Hace tres años llegó a los cines de todo el mundo la cinta británica 'Paddington', una película basada en el famoso personaje homónimo de la literatura británica. Un pequeño oso que ha llegado a hacerle sombra al mismísimo Winnie-the-Pooh. El filme contó con un holgado presupuesto de 55 millones, que se convirtieron en casi 270 millones de recaudación. Gracias al buen hacer de las imágenes generadas por ordenador, la animatrónica y el gran trabajo del departamento de arte, el público acabó muy satisfecho y la crítica recibió con los brazos abiertos el divertido guion escrito por Michael Bond (creador original del osezno). En las islas británicas buscaban un éxito similar al que Estados Unidos consiguió con 'Stuart Little', y lo lograron (mejorándolo incluso, pues la dos cintas del ratón se dispararon hasta los 130 millones de presupuesto). Ahora nos llega la segunda parte de este osito peruano, que sigue manteniendo el humor y nivel de su predecesora, llegando a superarla por momentos.
'Paddington 2' nos sitúa de nuevo en la calle Windsor Gardens, unos meses después de los eventos narrados en la primera entrega. El osezno vive perfectamente integrado en la casa y barrio de su familia adoptiva, los Brown. La gente que rodea a Paddington vive más feliz desde que está cerca, pero el osito solo piensa en comprarle un libro de desplegables a su tía Lucy para su centésimo cumpleaños. Un libro carísimo con el que Lucy podrá sentirse como en Londres (su viaje soñado). Para conseguirlo, Paddington tiene que trabajar en diversos trabajos, pero todo se tuerce cuando alguien roba el libro. La película vuelve a enseñarnos que con buenas palabras y modales, puedes encontrar lo mejor de cada persona, y que el poder de una familia unida puede con todo. Aunque 'Paddington 2' está destinada a un público más infantil (con intención de mantenerse en taquilla hasta las navidades), es una cinta perfecta para que los más mayores vean con los más pequeños, y la disfruten por igual.
Desde el inicio nos dan pistas pocos sutiles de como avanzará la historia, pistas que sirven para que cada miembro de la familia tenga su momento de gloria y desarrollo. Algo que se consigue con los progenitores Brown, pero que queda desdibujado con los más pequeños de la familia y con la abuela Brown. El guion usa a Paddington para arrancarnos una sonrisa cada vez que éste aparece (aunque en algunos momentos peque en exceso de ello), pero donde mejor se mueve la cinta es en los pequeños gags que recuerdan a otro mítico personaje británico, Mr. Bean. Al mismo tiempo, y como ya pasó en su primera entrega, la unión de las imágenes generadas por ordenador y la imagen real luce a la perfección, pero lo que destaca por encima del resto es el increíble trabajo de arte y vestuario. Es una delicia ver como Paddington da un toque de color y belleza a todos los lugares que habita, un estilo que bien podría inspirar al mismísimo Wes Anderson (para enmarcar ESA gran escena que nos traslada a un momento propio de 'La gran evasión', donde dirección y arte se fusionan en perfecta armonía).
El show de... Grant
Pero si 'Paddington 2' pierde en cuanto a frescura y sorpresa si la comparamos con 'Paddington', la secuela la supera si hablamos de reparto, donde el gran fichaje de (Hugh Grant) brilla con luz propia. Si en la primera parte no había nadie que hiciese sombra al osezno, aquí vemos como Brendan Gleeson y Grant tienen los mejores momentos. El protagonista de 'Notting Hill' está desencadenado y no tiene problemas en ridiculizarse y hacer mofa de su propia leyenda como actor británico. Grant nos va regalando distintos personajes a cada cual mejor, pero donde da el do de pecho es en los créditos finales. En cambio, el personaje de Gleeson consigue equilibrar con su talento y presencia los momentos edulcorados de más, donde demasiada mermelada de naranja podría haber estropeado algunas escenas cómicas, pero infantiles. El resto de nuevos personajes quedan poco desarrollados y solo sirven para plasmar la batalla vecina que existe en Windsor Gardens. Una pena el poco protagonismo de un actor tan bueno como Ben Miller.
En conclusión, 'Paddington 2' es una película muy disfrutable para toda la familia, divertida, alegre y llena de pequeñas aventuras. Una cinta con un diseño de producción impecable que consigue un villano (Grant) mucho más divertido e interesante que el que Nicole Kidman interpretó en la primera parte. Si bien algunos momentos cómicos y el comportamiento de ciertos personajes caen en la ingenuidad y la simpleza, después de ver el último gran número de Grant, uno solo puede levantarse, reír y aplaudir.
Nota: 7
Lo mejor: El show de Hugh Grant y el depurado trabajo de arte y vestuario.
Lo peor: Los momentos demasiado edulcorados y lo desdibujados que quedan algunos personajes.