Atrás quedaron los años en los que cortaban los trozos del rollo de película en los que aparecían escenas no recomendadas para menores (e incluso para mayores) de edad. Vivimos en una era en la que nadie, o casi nadie respeta las recomendaciones que desde las distribuidoras lanzan a sus públicos. Los dos grandes tabúes del cine, violencia y sexo, han vuelto a ser llevados a estudio.
El Centro de Política Pública de Annenberg ha sido el organismo encargado de este experimento en el que más de 1.000 padres demostraron estar insensibilizados en cuanto a escenas de violencia y sexo respecta, de manera que cuantas más veían, menos agresivas les parecían y más aptas para sus hijos las consideraban. Para el ensayo se eligieron algunos de los momentos más duros de títulos como '8 millas', 'Casino Royale', 'Jungla de cristal' o 'Collateral'.
Los resultados de este estudio serán publicados en la revista Pediatrics, junto a otros que revelan que desde 1985, la violencia en las películas no recomendadas para menores de 13 años se ha triplicado, llegando incluso a ser más explícitas que las R-Rated. "El aumento de la violencia en las películas para menores de 13 significa que muchos niños son capaces de entrar a los cines y ver violencia explícita, queríamos saber por qué los padres no mostraron más preocupación y el porqué de este retroceso" declaraciones Dan Romer, el director asociado del Centro Annenberg, que recogía Variety.
"El público y el sexo"
El sexo y la violencia han demostrado durante años ser el gancho perfecto para las masas. Son muchos los grandes títulos que lo corroboran, que se lo digan a Quentin Tarantino y sus ensangrentados taquillazos, como 'Kill Bill'. Y sin irnos tan lejos esta la tendencia española de meter sexo en todas las películas, sea del género que sean, porque está demostrado que vende. Pruebas más que suficientes para corroborar lo que ya dice Dan Romer. ¿Y tú qué opinas?