Han pasado 27 años desde que la película '¿Qué he hecho yo para merecer esto?' sirviera como pasaporte a Pedro Almodóvar para que metiera la cabeza en el mundillo cinematográfico estadounidense. Desde entonces, su influencia en este país no ha hecho más que crecer: hasta el momento se ha llevado dos Oscar, los estrenos de sus películas causan una gran expectación y hasta se hizo un musical basado en su película 'Mujeres al borde de un ataque de nervios'.
En honor a su trayectoria, que ha traspasado todas las fronteras, el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) ha querido que sea él el protagonista de la gala que celebra anualmente desde hace cuatro años, con el objetivo de recaudar fondos para que el cine siga estando presente en el museo. En los años anteriores los homenajeados han sido, por orden cronológico, Baz Luhrmann, Tim Burton y Kathryn Bigelow.
La gala contó con la presencia de dos intérpretes fundamentales en el mundo de Almodóvar: Penélope Cruz y Antonio Banderas. Eso sí, tuvieron que estar virtualmente, a través de los vídeos que enviaron, ya que no pudieron asistir en persona por compromisos laborales. Penélope Cruz aseguró en su video que Almodóvar es "una de las personas más divertidas del mundo" y que está deseando "compartir muchos más momentos" con él. Por su parte, Banderas hizo hincapié en la forma en la que el director ha roto las barreras y las reglas cinematográficas.
Las que sí estuvieron allí fueron las "chicas almodóvar" Elena Anaya, protagonista de la última película del director, 'La piel que habito' y Rossy de Palma, que ha intervenido en varios trabajos de Almodóvar, como '¡Átame!'. Ambas declararon que el homenaje era muy merecido, y que era un placer estar a su lado en la gala. También acudieron personajes con gran fama internacional, como el diseñador Karl Lagerfeld, la directora de Vogue, Anna Wintour y las actrices Blake Lively, Emma Stone y Sarah Jessica Parker.
El triunfo del "humor irreverente"
Almodóvar en su discurso mencionó lo importante que fue el cine para él mientras crecía: según él, en la dictadura todo "era muy oscuro", así que con su cine "trató de recuperar los colores brillantes de la primera película que vio de niño". También agradeció al MoMA el papel tan importante que ha realizado en la expansión de su cine por los Estados Unidos, gracias a las proyecciones de sus películas. La presidenta del museo, Marie-Josee Kravis, reconoció ser una gran seguidora de su obra, y destacó el papel del "humor irreverente" y la "fusión entre el dolor y la alegría" en todas sus películas.