of Orson' dijo que "Rosebud es el secreto más grande del cine". Welles en su entrevista con el director Peter Bogdanovich quiso quitarle misterio al asunto diciendo: "Usamos Rosebud porque era la única forma que pudimos encontrar para "impulsar" el inicio de la cinta, como se solía decir en el vodevil. El recurso era útil, pero creo ahora ya no me entusiasma tanto [...] Es un truco o, mejor dicho, un recurso con algo de mal gusto, un gag barato o freudiano".

El origen de Rosebud dio pie hasta a leyendas urbanas. Una la provocó Gore Vidal, que habló de los rumores que decían que "Rosebud" era el mote que tenía William Randolph Hearst para referirse al clítoris de Marion Davies, su esposa. Sin embargo, Richard Meryman en su libro 'Mank: The wit, world, and life of Herman Mankiewicz' dijo que fue idea de Mankiewicz el uso de la palabra Rosebud, ya que significaba la propia infancia rota del coguionista, ya que Rosebud era la bicicleta que le robaron de niño y que sus padres nunca reemplazaron.

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Orson Welles admiraba el doblaje español de la película

Orson Welles admiraba el doblaje español de la película

Algo que chirríe a los detractores del doblaje en España es que Orson Welles admiraba profundamente el doblaje realizado para 'Ciudadano Kane'. Grabado en Madrid en 1966, el actor José María Cordero fue el encargado de poner la voz a Orson Welles en la versión al español, que revisó el propio cineasta.

Welles salió fascinado del trabajo realizado por Salvador Arias, el director del doblaje. En una entrevista de Pedro A. Loma en la web 'Cómo hacer Cine', Arias comentó lo que le dijo Orson Welles: "Lo que han hecho ustedes aquí en media hora es lo que hago yo en toda la mañana". A lo que Arias le respondió: "Claro, pero ustedes tienen dólares y nosotros pesetas". Pese a haber un contratiempo con el sonido, el doblaje tuvo el pleno apoyo de Welles. De hecho, tan satisfecho estuvo que exigió que en la versión española apareciese Salvador Arias en los créditos. Todo un reconocimiento para un trabajo tan denostado pero profesional como es el doblaje.

En España tardó mucho en llegar 'Ciudadano Kane', aunque hubo una primera proyección para las principales figuras del estado el 11 de febrero de 1946, no fue hasta el 10 de abril de 1966, 25 años después de su estreno original, cuando pudo estrenarse en salas comerciales y con doblaje al español. En Madrid fueron los cines Callao y el desaparecido Cine Richmond los que acogieron su estreno.

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