Pamela Anderson incendió a las masas con sus declaraciones en 2017 durante el auge del #MeToo, donde parecía culpar a las víctimas de las agresiones sufridas. La actriz y modelo, que nunca ha escondido el hecho de haber sufrido abusos sexuales cuando era una niña, creía que los hechos habían sucedido por falta de "sentido común" de las víctimas: "No vayas sola a una habitación de hotel, si alguien responde a la puerta en albornoz, vete", decía Anderson en la polémica entrevista en Today. Algo que ella tenía interiorizado, aunque admitía entender que "Hollywood es muy seductor". Más de cinco años después, Anderson ha decidido tomar las riendas de la historia de su vida, que ha sido adaptada en series como 'Pam & Tommy', en un proceso que describe como "terapéutico", pero que no hace que se arrepienta de sus controversiales palabras.
"Podría incluso llevarlo más allá", dice Anderson en una entrevista con Ronan Farrow, periodista de investigación que sacó a relucir todas las denuncias contra el productor de cine Harvey Weinstein. "Mi madre me diría (y creo que este es el tipo de feminismo con el que crecí) que dos no bailan si uno no quiere". Dentro de esta mentalidad con la que creció, donde se incluye que su madre sintiera vergüenza cuando ella le señalaba al chico que la había violado, Anderson le cuenta a Farrow: "Créeme, he estado en muchas situaciones en las que era como 'Ven aquí, pequeña, siéntate en la cama'. Pero mi madre me decía: 'Si alguien contesta a la puerta de un hotel en albornoz y tú vas a hacer una entrevista, no entres. Pero si decides entrar, ve a conseguir el trabajo'". Es consiente de que es "algo terrible de decir", pero así era como lo veía ella. Esto no implica que Anderson hiciera lo primero; en la entrevista de 2017 ya explicó que le ofrecieron todo tipo de cosas: dinero, casas, roles en distintas películas. "No quería hacerlo de esa manera, no me atraía [la idea]. Soy una romántica".
Anderson admite en la entrevista de 2017 sentirse "avergonzada" porque una niñera abusó de ella cuando era una niña y porque años después la amistad de una amistad la violó. "De alguna forma, crees que es tu culpa", confiesa, aunque asegura: "He aprendido a no ponerme en esas situaciones otra vez". Esta parece ser la base de la gran diferencia que la actriz encuentra entre ella y las mujeres que fueron víctimas de la industria: "Yo simplemente tenía este sentido de valía y autoestima. Pero creo que mucha gente no lo tiene o no se lo han inculcado". Con todo, recolecta numerosas experiencias de abusos y maltrato a lo largo de su carrera en sus escritos.
En la entrevista de Today, Anderson afirmaba que tuvo trato con Weinstein y lo definía como "muy intimidante", aunque su experiencia con él se limitó a aguantar sus amenazas porque la actriz se negaba a incluir a animales en rodajes, pues lo consideraba explotación animal. Asegura que no le sorprendió cuando empezó a oír los testimonios de mujeres contando los abuso que habían experimentado. "Creo que era conocimiento general que algunos productores y algunas personas en Hollywood son gente a evitar en ambientes privados. Sabes en lo que te estás metiendo si vas a una habitación de hotel sola". Cuando la entrevistadora le señalaba que algunas de las víctimas declaraban que habían sido sus agentes los que habían concertado el encuentro con Weinstein, Anderson se sorprendía pero se limitaba a decir que deberían haber ido acompañadas, lo que contradice su máxima de que la culpa no es de las víctimas.
A pesar de todo, Anderson no se ha posicionado nunca en contra del movimiento: "Gracias a dios por el movimiento #MeToo porque las cosas han cambiado y la gente es mucho más cuidadosa y respetuosa". Ya en la entrevista de 2017, la modelo consideraba que "ahora hay más concienciación respecto a los peligros que acechan".
De objeto a sujeto
Pamela Anderson ha dado un vuelco a las narrativas que se han creado sobre ella y ha pasado de ser el objeto de contenidos a ser el sujeto: el 31 de enero se estrena su documental de Netflix 'Pamela, a Love Story' y ya están a la venta sus memorias, 'Love, Pamela', un libro que su autora define como su "Ave María" y que ya ha alcanzado el número uno en ventas en Amazon. "Era importante ir atrás y ver lo que recuerdo y contar una historia completa".
Britney Spears, que ha sufrido un tratamiento mediático similar al de Anderson, se ha declarado su fan en un post de Instagram, que ha eliminado desde entonces, pero que Variety ha recogido. "¡Ella fue el único icono sexual durante un tiempo en América y todavía lo es!", escribía la cantante pop, que relataba también el impacto que había tenido la modelo en ella: "Pamela me hizo entender que la gente debería apoyarte en el momento exacto de tu vida en el que estás". Spears, que nunca se ha sentido apoyada por su familia, alaba que los hijos de Anderson hayan defendido que sea su madre la que cuente su propia historia, siendo su hijo Brandon Thomas Lee el que ha producido el documental y ayudó a cerrar los acuerdos de la biografía también. En la entrevista con Farrow, Anderson asegura que sus hijos "fueron grandes instigadores. Querían que contara mi historia" y la apoyaron "al 100%".