Los primeros fotogramas de 'Pastel de pera con lavanda' recuerdan al estilo ecológico y natural que tanto está de moda en este tiempo. A esto ayudan los espectaculares campos de la Provenza francesa repletos de color verde, amarillo y lavanda que transmiten una paz de la que no quieres escapar nunca. Quizá su título original 'Le goût des merveilles' ('El gusto de las maravillas') habría sido más acorde a lo que vemos en pantalla durante los 100 minutos que dura la película.
Siendo sincera nunca he sido una gran consumidora de cine francés, pero en los últimos meses y gracias al trabajo y recomendaciones de amigos y compañeros mi interés por el cine del país vecino aumenta al igual que la lista de títulos que apunto casi a diario en la libreta que siempre me acompaña. Quizá esto sea porque de Estados Unidos siempre llega lo mismo y las comedias románticas de allí (a las que me considero adicta) siempre van por el mismo camino sin dejar nada a la improvisación. No es que 'Pastel de pera con lavanda' sea muy diferente al típico chica conoce chico, pero puede (y estoy casi segura que es eso) que la fotografía cuidada y los colores claros pero a la vez vivos hagan que esta película tenga algo diferente.
Me repito a la hora de hablar de la fotografía. Pero es que es espectacular. Desde el segundo uno en el que esos colores inundaron la pantalla mis ojos se inundaron de belleza y naturaleza, siendo una de las fotografías más bonitas que hace tiempo no veía. El toque cuidado y rural de los decorados, alejándose de las grandes ciudades y llevándote a la vida en el campo te traslada durante el tiempo que dura la película a unas cortas vacaciones en la Provenza.
'Pastel de pera con lavanda' se centra en Louise una madre de dos hijos en edades complicadas que ha quedado viuda después de que su marido haya muerto en un accidente. Al drama que supone perder a un ser querido se suman las deudas y los avisos de embargo de su casa y lugar de trabajo. Louise trabaja como agricultura y debe cargar con el cuidado de los campos de perales y el trabajo en el mercado donde vende los pasteles que hace con la cosecha que recoge. El clima tampoco está de su parte ya que la llegada del invierno y las consiguientes heladas amenazan los frutos que brotan de los perales. Un día de vuelta a casa atropella a Pierre, un chico que sufre el síndrome de Asperger. Entre ambos surgirá una complicidad y una relación de amistad beneficiosa para ambos ya que todos los problemas que inundan su interior serán compartidos entre ellos. Pierre supone una ayuda para Louise, y Louise supone una ayuda para Pierre. Con los altibajos propios de una comedia romántica, pero que conseguirán superarlos creando algo que los dos hace tiempo no tenían.
Recuperando el tema de la fotografía, le saco un pero. Las heladas que amenazan con destruir la cosecha y el frío que está llegando no se perciben de ninguna manera, llegando a ver a los personajes de manera un tanto ridícula pasando frío cuando de la pantalla se desprende un calor propio de los meses de primavera.
Éric Besnard es el director y guionista de la cinta de la que se espera haya algún giro en el guión como es propio de las producciones francesas donde no siempre resulta lo que parece desde un primer momento. Quizá se espera algo más del guión y que este no sea tan previsible. Aun así para los románticos empedernidos, entre los que me incluyo, no hace falta mucho más para conseguir que la historia entre los personajes te atrape. Además logra tratar una enfermedad como el síndrome de Asperger de una manera totalmente diferente a como lo haría cualquier otro cineasta. Besnard recoge el lado positivo de la enfermedad como la inteligencia o el gusto o interés por las cosas abstractas.
El puzzle perfecto
Si la fotografía y las localizaciones me han dejado prendada la actuación de sus actores no se queda atrás. Virginie Efira, interpreta a Louise, la protagonista que debe superar todos los problemas que le llegan de golpe. A esta belga afincada en Francia la hemos podido ver recientemente en 'Un hombre de altura' o en '20 años no importan' donde interpreta a una mujer totalmente distinta a la Louise de 'Pastel de pera con lavanda'. Puede que por la belleza natural que Efira transmite que llega a mezclarse con los campos de la Provenza o por la delicadeza que tiene pese a todos esos problemas que le acechan día tras día. Efira logra conquistar al espectador y que sus pensamientos y sentimientos traspasen la pantalla. Benjamin Lavernhe, Pierre en la ficción, es un actor perteneciente a la comedia francesa. Su trayectoria cómica se aprecia en la película que huye de ser un drama, a pesar de las dificultades de los personajes y que con la participación de Lavernhe se logra a la perfección. No se puede pasar por alto la química que existe entre ambos personajes desde el primer momento en el que se conocen, siendo así las piezas perfectas para un puzzle perfecto.
Nota: 6/10
Lo mejor: La fotografía y los colores que te hacen pasar un rato agradable.
Lo peor: La falta de coordinación entre el clima real y el clima ficticio.