Tras estas semanas de cuarentena, ha quedado más que demostrado que los famosos también están sufriendo como el resto las consecuencias del coronavirus, y muchos de ellos han querido aportar su granito de arena. Aquí en casa, Pedro Almodóvar ha plasmado todos sus sentimientos a través de un artículo de El Diario que comienza así: "Hasta ahora me había negado a escribir. No quería dejar constancia escrita de las sensaciones que me provocan los primeros días de aislamiento".
Tras once días en confinamiento, el director de películas como 'Dolor y Gloria' o 'Volver', se ha dado cuenta de que su vida de ahora no dista mucho de cómo era antes de la cuarentena, "Lo primero que he descubierto es que la situación para mí no es tan distinta de la habitual, acostumbrado a vivir solo y casi en estado de alarma, lo cual no es un descubrimiento alegre", escribe Almodóvar.
"He dejado de mirar el reloj, solo lo consulto para saber cuántos pasos he caminado por el largo pasillo lateral de mi casa, el pasillo en que Julieta Serrano le reprochaba a Antonio Banderas que no había sido un buen hijo, refiriéndose a mí", añadía. Además, Almodóvar confiesa que no se siente animado para ponerse a escribir ficción, aunque reconoce que lo que estamos viviendo se le asemeja más a una historia sacada de un "relato de ciencia ficción de los años 50", que a un "relato realista".
El director se muestra conmocionado ante la situación, y confiesa que sus primeras lágrimas se escaparon tras enterarse de que Lucía Bosé había perdido la vida por culpa del coronavirus. "Cada día que pasa veo menos las noticias. Intento mantener a raya el pánico y la angustia", añade.
Almodóvar, emocionado, cuenta que su día a día se resume en ver películas, contestar mensajes que había dejado olvidados y, sobre todo, recordar. Revivir el pasado. Volver a llenarse la cabeza de recuerdos maravillosos, lo que parece ser lo único que le hace "olvidar", por un momento, lo que ocurre fuera de su apartamento.
Emociones a flor de piel
Desde El País, David Trueba también hace una declaración de sentimientos encontrados, aunque más centrados en la complicada situación política y económica a la que se ve sometida el planeta entero. "Un amigo que vive en Estados Unidos me escribió con sus sospechas de que el Gobierno español había reaccionado tarde y mal a la crisis sanitaria. A la semana, la Administración de Trump cayó en un vaivén grotesco. No solo eso, sino que Estados Unidos ha perdido el pie del liderazgo mundial", escribía.
"Muchos hablan de que nos enfrentamos a una guerra, pero los que vivieron una guerra saben que no es esto. Seamos serios, maltratamos a diario a los refugiados de guerra precisamente porque no tenemos ni idea de lo que es una guerra. Lo que sí es cierto es que estamos inmersos en una lucha interior. A ratos nos vence la pandemia, el confinamiento y la sospecha de que lo hemos hecho todo mal como estrategas sociales. Y un rato después nos crecemos en la adversidad, apuntalamos las fortalezas y nos proponemos un futuro con valores esenciales en lugar de valores en Bolsa", añadía.
Ambos autores transmiten a través de sus palabras unos sentimientos que guardamos todos dentro, pero que ellos se han animado a compartir con el mundo. No estamos solos. #QuédateEnCasa.
