Guste o no, James Wan ha marcado escuela. El querido (y odiado) director australiano ha cosechado multitudes de éxitos gracias a su visión: ya sea moviéndose en el cine de acción (véase 'Fast & Furious 7') o en el terror ('Expediente Warren'), parece ser que proyecto que escoge, proyecto que triunfa.
Wan es una figura que decide meticulosamente qué películas dirigir. De ahí que su última incursión en el terror, su género predilecto, haya sido hace ya más de tres años. Digamos que el director presentó en el 2021 una de las películas de terror más... retorcidas del cine reciente: hablamos de 'Maligno', título que está disponible en Netflix.
Posiblemente el mayor error que cometí a la hora de ver esta película es dar por hecho que me encontraría con una historia y esencia similar a las aventuras de los Warren, y vaya que 'Maligno' no es así. De ahí que esta fuese una de las cintas post pandémicas que más me decepcionaron en su momento.
¿Por qué un asesino encapuchado que parecía la Parca de 'Los Sims' noqueaba a un policía lanzándole una silla de un lado de la habitación a otro? ¿Debía reírme o era pura comedia involuntaria? Wan me dejó descolocado y han tenido que pasar los años para que pueda entender y querer a la cinta. Ubiquemos esta mudanza de pensamiento.
Una nueva IP
El director fue claro con su mensaje: "'Maligno' no está basado en mi cómic 'Malignant Man', no es de superhéroes. Es un thriller original que no proviene de una IP". Wan tuvo que esclarecer en su perfil de Facebook las dudas que su nuevo proyecto estaba generando, pues las confusiones con su novela gráfica y su anterior película, 'Aquaman', eran inevitables.
Y nada más lejos de la realidad: 'Maligno' presenta a Madison (Annabelle Wallis), una mujer que lleva dos años sufriendo abortos espontáneos. En un arrebato de ira, su marido le golpea y esta choca contra la pared, quedando inconsciente toda la noche.
Las reglas del juego cambian cuando despierta y descubre que su pareja ha sido asesinada por un criminal con el que empieza a tener extrañas visiones. La policía sospecha de primera mano de Madison, por lo que deberá encontrar a ese fugitivo antes de que sea demasiado tarde.
Lo que hipotéticamente es un thriller al uso termina convirtiéndose en una matanza edulcorada por las visiones surrealistas de la protagonista, elementos que cobran más fuerza todavía cuando la cinta acude al body horror de la vieja escuela, al de los efectos prácticos, prostéticos y maquillaje de David Cronenberg, por ejemplo.
Las influencias de 'Maligno'
Gabriel, el antagonista de la película, es la definición de pesadilla. Tranquilamente podría ser explotado como villano en más películas y unirse al Olimpo de asesinos de slasher como Freddie Krueger, Jason o Art, el payaso (¿es demasiado prematuro meterle ya en la conversación?).
No obstante, el personaje y la propia película funcionan por sí solos porque acuden al giallo como inspiración. En muy resumidas cuentas, este podría definirse como una especie de Sustancia X ocasionada al mezclar el thriller-horror, la serie B e Italia, lugar en el que figuras como Mario Bava perfilaron el género.
Es en toda regla una novela policiaca que muestra mediante tintes de terror a unos polis enfrentándose a unos cacos (quienes están habitualmente enguantados o encapuchados). Además, hemos de sumar a la mezcla varios giros de guion que, por qué no, pueden incluso permitirse rozar lo absurdo. Todo un divertimento en el que, claro está, se permite que un asesino luzca como la Parca de 'Los Sims' y noquee a un policía tirándole una silla desde una punta de la habitación a otra, por ejemplo.
Cuando vi 'Maligno' en cines desconocía por completo el giallo y no era capaz de entender por qué la película tenía secuencias tan parecidas a la ópera prima de su director, 'Saw': su montaje frenético, la música rompiendo los esquemas del espectador, luces de neón por doquier...
Con el paso del tiempo descubrí el género y comprendí cómo James Wan hizo su tarea: cuando Jennifer Connelly despierta en un sucio baño en 'Phenomena', vi a Lawrence luchando por su vida en 'Saw'; cuando vi la espectacular y colorida fotografía de 'Suspiria', visualicé a Madison mirando un cartel de neón en 'Maligno'.
El legado de 'Maligno'
Habiendo entendido que la Sustancia X de esta película es el giallo y muy posiblemente Dario Argento, mi visión sobre la misma comenzó a cambiar. Sin embargo, no pude evitar quererla más aún cuando descubrí que, si bien todavía es pronto para hablar del legado de una cinta de hace tres años, 'Maligno' había dado pie a otra fantástica película: 'Renfield'.
De nuevo, tendrá sus detractores, pero el vuelco que el director Chris McKay da al mito del siervo del Conde Drácula me parece genial. Protagonizada por unos fenomenales Nicholas Hoult y Nicolas Cage, la cinta ubica en un tiempo presente a los dos personajes creados por Bram Stoker.
Actuaciones de Drácula hay muchas, y posiblemente las primeras que se nos vengan a la cabeza sean las de Bela Lugosi (perteneciente a los monstruos clásicos de Universal) o Gary Oldman (de la visión de Francis Ford Coppola en 'Drácula de Bram Stoker'). Sin embargo, una de mis favoritas es la de Nicolas Cage en 'Renfield'. ¿Uno de los motivos? Las inspiraciones que tomó para dar con su Conde:
"Quiero darle una forma única que se distinga de las otras que ya hemos visto, así que voy a centrarme en el movimiento y la voz del personaje. Sabes, he visto 'Maligno' y lo que hace ella [Madison] con esos movimientos..."
Cage inevitablemente confirmó a Variety que preparó a su Drácula acorde a cómo se mueve la protagonista de James Wan en su momento más psicótico. ¿Hace falta alguna prueba más para confirmar lo buenas películas que son?
Se especula que uno de los próximos trabajos de Wan como director sería una supuesta reimaginación de 'El monstruo de la Laguna Negra', otro de los clásicos de terror de Universal. Ojalá sea el caso. Mientras tanto, recuerda que puedes ver 'Maligno' en Netflix.