Puede ser que esté en la naturaleza humana ser cotilla y que eso influya cuando decidimos ver una película con drama tras las cámaras, para ver de dónde ha salido el chisme que llevamos una semana siguiendo en TikTok. Porque es cierto que hay películas que, aunque no tengan una trama muy llamativa, logran ser un éxito en taquilla o lo más visto de una plataforma gracias al salseo, drama, romance o polémica que hay entre los integrantes del reparto, a veces hasta incluye al director o directora. Si te paras a pensarlo, es una muy buena forma de promocionar (sin querer) la película, ya que es una manera rápida de captar tu atención y que sepas de su existencia, pues quizá si no fuera por eso ni la conocerías.
Este es más o menos el caso de 'No te preocupes, querida', que aunque todo el drama que rodeó a la película ayudó bastante a promocionarla, puede ser que con Harry Styles como protagonista tampoco no le hiciera mucha falta. El problema que tienen estos proyectos que acaban rodeados de polémica es que, al final, se habla más de ello que de lo que importa: el proyecto.
Y eso es lo que ha pasado con esta cinta, que la gente solo recuerda por lo que pasó entre los integrantes de su elenco: supuestos malos rollos y peleas a gritos en el rodaje, una directora presuntamente ausente más centrada en su relación con su estrella (Styles) que en la película, un ¿escupitajo en Venecia? Surrealista. Todo esto ya lo contamos en eCartelera con pelos y señales en su día. Por eso hoy nos vamos a centrar en la película en sí.
La trama
Para empezar, ¿de qué trata? Esta película es un thriller psicológico ambientado en los años 50 en el que Alice, un ama de casa interpretada por Florence Pugh, y Jack, a quien da vida Styles, viven una especie de ciudad utópica y experimental, llamada Victoria, donde todos los hombres trabajan en el "Proyecto Victoria". Ninguna mujer sabe qué es lo que hacen realmente sus maridos cuando se van a trabajar, ellas solo lo aceptan y se quedan en casa limpiando, cocinando y cuidando de la casa o los hijos.
Todo es perfecto hasta que Alice, que no deja de preguntarse qué hay en el desierto en el que los hombres van a desarrollar el Proyecto, ve estrellarse una avioneta, y en su camino por encontrarla, llega a las oficinas de la "sede". A partir de ese momento, Alice empezará a indagar y acabará descubriendo qué está haciendo realmente en Victoria.
Reparto y dirección
La directora es Olivia Wilde, que a parte de salir con Styles (uno de los dramas de esta película) también ha dirigido 'Súper empollonas', una película que obtuvo numerosas nominaciones a mejor comedia, entre las que destaca la de los BAFTA. La cara de Wilde te puede sonar porque quizá la hayas visto en 'The O.C.', 'In Time' o 'La chica de al lado', pues antes de directora era actriz, de hecho sigue siéndolo, por eso en la película también interpreta a Bunny, la vecina y mejor amiga de Alice.
Tiene un buen reparto encabezado por Florence Pugh, Harry Styles, Chris Pine, Gemma Chan y Olivia Wilde, del que también forman parte Kate Berlant, Dita Von Teese, Timothy Simons, Sydney Chandler, Nick Kroll, Douglas Smith, KiKi Layne y Asif Ali. Pero sin duda la que más brilla es Pugh, que, como siempre, hace una actuación impecable que logra que la película mejore considerablemente.
Para gustos colores
En la cinta se pueden reconocer, según algunos críticos, influencias de películas como 'El show de Truman', 'Las esposas de Stepford' o 'Las mujeres perfectas', incluso se podría considerar como un episodio de 'Black Mirror', aunque bastante más predecible.
La idea que tenía la directora era hablar del placer femenino y la libertad de las mujeres y lo hace a través de una estética de entre los años 50 y 60, con tonos pastel, casas ordenadas, un ambiente como veraniego e idílico en el que en realidad están pasando cosas muy oscuras y donde los hombres son abducidos por la personalidad de una especie de líder político interpretado por Pine.
A pesar de tener un presupuesto de 35 millones de dólares, bastante bajo para un largometraje de Hollywood (los presupuestos suelen ser de cientos de millones), recaudó, en todo el mundo, 87,6 millones de dólares, lo cual no está nada mal teniendo en cuenta que no convenció del todo a la crítica y que muchos consideraban más interesante el culebrón de detrás de la pantalla que la propia película.